golfo de cádiz

El cerco espera conocer la cuota de sardina por barco para salir a faenar

  • Las embarcaciones andaluzas tienen asignado un cupo inicial de 978 toneladas, que podrán capturar de mayo a julio

  • El sector asegura que hay abundancia de la especie

Selección de sardina recién llegada a puerto tras su captura en aguas del Golfo de Cádiz.

Selección de sardina recién llegada a puerto tras su captura en aguas del Golfo de Cádiz. / h. información

A falta de dos semanas para que las embarcaciones del cerco puedan salir a faenar a la captura de la sardina, el sector del cerco desconoce aún la cuota asignada a cada barco. Los pescadores están a la espera de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación comunique el reparto final del cupo, que para el Golfo de Cádiz ha sido de 978 toneladas.

Fuentes del sector han señalado a Huelva Información que esperan que la comunicación les llegue lo antes posible para poder hacerse a la mar después de varios meses de inactividad.

14.600Toneladas. Es el cupo de capturas establecido por la UE para España y Portugal este añoLos cerqueros andaluces quieren un estudio individualizado de los caladeros

Las mismas fuentes precisaron que aunque la cantidad es "insuficiente", la intención es salir a pescar cuanto antes porque el paro ha hecho mella en la economía de los pescadores.

También apuntaron que en el caladero del Golfo de Cádiz hay abundancia de sardina como lo han comprobado cuando han calado las redes para la captura de otras especies.

El plan de gestión de la pesca de la sardina prevé para 2018 unas capturas de 14.600 toneladas, lo que supone una reducción de más de 2.400 toneladas respecto a las del año pasado, de las que un tercio corresponde a España y dos para Portugal. Inicialmente sólo están garantizadas las primeras 7.300 (que se podrán pescar desde primeros de mayo hasta finales de julio), ya que las 7.300 restantes van a estar condicionadas a que el Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES) certifique una recuperación del 10 % de la biomasa con respecto a julio de 2017.

De estas cantidades, en la primera fase le corresponderían a Andalucía 978 toneladas frente a las 1.500 de 2017, lo que supone una reducción del 35 %, y en la segunda, que se desarrollaría a partir de agosto si se dan unas condiciones, se volvería a contar con otras 978 toneladas de capturas frente a las 1.052 del año pasado, un 7 % menos.

La UE dio su conformidad el pasado mes de marzo a la propuesta del plan de gestión para la sardina ibérica, presentado conjuntamente por los gobiernos de España y Portugal, que permitirá mantener abierta la pesquería y evitar su cierre definitivo como inicialmente se había planteado.

Los pescadores del Golfo de Cádiz consideran que el cierre a lo largo de todo el año hubiese sido una "catástrofe" para el cerco, compuesto por 84 barcos y que proporcionan al sector alrededor de 1.000 empleo directos, más los indirectos.

El sector andaluz considera que es preciso que el ICES realice un estudio individualizado en el caladero andaluz, ya que la situación es distinta a la del conjunto del caladero hispano portugués. Según el sector, el stock del Golfo de Cádiz es estable y difiere de la situación de Portugal o del caladero gallego y cantábrico.

El plan incluye medidas como el establecimiento de vedas temporales para la recuperación de juveniles, moratorias, tallas mínimas, limitaciones de desembarques y refuerzo de controles, así como medidas de investigación científica para la evaluación y seguimiento de las medidas propuestas.

A través de este plan de gestión, cuya vigencia va desde 2018 a 2023, se fija una regla de explotación para este stock, cuya aplicación permitirá un incremento mínimo el 10% de la biomasa anual.

Un informe elaborado en 2017 por el ICES sobre el stock de la sardina en las aguas atlánticas ibéricas concluía que los índices de biomasa y reclutamientos eran bajos, lo que ponía de manifiesto una preocupante situación biológica del stock, por lo que sugería el cierre de la pesquería para garantizar su recuperación.

Todos coinciden en la dependencia socioeconómica que tiene la sardina para las flotas española y portuguesa, por lo que ambos países iniciaron una intensa labor para la elaboración de propuestas que garantizaran las actividades de la pesca sostenible, con medidas de gestión coherentes que permitieran generar beneficios económicos, sociales y de empleo. El cerco en el Golfo de Cádiz depende de la sardina y el boquerón, por lo que es una especie "fundamental" para la viabilidad de esta actividad, apuntan desde el sector.

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