Celos, ambición y delirio en el Festival del Castillo de Niebla con 'Macbeth', una obra que "nos habla de nosotros mismos"

El Festival de Teatro y Danza del Castillo de Niebla tiene espacio en su programación para obras clásicas. El Teatro Clásico de Sevilla lleva este sábado 16 de agosto una de sus producciones más ambiciosas al festival iliplense con Macbeth, una representación que sobrevive al paso de los siglos gracias a sostenerse sobre temas de vigencia permanente que rondan la forma de actuar de las personas.

La obra es un clásico de William Shakespeare que recorre la historia de Macbeth, que tras conocer la profecía de que llegará al trono se precipita a una espiral marcada por la ambición, la muerte y la locura. Un viaje a las zonas más oscuras del alma humana en el que cada crimen exige el siguiente arrastrando al protagonista hacia un destino inevitable en el que la luz se apaga para convertir el poder en delirio. Una visión fantasmagórica y contemporánea de la capacidad del ser humano para destruirlo todo. "Habla del alma humana, de los seres que llevamos dentro de lo que nos mueve a veces y que sigue estando muy vigente", detalla Alfonso Zurro, director de la obra.

La compañía ha trabajado hasta dar con "una versión más acomodada para el público actual para que siga el ritmo frenético que tienen las tragedias", asegura Zurro que encuentra en las obras de Shakespeare las "mejores tramas que existen", prueba de ello son la cantidad de adaptaciones cinematográficas con la que cuentan sus historias gracias a la vigencia de estas. "Habla de ambiciones, de celos", asegura el director de la obra que, pese a contar con siglos de antigüedad, "nos sigue hablando de nosotros mismos". Esta obra además aterriza en Niebla con una distinción ya bajo el brazo tras haberse hecho con el Premio a la Dirección para Alfonso Zurro, otorgado durante el Festival de Teatro Clásico de Cáceres, un galardón al que no da mayor importancia aunque asegura que le hizo ilusión el reconocimiento.

Aunque clásicos como Macbeth continúan llegando a los escenarios, Zurro lamenta que "se habla mucho del teatro clásico, pero no se representa tanto en España" ganándole pesa en escena las producciones más contemporáneas. Esta inclinación en la balanza también responde a una cuestión económica, "las obras de teatro clásico tienen bastantes personajes, se necesita un buen número de intérpretes y hoy día económicamente a la hora de organizar festivales suele ser una agravante porque los cachés suben mucho, los presupuestos se encarecen", detalla el director sobre lo complicado que puede ser a veces mover el teatro clásico, por lo que agradece al Festival de Niebla que siempre les haya abierto sus puertas.

El Castillo de los Guzmanes ha acogido entre sus muros en ediciones anteriores al Teatro Clásico de Sevilla. "Dentro de los festivales de teatro de verano, para nosotros este es importantísimo, creo que el más importante que tenemos en Andalucía", celebra Zurro que espera con ganas el momento de ver la obra cobrar vida sobre el escenario de Niebla. "Es algo mágico, el castillo tiene un encanto muy especial", asegura el director que encuentra en este festival un público "muy generoso" y entregado a clásicos como el que espera este sábado.

El Teatro Clásico de Sevilla llega con un montaje que destaca por su fuerza visual, la solidez del elenco y una dirección que maneja la tensión dramática hasta el último minuto. La obra logrará remover el interior de las personas con un reflejo crudo de lo que es la naturaleza destructiva del ser humano a través de una trama con un vertiginoso ritmo que no dará lugar al descanso.