Andévalo

La carretera entre Cabezas Rubias y Santa Bárbara queda lista un mes y medio antes

  • La consejera de Fomento supervisa una actuación para la seguridad vial en once kilómetros

La consejera Marifrán Carazo, durante su visita a la carretera andevaleña.

La consejera Marifrán Carazo, durante su visita a la carretera andevaleña. / M.G.

La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta, Marifrán Carazo, asistió el lunes a la finalización de las obras de seguridad vial en un tramo de once kilómetros de la carretera A-495 entre Santa Bárbara de Casas y Cabezas Rubias.

Esta actuación, ejecutada por Construcciones Garrucho con un presupuesto de 754.867 euros, ha concluido con prácticamente un mes y medio de adelanto con respecto a la previsión inicial, ha informado la Junta en una nota.

Carazo ha resaltado la celeridad en la ejecución de unas obras “que desde el primer minuto supimos que eran fundamentales para garantizar la seguridad vial de una carretera que acumulaba demasiados años sin actuaciones integrales que frenaran su deterioro”.

No sólo se actúa bien, sino con rapidez, adelantándonos incluso al cronograma que nos comprometimos a finales del pasado año con los vecinos y los alcaldes de la zona, que ahora tienen una vía más segura”, manifestó la consejera, que recordó que las obras se iniciaron el 11 de abril con un plazo de ejecución de tres meses y han concluido “justo en la mitad del tiempo inicialmente planificado”.

La Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio completa así las obras para reducir la siniestralidad en un tramo de once kilómetros de la carretera A-495, entre los kilómetros 52 y 63.

Las obras han supuesto la restauración de la capa de rodadura mediante tres tratamientos distintos dependiendo del estado de conservación de la vía. Los tramos más dañados, es decir, con agotamiento estructural profundo, piel de cocodrilo en superficie y roderas con deformación, han recibido un doble tratamiento, con fresado y una nueva capa de rodadura con aglomerado en caliente. El resto del trazado se ha sometido a actuaciones, bien de nueva capa de rodadura o bien de fresado y reposición, en función de sus características y evolución.

Las marcas viales se han restituido en los once kilómetros de trazado, además de reforzarse la visibilidad en una curva peligrosa situada a la altura del punto kilométrico 60 mediante captafaros retroreflectantes adheridos al pavimento.

Cauces y drenajes

También se han limpiado y reperfilado las cunetas terrizas mediante el paso de una hoja de motoniveladora, de modo que se consiga su restitución. Además, se ha actuado en los cruces con cauces y obras de drenaje transversal donde existían ecualiptos de grandes dimensiones que llegaban a amenazar con sus raíces la estabilidad de dichas obras.

Con ello, se ha finalizado una actuación que “ha sido posible gracias a un año de intenso trabajo de todo el departamento de esta Consejería, ya que no había ningún proyecto constructivo redactado de anteriores gobiernos para resolver este problema de seguridad vial”. La consejera ha recordado que pese a un notable incremento de la siniestralidad en los últimos años, fruto del deterioro de la carretera, no se había actuado en ella “salvo pequeños parcheos”.

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