El fumarel cariblanco duplica su población en la Laguna Primera

El fumarel cariblanco ha logrado duplicar su población en la Laguna Primera de Palos, según informó ayer Cepsa en un comunicado.

Gracias a los proyectos de restauración, investigación y uso público que Cepsa y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía han acometido en la Laguna Primera de Palos, se recuperó un espacio natural que hasta la fecha ha sido visitado por más de treinta y dos mil personas. Hoy la Laguna constituye uno de los rincones más valiosos del Paraje Natural pues es donde se alimentan y nidifican numerosas especies de interés, varias de ellas amenazadas.

Una vez más, el final de la primavera y la llegada del verano coinciden con el periodo de máxima cría de aves acuáticas en la laguna entre las que destacan varias especies singulares como patos colorados, porrones comunes, calamones, cigüeñuelas o fumareles. Las áreas más propicias para la cría son las zonas someras donde la abundante vegetación acuática permite la construcción de los nidos.

Una de las especies más espectaculares por su elegante vuelo y griterío es el fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus), una especie amenazada a nivel nacional que en la laguna primera de Palos ha duplicado su población en los últimos años. La presencia del fumarel cariblanco en estas latitudes se limita al periodo de cría llegando a finales del mes de abril y volviendo a migrar mayoritariamente en los meses de septiembre y octubre. Su rudimentario nido lo ubica literalmente sobre el agua aprovechando cualquier mínimo de vegetación emergente. Una de sus plantas preferidas es el nenúfar (Nymphaea alba), especie igualmente amenazada desaparecida en la laguna palerma y que ha sido reintroducida con éxito.

La Laguna Primera de Palos (laguna natural de agua dulce) se encuentra incluida en la Red de Espacios Protegidos de la Junta de Andalucía con la figura de Paraje Natural, y desde 2005 tiene categoría Ramsar (Convenio Internacional para la conservación de estos espacios). La laguna se ubica prácticamente en terrenos propiedad de Cepsa. Constituye una singularidad en el contexto nacional desde un punto de vista tipológico y de génesis, lo que le confiere un excepcional valor, pues contribuye a la riqueza de especies florísticas y faunísticas de la zona actuando como refugio y abastecimiento de elementos amenazados.