MAS cobra el canon por depuración con las EDAR de Doñana sin finalizar

La Mancomunidad de Aguas y Servicios (MAS), a través de su empresa operadora, Giahsa, ha comenzado a cobrar el nuevo canon de depuración recogido en la Ley de Aguas para Andalucía. El dato no tendría especial relevancia si no fuese por el hecho de que Rociana, Almonte y Bollullos continúan sin depurar sus aguas a consecuencia de los sempiternos retrasos que acumulan las dos plantas depuradoras que actualmente se construyen en los dos últimos municipios, es decir, Almonte y Bollullos.

En la última factura recibida por los usuarios, los gastos de "depuración/vertidos, alcantarillado, recogida de residuos sólidos urbanos y el citado canon autonómico de depuración superan ya al del propio consumo". Un hecho que ha despertado las críticas de los usuarios, que recuerdan que primigeniamente pagaban la factura de forma trimestral, por lo que "se han enmascarado" las sucesivas subidas mediante el cobro bimestral, hasta llegar a la actualidad, que se cobra de forma mensual.

A pesar de las reclamaciones, huelga decir que el canon es perfectamente legal, ya que los servicios jurídicos de la Junta de Andalucía circunscribieron el impuesto bajo el epígrafe de financiar futuras obras de depuración que fuesen declaradas de interés en la Comunidad Autónoma. En efecto, si se articulase como un impuesto al servicio, en aquellos municipios en los que no se depurase las aguas no podría hacerse efectivo su cobro.

Desde Giahsa subrayaron que la entidad se limita a cumplir con lo establecido con la Ley Andaluza de Aguas e incluso augura una subida de las tarifas una vez que comiencen a estar operativas las plantas en el Condado, ya que en vez de pagar por vertidos se hará por depuración, con el consiguiente incremento.

En paralelo a estos nuevos impuestos las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de Bollullos y Almonte (esta última que también tratará las aguas fecales de Rociana) continúan sin fecha de finalización, por lo que los detritus seguirá alcanzando el corazón de Doñana a través del arroyo del Partido, tal y como de forma continuada vienen denunciado las organizaciones Ecologistas en Acción y WWF.

Para entender la dimensión del retraso baste citar que estas infraestructuras ya se recogían en el primer Plan de Desarrollo Doñana y se fijaba como fecha límite el 2005. La licitación tuvo que esperar hasta 2006, fecha en la que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) sacó a subasta el proyecto por valor de 10.147.219 euros.

Pero a raíz de la entrada en vigor del Estatuto de Andalucía, las transferencias hídricas fueron transferidas desde el Gobierno central a la Agencia Andaluza del Agua (AAA), dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta.

Este traspaso llevó aparejados nuevos retrasos y un incremento de cerca de cinco millones de euros, según los datos del propio consejero de Medio Ambiente, Juan José Díaz Trillo, quien cifró la inversión en dichas estaciones en 15 millones de euros. El presupuesto se dio a conocer con motivo del II Plan de Desarrollo Sostenible de Doñana, pero no se justificaron las razones de este desfase.

La capacidad de las plantas mantiene el criterio del proyecto inicial dado que, con buen criterio, los cálculos se realizaron atendiendo a parámetros como el crecimiento de población en los próximos 20 años. Es más, con la actual crisis económica todo hace pronosticar que habrá un moderado descenso demográfico en el próximo lustro. La planta de Almonte tendrá una capacidad de pretratamiento de 697 metros cúbicos por hora y un caudal biológico de 464 m(3). Su vecina Bollullos se quedará en la mitad, algo comprensible al tener en consideración que sólo tratará las aguas fecales que generen sus ciudadanos, de forma que en pretratamiento trabajará con 339 m(3) y en el reactor biológico, con 226 m(3).