Provincia

La cachonera Montse Sáez publica su primer libro de poemas

La cachonera Montse Sáez publica su primer libro de poemas.

La cachonera Montse Sáez publica su primer libro de poemas. / Antonio F. Tristancho (Galaroza)

La creatividad cachonera se expresa de múltiples formas, siendo la escritura una de las que más frutos ha dado a lo largo de los años. La literatura inspirada en Galaroza o generada por sus hijos y vecinos ha demostrado ser prolija y de calidad, como se ha puesto de manifiesto en innumerables ocasiones. Esta condición ha fundamentado la celebración en la localidad de eventos literarios como los Encuentros de Escritores de la Sierra o la Velada de Poesía Erótica.

Un nuevo ejemplo de esta sensibilidad se encuentra en Montse Sáez, joven autora nacida en la emigración catalana, criada en Galaroza y que ahora vive en Granada, y que ha publicado su primer libro de poemas. Bajo el título ‘Retales de una vida sin métrica ni rima’, ha dado a la imprenta un conjunto de poesías centrado fundamentalmente en su vida y sus vivencias.

El estilo utilizado ha sido predominantemente autobiográfico y sentimental. La autora utiliza una senda sencilla y fluida para contar sus experiencias y emociones personales, sin seguir una estructura rígida ni un patrón métrico definido. Además, la obra cuenta con un tono intimista y emotivo, que invita al lector a conectar con las vivencias de la autora de manera cercana y empática.

Según confiesa, “la escritura es intrínseca a mí, la practico desde que tengo uso de razón, escribo porque me sale solo. Un buen día y escribo; un mal día y escribo. En mi casa hay libretas repletas de frases y versos que se me ocurren esporádicamente, en mi móvil o un blog de notas. Podría decir que me ayuda a lidiar con mis crisis existenciales, que necesito escribir como respirar”.

Descendiente de una cachonera diplomada en Magisterio, reconoce que Ana Domínguez, su madre, le inculcó su afición por la lectura, pero también se acuerda de sus profesores, que le inspiraron "el amor por las letras, hasta el punto de que hoy soy una friki de la lingüística. Y a mucha honra”, presume.

Su estilo más reconocible se orientaba hacia la prosa, ya que siempre ha escrito notas en diarios, artículos de opinión o novelas. Estas últimas son su debilidad, ya que “no hay nada más fascinante que inventar una historia, crear personajes, enamorarte de ellos”.

Por el contrario, la poesía no era su habitual producción. Aunque coqueteó con ella en su adolescencia, produciendo sobre todo sonetos, reconoce que no fueron nada extraordinarios y que no le atraía en exceso. Lo sintetiza de forma gráfica al decir que “Lope estornudaba y le salía un soneto, yo no soy Lope. Eso sí, tengo la espinita de jugar con metros clásicos”.

Su trayectoria formativa y profesional le orientaba sin duda hacia la escritura. Estudió periodismo en la Universidad de Sevilla, aunque finalmente resultó “una profesión que idealicé en exceso, de la que me enamoré hasta las trancas y que me partió el corazón”. Tras unas prácticas realizadas en una radio local de Sevilla y otras en un periódico nacional en Madrid, se dio cuenta de que el periodismo no era lo suyo, fundamentalmente porque “ni cambiaría el mundo, ni podría escribir lo que me diera la gana, ni como me diera la gana”. Este espíritu inconformista le hizo desistir y afrontar nuevos retos.

Desconectada de las letras a nivel laboral, la pandemia y períodos de reconocida inestabilidad le condujeron de nuevo hacia la literatura y su pasión por escribir. Recomenzó una novela inconclusa desde hacía años y se propuso finalizarla. Una vez acabada, descubrió otra de las hieles de los escritores, sobre todo de los noveles: “lo difícil no es escribir un libro, sino publicarlo. El mundo editorial es cruel, las autopublicaciones requieren de una inversión y no siempre son bien recibidas, las grandes editoriales no pierden su tiempo con desconocidos, y muchas de las pequeñas son autopublicaciones encubiertas. Una odisea. Así pasan meses y meses, enviando un manuscrito a distintas editoriales, y recibiendo un silencio como respuesta”.

Un fiasco que no le arredró, sino que fundamentó su afán por sentirse autora, ampliando su formación en letras a través de la carrera de filología hispánica, además de realizar algunos cursos de corrección editorial. Un continuo aprendizaje en pos de una autorrealización literaria que no cejaba de buscar.

Inasequible al desaliento, continuó con el género novelesco, a pesar de su primer fracaso, afán que compaginó con una incursión en la poesía. “Entre corrección y corrección, recuerda, elaboraba algún poema; puro entretenimiento, lo guardaba en mi ordenador y ahí se quedaba. Luego me entró el gusto, especialmente cuando empecé a mover mi segundo relato. Jugaba a construir versos para no volverme loca esperando una respuesta”. Así que un día pensó: “¿Y si los enseño?”.

Parecía una buena idea exponerse, mostrar al mundo sus creaciones. La reciente apuesta por la poesía facilitaba las cosas, ya que “la gente cada vez lee menos, y quien lo hace no va a comerse trescientas o cuatrocientas páginas en PDF de un autor desconocido. Sin embargo, un poema es más visual, más corto, y puede que alguien se pare a echarle un ojo y hasta que le guste”.

Compartió sus poemas en las redes sociales, concretamente en Instagram, una plataforma que podría parecer en un principio algo hostil hacia esta iniciativa. Para su sorpresa, fueron bien recibidos, lo que le animó a seguir escribiendo, no solo versos, también breves prosas, descubriendo una gran comunidad de autores y gente muy interesante. Entonces llegó la señal esperada, al contactar con ella una editora para proponerle publicar un poemario. A Montse le encantó la idea, a pesar de lo irónico que le parecía: “si años atrás me hubieran dicho que mi primer libro en ver la luz sería un poemario, la carcajada se habría escuchado a nivel mundial”.

Una prosista convencida iba a parir un libro de poemas tras breves escarceos líricos. Decidida, se puso a preparar el texto definitivo, ordenando “mi popurrí de desvaríos mentales”. Así nació ‘Retales de una vida sin métrica ni rima’, un poemario intimista, con escritos de diversa índole que configuran un espejo en el que la autora se refleja.

Salvo los versos que abren el libro, cada bloque se inicia con un texto en prosa al que le siguen varios poemas de la misma temática, el amor y el desamor, incluyendo cánticos a la vida, a las ganas de existir pero también a la desesperación. También hay hueco para sus propios “demonios, como la soledad o la rutina”. Un poemario, en definitiva, “muy mío, pero con mucho de cualquiera, una sucesión de momentos convertidos en poesía”.

Con sus poemas, Sáez quiere atraer al lector a su propio mundo, a su intimidad reflejada en versos, con la idea de encontrar personas con rasgos comunes, espectadores ávidos de emociones y de compartir momentos. Pueden encontrarse emociones centradas en la vida cotidiana, las relaciones humanas, el amor o la búsqueda de sentido en la existencia. En general, el libro invita a la reflexión y al autoconocimiento, al encuentro mutuo a través de las experiencias personales de la autora.

En su autodefinición del libro, se dirige al lector y le espeta que “pese a no conocernos, tenemos algo en común: estamos hechos de trozos. Momentos, si prefieres llamarlos así, esos cachitos de vida que nos convierten en quienes somos. Hay días buenos y días para olvidar. Forman parte de nosotros. Como la familia, como los amigos. Tocar las nubes y estamparnos contra el suelo. Volver a levantarnos. Ilusiones, pequeños placeres. Amor… ¡Mucho amor! Y desamor también. Desconectar la razón, vomitar vísceras, atrevernos a vivir. Si sientes menos que una piedra, pasa de largo, este no es tu libro; si te pones de emociones hasta el culo, sabes de lo que hablo”.

Romántica, soñadora, inconformista, íntima, desolada, vitalista, luchadora... Así es la Montse Sáez que desvela su primer libro publicado.

La aventura ha sido posible gracias a Postdata Ediciones, y recorrerá diversas localidades, además de poder adquirirse a través de la web de la editorial y otras plataformas digitales. Tras un primer acto celebrado en Madrid, la obra será presentada en Galaroza en 2024 a través de la Asociación Cultural Lieva, convirtiéndose en el primer paso de la celebración de los 25 años de esta entidad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios