Bernhard Knoblach: El alemán recreativista enamorado de Huelva que promociona nuestra tierra en Bruselas

No lo conozco personalmente, pero sí a su pareja, que es una chica periodista de Huelva que vive en Bruselas y me habló de él y me causó tan buena impresión que estoy deseando conocerlo. De momento os cuento algunas cosas sobre él.

Nació en Bamberg, una ciudad situada en Baviera y que la Unión Astronómica Internacional nominó un cráter del planeta Marte con su nombre, al igual que hizo con el geógrafo Al Bakri, nacido en Huelva-Saltés y que también da su nombre a un cráter situado en el Mar de la Tranquilidad de la Luna.

Esta ciudad es Patrimonio Mundial de la Humanidad y además, en esta región, hay muy buenos vinos y es muy bonita. Su apellido significa ajo en alemán y le gusta mucho Huelva y su gastronomía.

Se enamoró de nuestra tierra porque conoció a Marisa en Bruselas y ella lo trajo aquí y le encantaron sus playas, sus campos, su sierra, su clima y no digamos su gastronomía y, por supuesto, Marisa, que la conoció en el trabajo, en el Comité Económico y Social Europeo, donde trabajaban juntos. Además, ella habla alemán, con lo cual mantenían largas conversaciones en las que ella le contaba cosas de los tesoros de Huelva y de Andalucía.

Y así viene con ella muy a menudo y muy ilusionado y le encanta visitar el Museo de Huelva, la casa Colón y participar en todas las actividades que aquí se desarrollan porque le gusta mucho la historia de la ciudad, de Tartessos, de Onuba y hace visitas guiadas con Platalea y aprende muchísimo.

Le apasiona la historia de Cristóbal Colón y los lugares colombinos y es miembro de la Asociación William Martin por la importancia que tuvo en la historia para acabar con la Segunda Guerra Mundial. Y es que Huelva tiene una historia apasionante y por eso él, cuando está en Bruselas, lee diariamente el Huelva Información a través de las redes sociales para enterarse de todas las noticias y, muy especialmente, las del Recre, al que sigue paso a paso y cada vez que viene a Huelva con Marisa no se pierde ni un partido y, como no, sufre en todos. Le han dicho que él es el único alemán recreativista, pero él sabe que también lo era, en los comienzos del club, su compatriota Guillermo Sundheim.

Asegura que es “muy del Recre” y que tiene varias camisetas del equipo y se las pone mucho, no solo para ver los partidos, sino para salir por la calle. Una vez en Valencia se le acercó una persona para preguntarle muy emocionada que qué hacía un extranjero allí vestido del Recreativo de Huelva. Y también a veces en Bruselas le han preguntado por el equipo, pues allí también se las pone mucho.

Cuando están por aquí le gusta mucho practicar el ciclismo con Marisa por los preciosos senderos de Punta Umbría, a la vez que visitan lugares históricos como “La Peguera” o “El Eucaliptal”, ya que por allí estaba la Punta Umbría romana. Vienen mucho, sobre todo en verano, y también ha visitado el interior de la torre almenara, que le parece una auténtica preciosidad.

En Semana Santa, aunque no es muy religioso, le fascinan las procesiones y todo el arte y la cultura que las rodea. Recientemente ha estado en Huelva coincidiendo con la celebración de la “Magna Mariana” y realmente le impresionó porque fue dice que fue una “gran muestra de hermandad entre las personas”.

Bernhard no se cansa de hablar y de decir cosas buenas de nuestra ciudad y su entorno. Y por su puesto de nuestra rica gastronomía. Dice que da lo mismo entrar en un buen restaurante o en uno pequeño donde solo ponen tapas, pues en todos se come bien porque los productos son incomparables. Además le gustan mucho los vinos con denominación de origen “Condado de Huelva” y la variedad Zalema, por no hablar del jamón de Jabugo y, en general, de toda la sierra onubense. También menciona los garbanzos de Escacena, los vinagres del Condado, los quesos de Aracena y la gamba blanca de Huelva.

Le encanta hablar de las cosas de Huelva, pero dice que aún le queda mucho por conocer de la provincia, como por ejemplo las minas de Riotinto, que tiene mucho interés en visitarlas.

En definitiva, Bernhard Knoblach es un onubense más, enamorado de esta tierra y también de Marisa, que es una embajadora junto a él de nuestra querida Huelva.