Los barcos de cerco salen a faenar tras la parada biológica
Los mariscadores de la chirla insisten en que las capturas no son rentables y que la mayoría no alcanzan los 25 milímetros
A las 00:00 concluyó la parada biológica que para la regeneración del caladero realiza cada año la flota del cerco del Golfo de Cádiz. La pasada madrugada salieron ya algunos de los 30 barcos que componen esta flota en la localidad de Punta Umbría.
Aunque algunos ya han anunciado que no saldrán a faenar todavía debido al mal tiempo y que van a esperar unos días para ver cómo les va a los otros, "los más valientes", según los ha calificado el portavoz del sector de la chirla y representante de la junta de la cofradía de pescadores puntambrieña, Rafael Núñez.
Núñez también aseguró que este año se espera un mayor número de capturas desde los primeros días debido a que no se están dando los temporales ni el mal tiempo, como sucedió por ejemplo en 2011. Por ello, los armadores confían y esperan poder vender bien el pescado. A ello se suma que la flota de Barbate, que suele pescar bastante, está parada y con ayudas del Ministerio tras el cierre del acuerdo con Marruecos. Por ello, se espera que se desplacen compradores de la zona barbateña hasta la lonja de Punta Umbría hoy mismo, nada más llegar los barcos.
Esta flota, que se dedica principalmente a la captura de sardina y boquerón, realiza una parada durante los meses fríos de diciembre y enero para que el caladero se regenere. Ahora, desde anoche los más atrevidos intentarán volver a recuperar el ritmo de trabajo.
En cuanto a la flota de la chirla, siguen faenando algunos barcos, aunque las capturas son muy escasas ya que no alcanzan la talla mínima y los mariscadores recogen más de 100 kilos de 24 milímetros, pero sólo 5 o 6 de 25, que es la talla mínima.
Además, los precios estos días no alcanzando los 3 euros que el sector considera mínimo para que las capturas sean rentable.
Así las cosas, los armadores que han decidido faenar lo hacen para mover los fondos y para ver si consiguen vender algo y recuperar la actividad, a pesar de que se "hace difícil vivir de ella". Según Núñez, "cada día es más difícil, pero la gente está tan desesperada que se está saliendo a faenar para poder llevar algo de comida a casa, pero no es rentable porque no se coge ni para pagar el gasoil, aunque algo habrá que hacer".
A esto se suma la prohibición de la Junta de Andalucía de faenar en la zona de Matalascañas por la contaminación de los bivalbos.
Mientras, el sector sigue esperando la reunión que ha solicitado a la directora general de Pesca y a la consejera para delimitar acciones futuras y diseñar un calendario de paradas y capturas, así como regular el horario que más convenga a todos. Núñez aseguró que espera que el Gobierno central les de "las mismas consideraciones que a Barbate ya que si ellos no pescan en Marruecos, nosotros tampoco".
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