Los ayuntamientos trabajan a destajo para frenar la llegada masiva de algas
Tratan de adecentar las playas en lo que es el fin de semana más turístico del año · Las zonas más afectadas son la desembocadura del Piedras y el Guadiana
Lo que ayer fue un presagio hoy se ha hecho realidad y a las puertas del fin de semana vacacional por excelencia del año, bañistas, maquinaria de limpieza, camiones y tractores, y de nuevo miles de kilos de las tan temidas algas han vuelto a darse cita a primera hora de esta mañana en las playas de la costa occidental, en lo que parece haberse convertido en la rutina de este verano en el litoral onubense. Los ayuntamientos se han lanzado a la limpieza para evitar más daños al turismo en sus días claves, con los hoteles repletos de visitantes.
Y aunque las algas están afectando a prácticamente a la totalidad de las playas de esta zona coincidiendo con el repentino aumento de las temperaturas de estos días, parece que de nuevo las áreas más castigadas vuelven a ser las más cercanas a las desembocaduras de los ríos. Es el caso de aquellas situadas en los estuarios del Guadiana, y sobre todo del Piedras, donde las playas cartayeras y puntaumbrieñas de Nuevo Portil, El Portil y La Bota llevan ya tres días recibiendo algas al ritmo de las mareas, aunque ayer viernes la situación empeoró según ha podido comprobar este periódico a pie de playa.
Desde los ayuntamientos se asegura que se hace todo lo que se puede ante esta nueva oleada de algas del verano. De hecho tanto los consistorios de Cartaya, Punta Umbría, Isla Cristina y Ayamonte mantienen operativos desde ayer dispositivos especiales de limpieza cuya labor se ve dificultada por los distintos coeficientes de las mareas, por la presencia de bañistas en las playas, pero sobre todo por la continua entrada de algas con cada cambio de marea.
Tal es así que ayer por la mañana, mientras los servicios de limpieza de los consistorios de Punta Umbría y Cartaya retiraban los montones de algas recogidos durante la bajamar de ayer y de primera hora de la mañana de hoy, la nueva pleamar iba acumulando en la orilla otra capa de algas que en algunos puntos alcanzaba el medio metro de altura y que no podrá ser retirada hasta que se comience de nuevo a bajar la marea (sobre las 15.00 horas).
En estas condiciones, bañarse era casi imposible en las zonas más afectadas, así como tomar el sol en la arena debido a los numerosos insectos voladores asociados a las algas y el putrefacto olor que éstas desprenden por estar en estado de descomposición.
Numerosos bañistas se daban media vuelta tras contemplar el panorama, como constataron algunos de los aparcacoches de las zonas habitualmente más concurridas de la playa de La Bota, que aseguraron estar devolviendo a los conductores los donativos entregados unos minutos antes por aparcar el coche.
La impotencia y la comprensión en unos casos, "por tratarse de un fenómeno natural", y la rabia, la indignación y hasta el cabreo en otros, "porque los ayuntamientos no están haciendo todo lo posible para evitar esta situación", eran los sentimientos más generalizados entre los absortos bañistas.
Ana González y Mª Dolores Gómez, de Badajoz y veraneantes en Nuevo Portil, subrayaron por su parte no haber visto nunca algo así y aseguran que los ayuntamientos no están haciendo todo lo posible "porque llevan ya entrando algas tres días y no han empezado a retirarlas hasta ayer". Otro bañista, que en este caso afirma residir todo el año en Nuevo Portil, aseguró que las algas "empezaron a venir la pasada primavera y no fue hasta bien entrado el mes de julio cuando empezaron a retirarlas, y porque nos quejamos". No obstante entiende que "es un fenómeno natural que depende de los coeficientes de las mareas, de las temperaturas y de las corrientes, y hasta que la naturaleza quiera, esto va a seguir".
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