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¿Por qué aumenta el avistamiento de orcas en la costa de Huelva?

  • Se trata de un fenómeno que cada verano se repite con más frecuencia en las costas onubenses. Pero, ¿es real?, y si es así, ¿a qué puede responder?... los expertos nos lo cuentan

  • Avistamiento a diez millas de la Costa

Una de las orcas que este verano ha interactuado con embarcaciones de recreo en aguas de Huelva

Una de las orcas que este verano ha interactuado con embarcaciones de recreo en aguas de Huelva / M.G. (Huelva)

Cada vez son más frecuentes los avistamientos de orcas (Orcinus orca) en las costas onubenses por parte de pescadores deportivos. Sin ir más lejos, en lo que llevamos de verano, rara es la semana en la que no se tiene conocimiento de alguno de ellos, en muchos casos incluso con interacción entre los cetáceos y las embarcaciones, y en una ocasión hasta con un velero teniendo que ser remolcado a puerto para someter a reparación los daños ocasionados por dicha interacción.

En este punto, cabría preguntarse si se está produciendo un aumento de la presencia de estos grandes y espectaculares animales en nuestras costas. Según los expertos, podría ser así dada la constatación científica de la recuperación de las poblaciones atlánticas de atún rojo (Thunnus thynnus) una especie siempre vinculada a la orca por ser una de sus principales fuentes de alimento.

No obstante, y también desde el punto de vista de los expertos, este aumento de reportes de avistamientos de dichos cetáceos también podría responder al cada vez mayor número de embarcaciones recreativas que navegan por el Golfo de Cádiz, y al elevado número de dispositivos con capacidad de grabación de imágenes que portan sus tripulantes.

Nada hay científicamente constatado en este sentido, según ha manifestado a Huelva Información estos días Gabriel Gómez, biólogo marino de origen madrileño pero que lleva ya dos décadas residiendo en El Rompido (Cartaya) y es coordinador del Medio Marino de la asociación Chelonia.

El biólogo marino afincado en El Rompido (Cartaya), Gabriel Gómez, en uno de los proyectos donde ha trabajado El biólogo marino afincado en El Rompido (Cartaya), Gabriel Gómez, en uno de los proyectos donde ha trabajado

El biólogo marino afincado en El Rompido (Cartaya), Gabriel Gómez, en uno de los proyectos donde ha trabajado / M.G. (Huelva)

Para este experto, que desde 2004 ha trabajado en diversos proyectos de gestión y conservación en aguas del golfo de Cádiz, la única realidad constatada científicamente sobre este asunto es el aumento del stock de atún rojo en el Atlántico Oriental y el Mediterráneo, donde la captura de esta preciada especie marina se viene practicando desde tiempos de los fenicios, cuando ya es de suponer que las orcas estaban presentes en la zona al estar íntimamente ligadas ambas especies por su interdependencia en la cadena trófica.

Más recientemente, cuatro importantes hitos han marcado evolución de la población de atún rojo en la zona. En primer lugar un fuerte impacto debido al gran desarrollo de la flota pesquera y la presencia de grandes palangreros japoneses en el Golfo de Vizcaya tras la II Guerra Mundial; en segundo lugar a la sobreexplotación pesquera en el Atlántico se le sumó la del Mediterráneo, lo cual propició la clausura y abandono de numerosas almadrabas a lo largo de todo el Estrecho, entre ellas la de Nueva Umbría, en 1963.

Posteriormente, en 2006, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT) elaboró un ambicioso plan de recuperación para las poblaciones atlánticas de atún rojo, cuyos resultados se han demostrado hasta el momento bastante exitosos dada la confirmación, en 2017, de la recuperación del stock; y a la propuesta por parte de dicho organismo de pasar del Plan de conservación a uno de gestión.

Ejemplar de orca interactuando con un velero este verano en la costa onubense Ejemplar de orca interactuando con un velero este verano en la costa onubense

Ejemplar de orca interactuando con un velero este verano en la costa onubense / M.G. (Huelva)

A juicio de Gabriel Gómez aquí podría estar una de las claves para validar la hasta ahora sólo supuesta mayor presencia de orcas en nuestro litoral, a lo que contribuiría de forma paralela los patrones migratorios del atún rojo, también constatados por el ICCAT mediante un ambicioso estudio científico desarrollado entre los años 1996 y 2004.

Dicho estudio certifica la existencia de dos poblaciones reproductoras de atún rojo del Atlántico, una de ellas en el golfo de México y la otra en el Mediterráneo, así como la fidelización de sus áreas de desove: los juveniles de la población mediterránea migran a las cotas del Atlántico americano, maduran y vuelven a desovar al Mediterráneo, para permanecer posteriormente en las zonas de forrajeo del Atlántico central y el Atlántico norte. Así, según el biólogo marino, "si se recupera la población de atunes, aumenta la presencia de desovadores permanente en el Atlántico central y norte", lo cual "estaría repercutiendo directamente en un aumento de las poblaciones de depredadores como las orcas, en lo que los expertos conocen como proceso de retroalimentación positiva predador-presa".

También habría que tener en cuenta los estudios realizados en los últimos años por la Asociación para la Conservación, Información y Estudio de Cetáceos (Circe), que han descrito una población de orcas ibéricas, la cual sigue la migración del atún norte-sur para la Península Ibérica, y cuya presencia en el Estrecho depende de del paso de atunes del Atlántico al Mediterráneo para desovar: primavera y verano, hasta que migran al Cantábrico a finales de septiembre. Un hecho que lleva a concluir que las orcas del golfo de Cádiz son el mismo grupo que las del Cantábrico, y que en estos momentos nos encontramos en el pico de presencia de estos cetáceos en nuestras aguas, que además coincide con la época del año con más turismo en el Golfo de Cádiz, y por tanto con más embarcaciones de recreo en sus aguas.

Avistamiento este mismo verano de una orca junto a una embarcación recreativa en el litoral onubense Avistamiento este mismo verano de una orca junto a una embarcación recreativa en el litoral onubense

Avistamiento este mismo verano de una orca junto a una embarcación recreativa en el litoral onubense / M.G. (Huelva)

¿Interacciones o ataques?

Por otra parte la mayoría de expertos, ante la alarma social creada en los últimos años por determinados casos en los que la interacción de las orcas ha acabado con daños en algunas embarcaciones, sobre todo veleros, coinciden en afirmar que en ningún caso se trata de ataques deliberados de los cetáceos hacia dichos barcos, buena parte de ellos veleros.

Es el caso de Gabriel Gómez, quien es de los que se muestra convencido de que no se trata de ataques deliberados, este comportamiento podría responder a motivaciones lúdicas o de tanteo al haber podido recibir comida desde los barcos de forma puntual. Otros expertos apuntan a que las orcas se acercan a los veleros para enseñar a sus crías a cazar atunes.

Igualmente para los expertos de Circe las orcas que inquietan a navegantes en el Golfo de Cádiz y en Galicia no atacan a las embarcaciones, juegan con ellas, aunque por su tamaño y fuerza pueden causarles daños, sobre todo en el timón. Ante la alarma social creada, dicha organización presentó el verano pasado al Gobierno de España un plan con medidas urgentes, a aplicar en todo el litoral nacional, que debería comenzar con la prohibición total de acercarse a las orcas y, si ellas se aproximan a los barcos, recomendar ignorarlas y seguir navegando sin gritarles y sin dejar elementos móviles a su alcance.

Gabriel Gómez cree que se trata de un comportamiento "que desaparecerá como empezó, por sí solo, ya que no es una actividad que produzca a las orcas algún beneficio, y la naturaleza tiende a anular los comportamientos improductivos por un sencillo principio de economía: no se perpetúa lo que no sirve".

Una orca fotografiada en los años 40 del siglo pasado junto al copo de la almadraba de Nueva Umbría, frente al Rompido Una orca fotografiada en los años 40 del siglo pasado junto al copo de la almadraba de Nueva Umbría, frente al Rompido

Una orca fotografiada en los años 40 del siglo pasado junto al copo de la almadraba de Nueva Umbría, frente al Rompido / J. Martín Rives (Huelva)

¿Qué hacer en caso de embestidas de orcas?

El Grupo de Trabajo Orca Atlántica (GTOA), que lleva años estudiando el comportamiento de estos cetáceos en aguas del Estrecho, recomienda a los navegantes, en caso de encuentro o interacción con orcas, si es posible, bajar la velocidad, parar el motor, replegar las velas, apagar el piloto automático y dejar el timón a la vía.

También recomiendan contactar con el 112 -Canal 16 de radio- o el oficial de la zona, sacar las manos de la rueda del timón y no tocarlo, apartarse de cualquier parte del barco que pueda caerse o girar bruscamente, apagar la sonda y mantener encendidos VHF y elementos de posición.

Es importante también intentar grabar vídeos de los animales, sobre todo sus aletas dorsales, que permitirán a los científicos identificarlos, a lo que añade que, aunque es complicado en una situación de tensión como la que se vive, se trata de un instrumento importante para adquirir conocimiento sobre las orcas y poder ayudarlas a abandonar este comportamiento.

Así quedó la quilla de un velero con el que interactuó un grupo de orcas este verano en aguas de Huelva Así quedó la quilla de un velero con el que interactuó un grupo de orcas este verano en aguas de Huelva

Así quedó la quilla de un velero con el que interactuó un grupo de orcas este verano en aguas de Huelva / M.G. (Huelva)

Por último, cuando las orcas se alejen, hay que comprobar que el timón funciona y, en caso de avería solicitar ser remolcado, dirigiéndose a al propio GTOA para contar su caso en gt.orcas.ibericas@gmail.com.

Finalmente, según concluye Gabriel Gómez, "como las orcas van a seguir por aquí, tenemos la oportunidad de diseñar una nueva actividad turística como es la de avistamientos de cetáceos", eso sí, desarrollada por expertos y cumpliendo todas las medidas de seguridad necesarias.

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