El alcalde desvela que el PSOE triplicó la deuda local en sus 6 años de gestión

El alcalde de Gibraleón, José Ramón Gómez Cueli, criticó ayer la gestión política del socialista Juan Serrato porque triplicó en sólo seis años la deuda municipal, de forma que en estos momentos asciende a 18,7 millones de euros más los intereses. Gómez Cueli valoró que lo más lamentable es que este gasto ni siquiera puede ser justificado con contrapartidas a los ciudadanos en forma de obras de infraestructura o mejores servicios. Este resultado económico es fruto de una auditoría realizada por dos funcionarios del Ayuntamiento, que se encargó tras los últimos comicios que devolvieron el gobierno local al Partido Popular.

Gómez Cueli, que fue desplazado a la oposición municipal por los socialistas al pactar con una concejala tránsfuga del PP en noviembre de 2005 y ganar una moción de censura, afirmó que la deuda en aquel año ascendía a 6 millones de euros y ahora se ha encontrado con que se han sumado 13 millones. La situación requiere "que actuemos como hormigas y no como cigarras", apuntó el alcalde, que duda que las arcas municipales puedan recuperarse en los próximos años cuatro pues "no serán suficientes para pagar todas las fiestas de la cigarra", dijo refiriéndose al anterior alcalde, el socialista Juan Serrato.

La parte más importante de esta deuda local corresponde al pago a proveedores, que se eleva a 8,5 millones, cantidad a la que espera hacer frente gracias a las medidas aprobadas a nivel nacional por el Gobierno, que "facilitarán estos pagos" o como ya ha hecho hasta ahora, es decir "compensando facturas", explicó. Pero a corto plazo lo que más preocupa a su equipo es la deuda con la Junta de Andalucía, institución que ya ha empezado a reclamar el dinero. "Si hay que hacer efectivo el 1,9 millones que se le debe o se nos retiene la partida tributaria que nos corresponde en marzo, será difícil hacer frente al pago de la nómina de los trabajadores", apuntó el alcalde. De momento el Gobierno andaluz se ha apresurado a reclamar de inmediato los primeros recibos correspondientes al año 2006.

Gómez Cueli explicó que los 1,9 millones de euros, en su mayoría, corresponden a subvenciones finalistas que se cobraron, pero que no se destinaron a la obra correspondiente y tampoco se conservó para su devolución. Gómez Cueli criticó que se tomaran decisiones como destruir la piscina cubierta, que estaba funcionando, para hacerla de nuevo o ampliarla y "al final tenemos algo pero no es una piscina que se esté utilizando por los ciudadanos", a pesar de haber recibido 550.000 euros para ello. Otro ejemplo es el centro de atención al inmigrante para lo que llegaron 700.000 euros y que no existe.

El alcalde afirmó que existe una larga lista de presuntas irregularidades que cometió en anterior equipo de Gobierno, así como informes de Intervención advirtiendo de las mismas, por lo que no descarta aportar la documentación de las cuentas municipales a los órganos judiciales para que determinen si pudieran existir presuntos delitos de malversación de fondos y prevaricación en las actuaciones del equipo del PSOE.

Las medidas de ahorro se adoptaron nada más llegar a la Alcaldía, en los últimos 7 meses del año pasado, el nuevo equipo de Gobierno tuvo que ahorrar medio millón de euros para poder cuadrar el ejercicio sin disparar el descuadre económico y abonar las nóminas de los dos últimos meses del año con normalidad.

El alcalde subrayó que los recortes afectaron a su grupo de concejales que están pagándose las cuentas de los teléfonos móviles que utilizan para trabajar en el Ayuntamiento, como el mismo hace, y además, ha prescindido de la secretaria, del chofer y del jefe de prensa. También se han ahorrado 135.000 euros en las fiestas de otoño y 4.000 euros en los gastos de la Junta de Gobierno Local.

Ante este panorama de penuria económica el alcalde de Gibraleón, José Ramón Gómez Cueli, apuntó que el presupuesto de este año sobre el que ya se está trabajando será "ajustado a los ingresos reales del Ayuntamiento", es decir a la baja. Estima que no superará los 9 millones, frente a los 9,5 millones de euros del presupuesto del año pasado, que fue prorrogado del anterior, de 2010. Todo apunta a que habrá más recortes aunque ayer no lo dejó claro como tampoco concretó en qué partidas económicas se aplicará la tijera, aunque parece que no descarta ninguna.