Las águilas perdiceras vuelven a criar en la comarca del Andévalo

Desde 1990 no se había constatado la presencia de una pareja nidificante en la provincia onubense

La cabeza del pollo de águila azor perdicera sobresale en el nido.
La cabeza del pollo de águila azor perdicera sobresale en el nido.

Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente han confirmado la presencia de una pareja nidificante de águila azor perdicera (Hieraetus fasciatus) que ha criado un pollo en la comarca del Andévalo de Huelva, la primera que se establece y completa su ciclo reproductor en la provincia desde 1990.

La presencia de esta pareja en Huelva supone un doble éxito en la conservación de esta especie -catalogada como 'vulnerable a la extinción' por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)-, ya que se abren nuevas posibilidades de cría en territorios perdidos desde hace décadas y significa que el águila azor perdicera está ya presente en toda Andalucía, ya que Huelva era la única provincia andaluza sin presencia de la misma.

Además, el nido está asentado en un territorio en el que la Junta de Andalucía ha llevado a cabo actuaciones de corrección de tendidos eléctricos peligrosos, ya que el Andévalo está considerada unas de las zonas más importantes de dispersión de esta especie y de otras como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti). A pesar de la constante presencia de águilas, éstas veían mermadas sus poblaciones por culpa del diseño peligroso para las grandes aves de las líneas de distribución de electricidad que daban suministro a numerosos municipios de este entorno.

Gracias al intenso trabajo realizado para la corrección de tendidos en el marco del programa de actuaciones para la conservación de esta especie se ha conseguido disminuir de manera notable la mortalidad por electrocución y, como consecuencia directa, el águila azor perdicera vuelve a nidificar en Huelva. Las próximas semanas serán fundamentales para corroborar el éxito reproductor de la pareja.

La Consejería de Medio Ambiente trabaja en la corrección de todos los tendidos eléctricos peligrosos reales y potenciales de la provincia, una de las mayores amenazas de las aves, a lo que ha destinado 1,46 millones de euros para actuar en 25 municipios.

Las labores comenzaron con la corrección completa de un tendido ubicado en Villanueva de los Castillejos, considerado uno de los principales puntos negros de electrocución de aves en la provincia. El resto de acciones se han ido realizando según el grado de peligrosidad de las diferentes líneas.

Huelva es, junto con Navarra y Aragón, la única entidad territorial española que tiene identificado, georreferenciado y catalogado cada apoyo peligroso por electrocución y colisión para la avifauna. Una vez determinados los puntos negros y el orden de prioridades se colocarán 33 kilómetros de balizamiento y se corregirán 500 apoyos. La Junta aprobó en 2007 un decreto de medidas para proteger a las aves frente a los riesgos de electrocución y colisión con tendidos eléctricos de alta tensión, una de las principales causas de mortandad de estos animales en Andalucía.

Las medidas antielectrocución, hasta ahora limitadas a los espacios naturales y a las nuevas líneas eléctricas, se extenderán a todo el territorio andaluz e incluirán la exigencia de adaptar los tendidos antiguos si van a ser ampliados o bien si discurren por zonas declaradas de Especial Protección para las Aves (Zepas).

La norma establece que las empresas propietarias de las líneas eléctricas deberán instalar elementos de aislamiento en aquellos puntos de los postes en los que se posan las aves con más frecuencia. Además, prohíbe realizar tareas de mantenimiento en aquellos enclaves que alberguen nidos de especies amenazadas durante las épocas de reproducción y crianza.

Otras condiciones técnicas y ambientales que deberán cumplir las instalaciones de distribución eléctrica hacen referencia al tipo de cable, las distancias entre apoyos y postes y la instalación de transformadores y crucetas.

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