Adjudicada la redacción del anteproyecto de rehabilitación general de la sede Santa María de La Rábida de la UNIA

La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) va a llevar a cabo labores de renovación en parte de su sede en La Rábida y ya ha comenzado los pasos para hacerlo realidad. La UNIA ha adjudicado a la empresa Reina Asociados Estudio de Arquitectura SLP el contrato de servicio para la redacción del anteproyecto de rehabilitación de la sede Santa María de La Rábida, ubicada en Palos de la Frontera. El contrato también incluye la elaboración del proyecto básico de ejecución y estudio de seguridad y salud de las obras de rehabilitación de la planta baja del edificio de administración, residencia y cafetería del campus, así como todas aquellas actuaciones complementarias que fuesen necesarias para su realización. El procedimiento de adjudicación se realizó a través del perfil de la Plataforma de Contratación del Sector Público.

En concreto, el presupuesto de las obras en la sede onubense de la UNIA asciende a 111.320 euros (IVA incluido). El plazo de ejecución es de seis meses y está organizado en dos fases. La primera de estas, con una estimación temporal de dos meses, hace referencia a la redacción del anteproyecto general de rehabilitación que incluye el edificio principal donde se encuentran la residencia, la administración y la cafetería, quedando excluidas de la actuación la cocina, la lavandería, el salón de actos, la sección de alumnos y ordenación académica. Durante esta fase, se abordará un diagnóstico del estado actual del inmueble y se establecerán las directrices arquitectónicas para su reforma integral, respetando los elementos protegidos. La segunda fase, con un plazo estimado de ejecución de cuatro meses, está enfocada a la redacción del proyecto básico y de ejecución y estudio de seguridad y salud de las obras.

Estas obras significan una renovación y la correcta optimización del espacio. La sede de La Rábida, como se extrae del expediente de insuficiencia de medios realizado por la UNIA, "ha experimentado distintas intervenciones, ampliaciones y reformas parciales que han ido desdibujando progresivamente la imagen proyectada en su origen" y que han respondido a cuestiones necesarias y funcionales y que han comprometido la unidad estética de la edificación. La intervención pretende contribuir "a restablecer el equilibrio entre arquitectura, paisaje y función académica, en consonancia con el espíritu con el que fue concebida en la década de los cuarenta", recoge la documentación técnica.

Esta actuación no es solo una respuesta a las necesidades técnicas actuales, sino también una oportunidad para poner en valor el patrimonio arquitectónico del campus y adaptarlo a los nuevos retos educativos y sociales. Los trabajos deben analizar el estado en el que se encuentra el conjunto arquitectónico y justificar cuál es la urgencia de la intervención necesaria para subsanar las diferentes problemáticas que se puedan encontrar a fin de proponer una línea de actuación. La intervención no solo busca mejorar las condiciones estructurales y funcionales del edificio, sino también reforzar la identidad institucional del campus y su integración con el entorno natural en el que se encuentra.

Se trata, por tanto, de una reforma que aspira a revitalizar la sede sin romper con la esencia que la caracteriza, apostando por una arquitectura que respete "las formas, materiales y proporciones que dialogaban con el entorno y con la tradición arquitectónica de la zona".