Adela y Luismi: Autores del proyecto gastronómico Arrieros
Gente de aquí y de allá
El Mesón Arrieros es como un hijo más, pero su verdadero hijo es un chico de 20 años estudiante de Ingeniería que los fines de semana ayuda a sus padres
Gente de aquí y allá: Alejandro Pérez Vallés, conócete, acéptate y supérate
Cuando se creó un canal de televisión en Punta Umbría fue un verdadero acontecimiento que causó un gran impacto en la sociedad. Había noticias locales, programas culturales, históricos, musicales, deportivos y religiosos, con retransmisiones en directo e incluso yo mismo tenía un programa semanal enseñando los rincones bonitos de nuestro pueblo. Y claro, conocí a todas las personas que trabajaban allí, entre ellos un chico llamado Luismi que era el comercial que contrataba los anunciantes. Y lo hacía muy bien, porque era muy trabajador y simpático.
Algún tiempo después me contrató la Diputación Provincial de Huelva para hacer unos estudios topográficos en Linares de la Sierra para construir una depuradora de aguas residuales. Me dijeron que preguntase por el alcalde y una tarde fui al pueblo y, al preguntar en la calle a una señora si sabía dónde vivía el alcalde, ella me dijo que sí porque era su marido y que estaba en el campo con las cabras y que lo esperase tomando café en el bar que estaba delante del ayuntamiento. Allí me fui y, cuál fue mi sorpresa, que me encontré a Luismi. Ambos nos preguntamos qué hacíamos allí y él me contó que ese pequeño bar era de su abuelo y en la “mesa camilla”, con brasero y todo, me preparó un exquisito café y me contó que su mujer Adela y él estaban preparando un proyecto gastronómico y que ya me avisaría, que en ese bar donde estábamos solo se veía pasar el tiempo.
En efecto, pasado un tiempo, Luismi me llamó y me dijo que acababa de abrir el “Mesón Arrieros”, allí en Linares y, tan pronto como pude, fui hasta allí a comer y a sorprenderme con las maravillas culinarias que habían preparado. Luego volví otras veces y cada vez era mejor que la anterior.
Luis Miguel López Domínguez nació en el precioso pueblo de Linares de la Sierra en 1963, donde cada casa tiene delante una especie de empedrado con dibujos muy bonitos y que allí le llaman “los llanos” (no se los pierda si no los conoce). Por su parte, Adela Ortiz Caricol vino al mundo en el año 1966 en el único pueblo que yo conozco que tiene un observatorio astronómico, Almadén de la Plata, en la Sierra Norte de Sevilla. Pero fue en Aracena donde se conocieron cuando estudiaban el bachillerato. Ambos se complementan con sus espíritus aventureros y juntos empezaron a pensar y a crear proyectos.
Pepe e Isabel, los padres de Luismi, le marcaron un poco su destino, ya que ambos se dedicaban a tratar con los productos del cerdo ibérico. Él era carnicero y ella era experta en las matanzas y en fabricar chorizos, salchichones y morcillas con sus aliños, y por supuesto muy buena cocinera, de dónde le viene a su hijo su buena mano en los fogones. Los padres de Adela nada tienen que ver con la carne, Francisco se dedicaba al campo y Agustina a la casa y a sus hijos, que eran cuatro, siendo Adela la segunda. Ella estudió Magisterio, a lo que se dedicó los primeros años ejerciendo en diferentes guarderías infantiles. Todo esto viviendo en Punta Umbría, que es cuando yo los conocí.
El proyect conjunto de abrir el Mesón Arrieros fue tomando forma gracias a la ayuda de los Fondos Europeos. Primero lo abrían solo los fines de semana y ya dejaron de vivir en la playa. Él se fue al pueblo serrano donde nació y ella a Calañas, a trabajar en un centro educativo que le permite ir a Linares todos los días.
El Mesón Arrieros empezó a coger fama y, especialmente los sábados y domingos, si se quiere ir a comer allí, hay que reservar mesa con bastante anticipación. Han pasado muchos años desde su apertura y prueba de su buen hacer es que en ningún momento ha bajado su clientela, porque ellos desde luego nunca han bajado el listón.
He querido ir últimamente en varias ocasiones y, a pesar de mi amistad con ellos, no ha sido posible porque siempre está lleno. Tengo que llamar varias semanas antes para que no me tenga que decir la buena de Adela con gran dolor de su corazón que no tiene ni una sola mesa libre. Lo seguiré intentando porque desde luego se come muy bien y es de lo mejor que hay en la Sierra de Huelva. Además el establecimiento es muy agradable, decorado con muy buen gusto y un magnífico estilo serrano.
Por la zona hay muchos restaurantes extraordinarios y de mucha calidad en su materia prima, pero a Luismi y a Adela le han concedido muchos premios y muchas distinciones de prestigio por su buen hacer. Yo recuerdo hace muchos años, casi en sus comienzos, que el Corte Inglés organizó un mes dedicado a la cocina andaluza y el Mesón Arrieros fue el restaurante elegido para representarlo en su establecimiento.
El propio Mesón es como un hijo que tienen, pero de verdad su único hijo es un joven de 20 años que está estudiando la carrera de Ingeniería en la Universidad de Sevilla y que los fines de semana ayuda a sus padres en Linares de la Sierra, porque es un chico extraordinario y muy buena persona que sin duda ha tenido a quien salir. Enhorabuena Adela y Luismi por esos dos hijos.
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