WWF denuncia que el acuífero tardará entre 30 y 60 años en recuperarse

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Tras sufrir un año escaso de lluvias se dejan ver los estragos de una incipente sequía que diezma los recursos hídricos

La desecación comienza a afectar a la rica flora y fauna

Aspecto que muestra una zona de marismas del Parque Nacional de Doñana.
Aspecto que muestra una zona de marismas del Parque Nacional de Doñana. / WWF
Carlos López Almonte

16 de noviembre 2016 - 09:53

El desierto comienza a dibujarse en Doñana. Así lo ilustran las fotografías aportadas por WWF sobre el estado de algunas marismas del Parque Nacional, que muestra los estragos de una incipiente sequía que diezma los recursos de los acuíferos que le nutren de vida. Las imágenes comparativas no ofrecen lugar a equívocos, si bien las de 2011 están captadas tras un periodo de inundaciones en la zona, mientras que las actuales muestran las consecuencias de un año escaso en precipitaciones.

Aun así, la organización conservacionista avala el mal estado hídrico en un informe que muestra cómo la desecación camina de forma inexorable, "arrastrando en su declive a ríos, marismas y lagunas"; a la par que afecta a la rica flora y fauna que hacen de este espacio la joya medioambiental de Europa.

La organización conservacionista estima que el acuífero de Doñana "tardará entre 30 y 60 años en recuperarse por completo de la sobreexplotación actual", incluso "después de que se tomen medidas contundentes frente al uso ilegal e insostenible del agua en el entorno".

El informe toma como referentes "80 estudios científicos y las aportaciones de más de 15 investigadores", que analizaron los propios datos del Gobierno de España que sirven para ratificar cómo el humedal "ha sufrido un declive dramático desde los años 70". En paralelo, denuncian la anarquía que impera en la zona, desde las áreas de los Hatos en Aznalcázar, hasta el estuario del Guadalquivir, lo que impide conocer de modo fehaciente y cuantificable la cantidad total de agua que se extrae de la gran bolsa subterránea que dormita bajo el subsuelo de las marismas.

En el informe al que ha tenido acceso este periódico se denuncia que "las administraciones han realizado una interpretación deliberadamente positiva del estado de ecosistemas y masas de agua, lo que ha derivado en un menor compromiso a la hora de aplicar medidas de control sobre las graves presiones que amenazan a Doñana"

WWF alerta de que los cientos de miles de aves que abandonan las zonas más al norte y al este de Europa buscando refugio en el paraíso andaluz se encontrarán con marismas "prácticamente secas". Un ecosistema del que dependen aves como la cerceta pardilla, "críticamente amenazada" y que posee su hábitat en aguas someras, tanto de agua dulce como salobre. Pero no es sólo esta especie la que está en riesgo. "Las lagunas temporales, uno de los elementos naturales que hacen tan especial Doñana, se están secando de manera imparable", lo que ha tenido como consecuencia la pérdida de "libélulas y caballitos del diablo que vivían asociados a estos hábitats".

El informe también apunta que "otro de los grandes problemas" lo representa "la contaminación de las aguas subterráneas y superficiales por nutrientes, agroquímicos y, en determinadas zonas (se entiende que en las áreas más próximas a las minas de Aznalcóllar) por metales pesados o incluso por contaminantes de origen industrial".

WWF mantiene que este retrato robot de la situación de la Reserva de la Biosfera viene avaladas por las conclusiones de "un taller de expertos de universidades y centros de investigación" convocado por la propia organización, que "realizó una serie de recomendaciones urgentes" entre ellas el cierre de pozos ilegales; el control efectivo de las extracciones de agua subterráneas; la mejora de las prácticas de riego; reubicación de los sondeos de la urbanización de Matalascañas; mejorar la depuración de las aguas, la gobernanza de este recurso finito; amén de conseguir la implicación de la población local.

Juan Carlos del Olmo, secretario de WWF España detalló que el informe demuestra que "no exageramos cuando decimos que la situación de Doñana es crítica", y a renglón seguido instó a Mariano Rajoy y Susana Díaz, como máximos responsables, respectivamente, del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía, a que actúen "con urgencia y contundencia frente al robo del agua", vaticinando que la inanición llevará al humedal más importante de Europa "a acabar convertido en un desierto". Por último, detallaron que la Unesco y la Comisión Europea están "a punto de llevar a España a los tribunales por la mala gestión del agua en el entorno del humedal".

El presidente de la Plataforma en Defensa de los Regadíos, Cristóbal Picón, desdeñó la "visión catastrofista que trata de trasladar la organización ecologista. Y añade que "no sé que clase de investigadores han avalado" esta situación. Por ello, vaticinó que en un año el acuífero estará rebosante, precisamente gracias al cierre de pozos. En cualquier caso, detalló que el estado de las lagunas "depende del agua de lluvia, dado que la capa freática permite que se mantenga en la superficie".

El sector agrícola lamenta que cuando más se está avanzando en la solución de Doñana, WWF quiera trazar "un paisaje desolador".

Más de 250 pozos cerrados a día de hoy

La Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir ha procedido ya al cierre de 257 pozos en la denominada Corona Norte de Doñana. En concreto, el 80% de ellos (203) son explotaciones agrícolas adscritas a la Comunidad de Regantes El Fresno, mientras que el resto se emplaza en las proximidades del arroyo Don Gil. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Huelva subrayaron que la Administración está "cumpliendo los compromisos adquiridos con Doñana y con el sector de los regadíos". De un lado, sellando las infraestructuras que comprometían los recursos hídricos que llegan hasta el entorno natural; y, del otro, poniendo a disposición de los agricultores el maná del agua que garantiza la actividad agrícola sin menoscabo de la protección del medio ambiente. Así han logrando, añaden, que esos 4,9 hectómetros cúbicos de la transferencia desde la cuenca Tinto-Odiel-Piedras a la del Guadalquivir se pueda hacer efectiva gracias a unas infraestructuras y una inversión de 18 millones de euros. La Subdelegación insistió en que este es el camino para reconciliar Doñana con el entorno.

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