WWF denuncia agresiones a agentes de la CHG por 200 empleados agrícolas
Los insultaron y amenazaron en una finca de Lucena del Puerto La confederación denunciará los hechos ante la Guardia Civil
WWF ha denunciado la "intolerable agresión" que presuntamente sufrieron tres agentes fluviales de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) el pasado lunes, al ser insultados y amenazados cuando realizaban tareas de inspección de posibles aprovechamientos ilegales de agua en una finca agrícola en el término de Lucena del Puerto, en el entorno de Doñana. Unos hechos que, según Europa Press, denunciará la confederación ante la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva. El sector ha interpretado hasta ahora como "acoso", la actitud vigilante de la CHG, que ya ha abierto 300 expedientes sancionadores por el uso indebido del agua.
En un comunicado, WWF explicó que estos hechos se enmarcan en "una situación cada vez más alarmante en el entorno de Doñana, con el crecimiento imparable de la agricultura de regadío ilegal". Por ello, condenó "estos intolerables hechos" y mostró su solidaridad y apoyo a los agentes fluviales de Doñana, que realizan "un trabajo vital para el control de las extracciones ilegales de agua en el entorno del humedal más emblemático de España".
A juicio de WWF, se trata de "una escena impropia del siglo XXI el hecho de que 200 personas amenacen a estos agentes en una finca de cultivo de fresa de Lucena del Puerto, situada en un monte público propiedad del Ayuntamiento, mientras realizaban su trabajo de protección del medio ambiente".
La organización ecologista explicó que cuando se encontraban en la finca, "aparecieron de pronto unas 200 personas, entre agricultores y trabajadores de fincas cercanas, supuestamente convocados a través de wasap, que comenzaron a insultar y amenazar a los agentes, cuyo vehículo oficial fue obstaculizado al tratar de abandonar la finca".
WWF ha pedido que se investiguen los hechos, se identifique a los asistentes y se depuren responsabilidades, pues las infracciones cometidas podrían constituir delito al perpetrarse contra funcionarios en ejercicio de sus competencias.
"La guardería fluvial, según las mismas fuentes, hace un trabajo "fundamental" velando por el agua, "un bien público y un recurso natural vital para el mantenimiento de los ecosistemas, la población y la propia agricultura", según declaró el secretario general de la organización en España, Juan Carlos del Olmo.
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