Palos de la Frontera volvió este sábado a activar su particular máquina del tiempo para convertirse en una localidad medieval en la XX Feria del Descubrimiento. Dos décadas ya recreando una época a través de actividades de todo tipo para todos los públicos en distintos puntos del municipio.

Tras los actos institucionales del viernes en el Monasterio de la Rábida, el regreso se ha vivido en todo su esplendor a partir del mediodía a través del Gran desfile de la llegada de los Marineros del Descubrimiento al Puerto de Palos en la Avenida de América. Más de 300 figurantes han participado en esta puesta en escena en la que no han faltado soldados, artesanos, damas y caballeros, indígenas e incluso reos que retrotraían al numeroso público asistente a siglos pasados. Todos bajo la atenta mirada del equipo de gobierno municipal con el alcalde, Carmelo Romero a la cabeza.

Un arranque de gala para dos días, sábado y domingo, repletos de propuestas desde que, una vez culminado este desfile, los cañones del Castillo han anunciado el comienzo de la Feria Medieval del Descubrimiento.

En esta edición el Ayuntamiento ha querido potenciar el teatro en las calles, para lo que ha contratado a más compañías tanto del municipio como foráneas, que ofrecen desde ayer y hasta hoy animaciones también en tres puntos diferentes del recinto ferial, una cada quince minutos.

El programa de actividades es extenso y además de estas teatralizaciones hay escalada de la Torre Vigía y descenso en Tirolina (para menores de 12 años en el Mirador de La Fontanilla, que acoge también tiro con arco y una escuela de esgrima tradicional) y talleres de escudos, cetrería, espadas, de vidrio, fragua o panadería, entre otros. No faltan tampoco interpretaciones de música medieval en distintos puntos del municipio y de danzas de la época, con escuela incluida. En total, se han instalado 180 puestos, veinte menos que en ediciones anteriores para dejar más espacio libre a los transeúntes.

La XX Feria Medieval del Descubrimiento vuelve tras dos años de parón por la pandemia y aunque la incidencia actual ha hecho factible la celebración, el Ayuntamiento ha previsto una organización que evite las aglomeraciones. Por ello, al menor número de puestos para ganar espacios libres y a la dispersión de las teatralizaciones se unen otras medidas como la circulación peatonal en un sentido para evitar cruces y la ampliación hasta 1.500 metros del espacio del Laberinto destinado a las actividades infantiles.

Son también jornadas de puertas abiertas en distintos espacios municipales como la Casa de Martín Alonso Pinzón, el Museo Naval, o el propio Ayuntamiento, mientras que regresa el concurso fotográfico medieval con premios de 500 y 300 euros a aquellos que capten las mejores imágenes.

El primer día de actividades para el público culmina con un gran espectáculo de fuego a las 23:30 y el cierre del mercado medieval en la medianoche. De nuevo, este domingo se desplegará toda la batería de actividades a partir de las 12:00 hasta que a las 22:30 los cañones del castillo vuelvan a tomar protagonismo, en esta ocasión para anunciar el final de una feria que palermos y visitantes llevaban esperando dos años.El Consistorio pone a disposición de los visitantes que acudan a la Feria 2.500 plazas de aparcamiento gratuitas situadas a 300 o 500 metros del recinto.

Las personas discapacitadas tienen reservadas quince plazas muy cerca de este espacio festivo, a tan sólo 80 metros. Hasta 65 agentes de la Policía Local garantizan la seguridad de los visitantes, un dispositivo que se completa con vigilantes y el apoyo de Protección Civil, la Guardia Civil y un retén de Bomberos, además de la instalación de grandes macetones de hormigón en las entradas peatonales. Unos cien operarios del Ayuntamiento de Palos han trabajado durante 18 días para la puesta a punto de una Feria que está de vuelta en las calles de la localidad.