26 de Julio de 2021, 14:34 en la localidad de Villarrasa comenzó la pesadilla en la que un total de 12 aeronaves y más de 100 efectivos fueron movilizados para luchar contra las llamas que engullían las tierras del pueblo.

El miedo, la angustia y la impotencia estaban en la garganta de muchos de los vecinos, que desde sus casas podían ver las columnas de humo y sentir la calor que desprendía el fuego.

Las llamas arrasaban con todo lo que se ponía en su camino y las condiciones meteorológicas no eran las idóneas para acabar con aquella situación.

La planta de reciclado situada en la zona afectada se vio fuertemente amenazada y algunos habitantes pudieron ser testigo de como las llamas se quedaban a las puertas de sus campos a punto de perderlo todo.

La zona conocida como El Vertedero ha quedado completamente calcinada, llevándose consigo mucha de la fauna y la flora autóctona.

Villarrasa está conmocionado, los vecinos sienten el paraje afectado como una parte de ellos y ¿qué se siente cuando te queman lo tuyo? Desolación, dolor y pena, así lo describen ellos. Porque los mayores lo recuerdan con cariño como la casa en la que crecieron y los pequeños han perdido una zona de reunión, recreo, desconexión y disfrute.

Además, les concierne el tiempo que va a tardar en regenerarse uno de los pulmones verdes del municipio, donde se desarrollaban actividades de caza y ganadería que difícilmente van a continuarse durante un largo periodo de tiempo.

“Nadie se podía imaginar esta desgracia” declaraba una vecina, que tachaba de “milagro” que el fuego no hubiese alcanzado los campos de la zona.

Otros muchos agradecen al Infoca, por el impecable trabajo que llevaron a cabo durante los momentos más críticos del incendio y dan gracias a que no ha ocurrido nada parecido a lo de Doñana y Almonaster.

Las 866 hectáreas de encinas, alcornoques, pinos, eucaliptos y matorral bajo están arrasadas y suponen una gran pérdida para el municipio.

El alcalde lo ve como una “etapa negra para el pueblo” debido a los momentos tan angustiosos vividos por la vecindad pero mira al futuro con las expectativas de recuperar parte de lo perdido y dejar a un lado lo ocurrido.

Villarrasa ahora pone el foco en salir adelante, esperando con ganas ayudas desde el ayuntamiento y la Junta para poder recuperar lo antes posible el emblemático paraje.