"Vendemos Doñana sostenible, pero si no lo sostenemos no es cierto"
Carmen Díaz Paniagua, investigadora científica de la Estación Biológica de Doñana, adscrita al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lleva veinte años trabajando en la Reserva de la Biosfera y conoce como nadie no sólo las poblaciones de batracios y tortugas que pueblan el lugar sino que ha tenido tiempo de asimilar la evolución de las lagunas peridunares del Espacio. Ha conseguido muchos datos y ahora acaba de recopilar en un trabajo los estudios más prestigiosos que abordan la importancia del agua en el Parque. Ha preparado un documentado texto que lleva por título 'Evidencias de la desecación de lagunas peridunares de la Reserva Biológica de Doñana: Necesidad de controlar la extracción de aguas subterráneas para el abastecimiento de la urbanización colindante: Matalascañas". El estudio, un verdadero recordatorio de consejos para evitar lo peor: que Doñana se seque, ha removido conciencias científicas, ecologistas, sociales y, las más duras, las políticas, a las que pone la cara muy colorada.
-Su análisis parece conllevar una catarsis sobre lo que ha pasado en la zona.
-La información suministrada en el estudio es una recopilación de los trabajos de expertos e hidrogeólogos desde 1991 hasta hoy. Y desde entonces se viene pidiendo una eliminación de los pozos. Todos los estudios predecían la desecación de las lagunas debido a esa actividad. Ahora, las evidencias indican que efectivamente algunas lagunas como El Brezo y Charco del Toro, las más próximas a los puntos de bombeo de agua- se han secado.
-¿Son suficientes pruebas para hablar de extrema gravedad de un problema?
-Parece que aún necesitan más evidencias para hacer algo. Hasta dónde tenemos que llegar. Me pregunto si se tiene que secar la Laguna de Santa Olalla para establecer los controles necesarios. El problema puede hacerse extensible con el tiempo a otras zonas del Parque, como predicen los expertos. Mi trabajo con anfibios hace que vea la realidad tal y como es.
-¿Y cómo es?
-Mientras vendemos que Doñana es sostenible no somos capaces de sostenerlo, entonces no es cierto. Los intereses económicos chocan claramente con su conservación.
-¿Hay soluciones?
-Una de ellas pasa porque la urbanización de Matalascañas no coja el agua que necesita de los niveles freáticos. Puede hacerse de la superficial. Y una urbanización de este tamaño debe tener aportes superficiales. Hay que gestionar las extracciones, establecer un control y no mirar para otro lado. Si no nos quedaremos sin Doñana.
-Desgraciadamente....
-No diga desgraciadamente, esa palabra conduce a un lamento por algo que ha sucedido y queda tiempo para evitar la desecación del Parque. Pero hay que actuar, controlar las extracciones de agua y tomar medidas. Parece que luchamos contra unos intereses económicos tan fuertes que hasta que no vean seco el Parque de Doñana no se lo van a creer.
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