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Veintinueve artistas participan en el Festival de Investigación Sonora Chicharra

Composición artística en Chicharra.

Composición artística en Chicharra. / M.G. (Huelva)

El Festival de Investigación Sonora Chicharra se celebrará en la localidad de Almonte el próximo 16 y 17 de septiembre. El festival se llevará a cabo en el Teatro Salvador Távora de Almonte. Chicharra Festival de Investigación Sonora es un espacio dedicado a la difusión de proyectos de investigación en arte y ciencia, un encuentro donde artistas y científicos locales e internacionales se reúnen para aportar desde diferentes perspectivas hacia un tema común.

El festival es también un espacio de pensamiento para reflexionar acerca de la relación del sonido con la sociedad. “El medio sonoro condiciona nuestra relación con el mundo y nos invita a comprender la realidad desde una perspectiva particular en la que la escucha se vuelve acto político”, aseguran desde la organización.

Chicharra es un espacio de acción en el entorno biológico de Doñana. “La ecología y la biología junto con el sonido de este lugar pueden generar situaciones de colaboración y convivencia que promuevan una cultura del cuidado interespecies más fuerte y sustentable”.

Para esta edición, dedicada a Los estados del agua,  la organización ha seleccionado a un total de 29 artistas como Sam Bland, Rodrigo Cantú, Jonatan de Jesús Carrasco Hernández, Werner Cee, Rocío Cerón, Miguel Contreras, Ilaria Degradi & Ramón Rodriguez o Eloisa Diez & Colectivo Maizal entre otros.

“Los estados del agua conciernen a nuestros cuerpos, la evolución de la vida en la tierra, siendo el elemento esencial de la vida misma y su continuidad. Convocamos al agua y con ella a la vida a través de su sonar. Lanzamos a la imaginación un acervo de posibilidades creativas donde la efímera realidad se disipa en un rincón de la memoria”.

“El agua está en todo, en diferentes estados de materialidad, ya sea sonido salado en las olas del mar, en el aguarrás, coloreada en el lienzo donde reposa el pincel, en la mezcla de las casas y sus paredes, en los excrementos, la saliva, el sudor y luego de vuelta en forma de lluvia; en el olor a vapor de café o a la claridad de las redes polares. Sus temperaturas reconfortan y queman, calman el dolor y relajan los músculos duros en las cascadas. Las aguas dulces son el soplo de conexión más profundo para el cuerpo palpitante”.

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