Vecinos por la limpieza de El Cantil

Los moradores de las casas aledañas a esta zona de la ría Carreras reclaman más atención por razones medioambientales y de salud Afirman que ratas y arañas campan a sus anchas

La playa de El Cantil, en Isla Cristina, al abrigo de la ría del Carreras. A la derecha, los chalés afectados.
La playa de El Cantil, en Isla Cristina, al abrigo de la ría del Carreras. A la derecha, los chalés afectados.
Dani Gómez Isla Cristina

02 de agosto 2014 - 05:01

Hartos ya de reclamar la situación "prácticamente insoportable" que padecen "tanto por los canales formales a través de escritos oficiales, como a nivel informal con llamadas de teléfono", y tras no obtener ningún tipo de respuesta, los vecinos de la zona de El Cantil, en la barriada de la Punta del Caimán de Isla Cristina, han decidido dar un paso más denunciando públicamente el estado de conservación del entorno en el que se encuentran sus viviendas, sobre todo de la denominada playa de El Cantil, en la ría Carreras junto al edificio El Faro.

En este sentido fuentes vecinales indicaron a Huelva Información que tanto las autoridades locales como los responsables del puerto deportivo ubicado a escasos metros de sus casas "hacen caso omiso a nuestras demandas". Y es que en un escrito remitido a esta redacción, aseguran que "a diario estamos soportando olores nauseabundos en nuestras viviendas", lo cual atribuyen al "arrojo irrespetuoso" en la playa del Cantil de "redes llenas de peces, tanto extendiéndolas como enterrándolas en la arena, produciéndose una descomposición orgánica con putrefacción a menos de seis metros de nuestras casas".

Una práctica que, según prosiguen, "causa que multitud de bichos vengan a alimentarse de esta basura", por lo que aseguran haber padecido ya este año una "plaga de arañas rojas que tuvo que fumigar el Ayuntamiento por la dimensión de la misma". Igualmente aseveran que tienen que soportar "ratas y ratones que se cuelan en nuestras casas y hacen peligrar las condiciones higiénico-sanitarias mínimas, máxime cuando en nuestra vecindad hay niños y niñas menores de edad".

Y todo esto, prosiguen, "sin contar la cantidad de basura de otra índole" que según ellos traen los responsables de depositar en dicho lugar las redes para "favorecer su labor", entre la que destacan "sofás, tubos de obra, barandillas de delimitación de obras, palés o ladrillos", favoreciéndose la "acumulación de basura por falta de limpieza".

Por otra parte aseguran no tener nada contra los responsables de las redes ya que "la vecindad comprende que estos marineros han estado históricamente en este lugar", a lo que añaden que "ellos también deben comprender que sus acciones contra el medio ambiente repercuten directamente en la vida cotidiana de los vecinos". "Pensamos que podemos convivir en armonía -añaden-, respetándonos mutuamente, cosa que no es así puesto que no se nos tienen en ninguna consideración".

Los vecinos afirman por otra parte sentir temor "por las posibles represalias que pudiéramos tener por parte de los propios marineros" y por ello desean guardar el anonimato en esta denuncia pública. Y es que según apuntan "ya han demostrado no tener capacidad de empatía suficiente para entender el alcance de sus actos y se producen enfrentamientos constantes entre la vecindad y los marineros".

Algunos de los vecinos consultados por este diario afirman que "no se puede vivir aquí y hay ocasiones en que el fuerte hedor nos obliga a tener incluso que irnos de casa a comer a un bar". Otro asegura que como consecuencia de la plaga de arañas rojas tuvo que vaciar toda su vivienda para desinfectarla mejor, así como lavar toda la ropa, camas y sofás, ante la invasión de arañas que sufrieron".

Muy indignado, otro de los vecinos del paseo marítimo de El Cantil asegura que la última rata que capturó en su casa fue "hace muy pocos días, y la cogí en la habitación de una de mis hijas menores". "Esto no hay quien lo aguante", concluyó.

Por otra parte lamentan que en esta zona de la ciudad "no hay servicio municipal de limpieza, por lo que los propios vecinos nos hemos encargado de comprar papeleras y de vaciarlas cada cierto tiempo".

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