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La UHU investiga la selección genética de encinas como solución a la seca

  • La doctora Isabel León propone la reforestación con las familias que se han mostrado más resistentes a la enfermedad En los campos de Andalucía hay 465 focos afectados

Una investigación desarrollada en el seno de la Universidad de Huelva propone la reforestación con ejemplares seleccionados genéticamente como posible solución viable a la seca del encinar, una patología de la que en Andalucía se localizan 465 focos, la mayor superficie de todo el país.

El estudio, liderado por la doctora en Ciencias Ambientales Isabel León, parte de la realidad de que el decaimiento severo de especies de quercus en la cuenca mediterránea, especialmente de encina y alcornoque, se debe a una enfermedad originada por el oomiceto (o patógeno) Phytophthora cinnamomi Rands, comúnmente conocida como seca.

Para hacer frente a ello propone la selección genética de las familias de quercus más resistentes a esta enfermedad para conseguir plantas tolerantes al patógeno, una solución que se plantea como estrategia viable para la recuperación de encinares deteriorados en la zona del suroeste peninsular.

Este trabajo toma como punto de partida diferentes estudios sobre la capacidad de resistencia a la patología estudiada de determinadas familias de quercus, habitualmente controlada por genes individuales de resistencia en el árbol hospedador del oomiceto.

De este modo, según sostiene Isabel León Sánchez, la tolerancia de individuos de encina y alcornoque al patógeno analizado podría estar relacionada con la resistencia de determinadas familias a la infección y así establecer una selección de individuos potencialmente resistentes a este oomiceto.

En esta línea, el objetivo principal de esta investigación ha sido establecer la selección de familias de encinas y alcornoques que presenten un alto grado de tolerancia a la Phytophthora.

El estudio ha determinado dos tipos de estrategias de respuesta a la enfermedad por parte de los ejemplares afectados: por un lado, familias que aun conviviendo con el patógeno mantienen un elevado potencial hídrico y desarrollan raíces permitiendo el desarrollo de la planta y por otro, familias que toleran la deshidratación y aun con valores de potencial hídrico bajos son capaces de desarrollar su sistema de raíces secundario en presencia de la infección.

Asimismo, se ha verificado que la variabilidad entre progenies o familias en la tolerancia a la enfermedad generada por el oomiceto P. cinnamomi, existe tanto en plantas de encina como de alcornoque.

Como aplicación de la investigación Sánchez propone dos tipos de actuaciones de cara a la recuperación del encinar, por un lado actuaciones de siembra en vivero de semillas recolectadas de los progenitores clasificados como tolerantes que, una vez establecidas, se podrán insertar en programas de reforestación de bosques en zonas afectadas por la enfermedad.

Por otro, propone establecer líneas de propagación in vitro de individuos destacados dentro de familias tolerantes, para incluirlas en programas de rehabilitación de bosques afectados por la patología, de forma que se obtendrían clones de individuos de familias tolerantes y así se conseguirían plantas tolerantes genéticamente.

De esta forma, asegura la autora, se obtendrían clones de individuos de familias tolerantes y así se conseguirían plantas tolerantes genéticamente para la recuperación de bosques afectados en el suroeste de la Península Ibérica, así como para la reforestación de tierras agrícolas marginales y recuperación de superficies incendiadas.

No obstante, con respecto a esta propuesta de acciones de recuperación y conservación, la doctora León Sánchez advierte de que "cualquier medida se encontraría amenazada por una posible adaptación genética del patógeno o bien por un incremento de la susceptibilidad de las plantas al sometimiento continuado a la infección".

Selección de progenies de encina (Quercus ilex L.spp ballota) y alcornoque (Quercus suber L.) tolerantes al patógeno Phytophthora cinnamomi Rands es una tesis doctoral dirigida por Raúl Tapias Martín, del departamento de Ciencias Agroforestales (Escuela Técnica Superior de Ingeniería) de la Universidad de Huelva, y obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude.

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