"Trabajo por una Hermandad abierta a sus hermanos y a Almonte"

Juan Ignacio Reales. Presidente de la hermandad matriz

El máximo representante de la Matriz reafirma su intención de presentarse a la reelección porque "queda mucho trabajo por hacer". El centenario de la coronación, próxima meta.

Juan Ignacio Reales, en la ermita de la Virgen del Rocío.
Juan Ignacio Reales, en la ermita de la Virgen del Rocío.
Carlos López Almonte

02 de marzo 2015 - 05:01

Lleva casi cuatro años como presidente dirigiendo los designios de la Ilustrísima Hermandad Matriz del Rocío de Almonte. Desde entonces, Juan Ignacio Reales, doctor en Derecho y profesor de la Universidad de Sevilla, ha trabajado de forma intensa para dar servicio a la Hermandad y a la Virgen. En el último cabildo general, Reales anunció su voluntad de "dar el paso" y liderar una candidatura que aúne la experiencia de antiguos miembros de la Junta de Gobierno con la savia nueva de jóvenes ávidos de aportar su granito de arena por contribuir a engrandecer una de las devociones marianas más universales.

-Ha mostrado públicamente su voluntad de renovar la confianza de los almonteños para continuar al frente de la Hermandad. ¿Qué le ha motivado a dar este paso?

-Ante todo, mi devoción por la Virgen, siendo consciente que estar siempre disponible para Ella, y más desde este cargo, no sólo es una obligación sino también un honor. Doy este paso desde el sentido de responsabilidad y de servicio que siempre me ha guiado, para seguir trabajando por un proyecto en el que queda mucho trabajo por hacer; un proyecto que prioriza el contacto y la cercanía con nuestros hermanos, la formación de los jóvenes y la ayuda a los más necesitados. Quiero contribuir en lo que pueda, desde la experiencia de estos años, a seguir difundiendo y haciendo más grande, también en autenticidad, la devoción a la Patrona de Almonte, la Virgen del Rocío. También me motiva sentirme con la misma ilusión que hace cuatro años, contando con el apoyo de mi familia y la plena confianza de la Junta de Gobierno de la Hermandad, al encomendarme que encabece de nuevo la candidatura oficial que, según nuestras reglas, hemos de presentar.

-¿Veremos alguna incorporación importante a su próxima Junta de Gobierno?

-Aunque esta Junta se renovó en gran parte tras las elecciones pasadas (13 miembros de los 18 se incorporaron hace cuatro años) siempre es conveniente la renovación para dar paso a otros hermanos que aporten nuevas ilusiones, ideas e iniciativas a la Hermandad, amén de dar la oportunidad a otras personas de conocer y aprender de esta experiencia tan apasionante, llena de retos y de compromisos, estando siempre muy cerca de la Virgen. Sólo así se asegura el futuro de la Hermandad, contando siempre con personas preparadas. En este caso, además, las incorporaciones serán las necesarias para cubrir las vacantes que voluntariamente, por razones laborales o familiares, han dejado algunos miembros de la Junta actual, que han hecho gala de una generosidad encomiable al dar paso a nuevos hermanos.

-¿Algún hermano le ha trasladado su voluntad de presentarse?

-Sí, han venido algunos hermanos mostrándome su disponibilidad para incorporarse a la Junta. Y también yo me he dirigido personalmente a algunos de ellos para ofrecerles su incorporación, encargo que han aceptado con ilusión, generosidad y gratitud.

-¿Qué requisitos ha de poseer quien aspire a representar el fervor de un pueblo hacia la Virgen del Rocío?

-Han de ser hermanos con cinco años de antigüedad en la Hermandad y veinticinco de edad, como mínimo, que den testimonio de los valores cristianos y de su comunión con la Iglesia y que no tengan vinculación con partidos políticos o administraciones públicas.

-El Museo de los Tesoros de la Virgen del Rocío ha sido uno de sus proyectos más importantes en esta primera legislatura. ¿Cuáles proyecta desarrollar, de volver a contar con la confianza de los almonteños?

-Ciertamente el Museo, ya felizmente concluido, ha sido un proyecto muy importante y necesario para la Hermandad, que ha venido a dar solución a la acuciante falta de espacios adecuados para la debida conservación de elementos de extraordinario valor que integran el patrimonio histórico-artístico de la Hermandad, muy especialmente del ajuar de la Santísima Virgen. Al mismo tiempo, nos ha permitido su exposición, transmitiendo un mensaje de autenticidad sobre la devoción rociera. Pero también han sido retos igualmente importantes la última Venida de la Virgen, el Año Jubilar, el Bicentenario del Rocío Chico, o el trabajo constante con los jóvenes, las actividades formativas y culturales, o la ayuda a tantas personas e instituciones que nos necesitan. Mi intención en los próximos años es seguir trabajando en esa línea, la de una Hermandad abierta a sus hermanos, al pueblo de Almonte, a las hermandades del Rocío y a otras de penitencia o gloria, con las que también tenemos que colaborar y buscar puntos de encuentro. Afronto con especial ilusión la celebración, en el año 2019, del primer centenario de la coronación canónica de la Virgen. Pondremos en ello nuestro mejor empeño y la experiencia que tenemos, para conmemorar tan significativo acontecimiento de la historia del Rocío y de Almonte.

-Ha tenido la suerte de vivir el regreso de la Pastora a Almonte y del Año Jubilar. ¿Con qué momento se queda a nivel personal?

-Me resulta muy difícil elegir sólo un momento, pero si tengo que hacerlo, respondiendo a su pregunta, personalmente me quedaría con la procesión extraordinaria del 19 de agosto de 2013, con motivo del bicentenario del Rocío Chico. Para mí fue una de las procesiones mas bellas que he vivido, y de las que más he disfrutado con mi familia, con mi pueblo y con la Virgen.

-¿Cómo se ha visto afectada la vasta labor social que desempeña la Matriz a raíz de la crisis económica?

-Pues en el sentido de que hemos tenido que atender muchas más necesidades que antes, sobre todo en lo referente a personas y familias de nuestro pueblo, ayudándoles en sus necesidades más básicas con la entrega de alimentos, ropa, medicinas, becas de estudio… En estos años hemos tenido que recortar gastos en muchas actividades de la Hermandad, pero el presupuesto de nuestra Delegación de Caridad ha sido el único que se ha visto incrementado.

-La familia rociera continúa creciendo a pesar del avance de un sector de la sociedad que se define como anticlerical. Imagino que El Rocío es un espejo en el que mirarse otras devociones, ¿no cree?

-La verdad es que la devoción a la Virgen del Rocío siempre ha estado muy ligada al pueblo, a las personas de fe sencilla y sincera, y transmitida en el seno de la familia, de padres a hijos, de generación en generación. Esta realidad se ha conciliado con el hecho de que el Rocío es, ante todo, una realidad de fe y que, aun con nuestras propias características y particularidades, formamos parte de la Iglesia. También estoy convencido de que a ello ha contribuido la manera de ser generosa y acogedora del pueblo de Almonte, custodio fiel de su Patrona, pero orgulloso de que esta devoción se extienda por todas partes, así como el buen hacer de la Hermandad Matriz, no sólo de esta Junta, sino también de las anteriores. Por todo ello, el Rocío ha mantenido mucho de su autenticidad, a pesar de haber seguido creciendo exponencialmente en los últimos años y ser punto de referencia y de encuentro para otras muchas realidades.

-¿Está fallando la Iglesia a la hora de trasladar el papel social que desempeña y el mensaje de bien que predican los católicos?

-No creo que esté fallando, ni tampoco que esa sea la misión de la Iglesia. La misión de la Iglesia es anunciar el Evangelio, con palabras y con obras, y en ese sentido creo que sigue cumpliendo fielmente sus fines. Además, la Iglesia somos también nosotros, las hermandades y los devotos de la Virgen. Lo que sí creo es que, imponiéndose las tesis en muchos sectores de la sociedad, de un laicismo mal entendido, se ha creado un ambiente muy injusto de intolerancia y hostilidad hacia la Iglesia, con amplio apoyo en los medios de comunicación, que tenemos todos el deber de denunciar y de contrarrestar, dando testimonio de los valores que compartimos y de la fe que profesamos.

-¿Ve posibilidades de salvar el puente de La Canaliega más allá de las promesas electorales que se incrementan con la cercanía de las elecciones autonómicas?

-Pues quizá me deje llevar por un cierto optimismo, pero creo que hay posibilidades de que el puente se mantenga. Parece que la Administración competente, la Junta de Andalucía, se ha convencido de lo absurdo de su derribo, que resultaría del todo antisocial y antieconómico, al haberse demostrado que no causa daño alguno al medio ambiente. Me consta que se va a solicitar una modificación de la Declaración de Impacto Ambiental, realizada hace cerca de veinte años, que es la que obligaba a su derribo. En cualquier caso, no debemos bajar la guardia, y, además, el puente no es sino una parte del enorme problema creado por la nefasta variante de El Rocío, que es la que está causando un daño y un riesgo enorme al Rocío, a sus visitantes y habitantes, y eso es lo que requiere una solución definitiva y urgente.

-¿Cree legal una tasa como la que el Ayuntamiento de Aznalcázar había planteado para las hermandades por cruzar su término municipal?

-Creo que había serias dudas sobre su legalidad, pero de lo que no había duda alguna era de su carácter injusto y abusivo para con las Hermandades del Rocío. Como afortunadamente se ha retirado la ordenanza, mejor no darle más vueltas y dar por bueno el resultado al que hemos llegado.

stats