Uno de los dos hombres detenidos –actualmente en libertad y a la espera de juicio-, por su presunta implicación en la muerte violenta de otros dos varones cuyos cuerpos sin vida fueron hallados en el fondo de un pozo en Cartaya en abril de 2019, ha recibido en la tarde de este miércoles un impacto de bala que le ha causado una herida por la que fue trasladado al Hospital Virgen de la Bella de Lepe.

Según ha podido saber esta redacción, los hechos han tenido lugar pasadas las seis de la tarde de este miércoles en una zona rural de Cartaya próxima al lugar donde aparecieron en 2019 los dos cadáveres en el interior de un pozo, donde al parecer lo habrían esperado los autores de los disparos, al menos dos personas, que abrieron fuego contra él.

Las fuentes consultadas por este diario han indicado que uno de los disparos habría atravesado una parte de su cuerpo de forma limpia y sin causar daños en órganos vitales, por lo que en estos momentos se encuentra fuera de peligro, aunque ingresado.

Al parecer, el herido solía pasar prácticamente a diario por el lugar donde ha sido este miércoles tiroteado, circunstancia que ha sido aprovechada por los autores de los disparos, que lo han esperado en el interior de un vehículo.

Nada más tener conocimiento de los hechos, la Guardia Civil ha montado un operativo de búsqueda destinado a identificar y localizar a los autores de los disparos.

Los hechos se remontan al 16 de abril de 2019, cuando fueron hallados los cadáveres de dos hombres en el fondo de un pozo, en el término municipal de Cartaya, los cuales tuvieron que ser rescatados por los bomberos. Dicho pozo se localiza en una finca cercana al camino de Las Avezanas, a poco más de cuatro kilómetros del núcleo urbano.

Ambos presentaron signos de violencia -uno un disparo y el otro lesiones en la cabeza- lo cual llevó a los investigadores a sospechar desde el primer momento en un posible ajuste de cuentas que podría estar relacionado con el narcotráfico.

La Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional de Huelva se hizo cargo desde el primer momento del luctuoso caso, pese a que la zona es demarcación de la Guardia Civil, ya que desde el primer momento se sospechó que podría tener algún tipo de vinculación con la desaparición unos días antes del joven Samuel Vizcaya en la capital onubense, así como con la de otro hombre en circunstancias también muy extrañas.

El herido, que fue detenido e ingresado en prisión varios días después de la aparición de los dos cadáveres en Cartaya, se encuentra actualmente en libertad y a la espera de juicio, fechado para el próximo día 16 de octubre.

Tras su detención junto a un segundo sospechoso, ambos habrían reconocido su implicación en los hechos.

La investigación comprobó que los dos cuerpos sin vida hallados en el pozo de Cartaya eran los de Samuel Vizcaya (25 años) cuya desaparición fue denunciada hallarse su coche calcinado en los alrededores del cementerio de Huelva; y Manuel Granado (37 años), natural de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), pero vecino de Huelva capital, el cual se encontraba entonces igualmente en paradero desconocido.