Taxis accesibles para todos
lucha contra las barreras
Un proyecto destinado a los municipios menores de 20.000 habitantes impulsa la adaptación de estos vehículos para personas con discapacidad
Jesús Mántaras procede de una familia de taxistas y ahora es él el que se dedica a esta profesión. Asegura que, cuando era niño, veía a su padre a todas horas con su taxi y pensaba que las siglas SP que figuraban en el vehículo querían decir "Súper papá". Más tarde descubrió que significaban Servicio Público, algo que considera "muy importante, porque eso es lo que hacemos los taxistas, estamos ofreciendo un servicio a los ciudadanos". A lo largo de su trayectoria profesional en este sector afirma que, por desgracia, ha visto muchas cosas, como por ejemplo "vecinos que no podían salir de sus casas o acceder a otros servicios públicos porque no podían subir al coche".
Este taxista sanjuanero consideraba que esta situación había que cambiarla. Por eso, presentó un proyecto a la alcaldesa de su municipio, Rocío Cárdenas, y la diputada de Bienestar Social, Aurora Vélez, y ambas "vieron que era necesario propiciar que haya taxis adaptados para las personas con discapacidad o problemas de movilidad". Todo comenzó poco a poco a tomar forma y ayer se presentó en la Diputación el proyecto para la creación de una red provincial de taxis adaptados a personas con movilidad reducida, que cuenta con la financiación de la Fundación La Caixa y con la participación de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) en Huelva.
Este proyecto se destina a los municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia. Para la creación de esta red, la Fundación La Caixa, a través de Cocemfe, financiará con 2.500 euros la adaptación de cada vehículo destinado a este fin con el objetivo de que pueda prestar servicio a personas con problemas de movilidad. Mántaras es, de hecho, el primer taxista de la provincia en acogerse a esta iniciativa y espera contar en breve con su vehículo adaptado para poder trasladar a estos ciudadanos a donde necesiten.
Para la diputada de Bienestar Social, Aurora Vélez, la eliminación de barreras de movilidad a través de este proyecto contribuirá a que estas personas "puedan participar de forma plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía". El proyecto se iniciará en los municipios cabeceras de cada una de las nueve zonas de trabajo social de la provincia, abierto al colectivo de taxis interesados de estas localidades. El índice de licencias de este servicio público en toda la provincia se sitúa en 453, aunque en el caso de los pueblos menores de 20.000 habitantes se reduce a 126.
Vélez agradeció tanto a los ayuntamientos como a las entidades colaboradoras su "contribución esencial" para la creación de esta red provincial e hizo un llamamiento a los taxistas para que se sumen a la iniciativa.
La directora del Área de Negocio de Caixabank en Huelva, Rocío de la Cinta Pizarro, aseguró que en cuanto recibieron la petición por parte de la Diputación vieron que era un proyecto "muy bonito y muy necesario", por lo que decidieron apoyarlo.
En el acto también estuvo presente la presidenta de Cocemfe en Huelva, Rocío Pérez, quien insistió en que "si mejoramos la accesibilidad crecemos globalmente como sociedad" y recordó que, en algunos casos, "se dan situaciones terribles, de personas que no pueden acceder a servicios públicos, como por ejemplo ir a una consulta médica, por no contar con un medio de transporte adaptado". Por eso, reiteró el llamamiento a los taxistas de los municipios menores de 20.000 habitantes para que se sumen a la iniciativa. Por su parte, la alcaldesa de San Juan del Puerto, Rocío Cárdenas, se mostró sumamente orgullosa de que haya sido un taxista de San Juan el impulsor de la iniciativa y el primero en acogerse a esta red provincial.
Estar dotado de un habitáculo que permita viajar al pasajero de frente o de espaldas al sentido de la marcha, nunca transversalmente; disponer de un respaldo con reposacabezas fijo, así como de anclaje para una silla de ruedas y cinturón de seguridad de al menos tres puntos de anclaje para el ocupante, son algunos de los criterios imprescindibles para que un vehículo pueda ser considerado taxi accesible. Otras consideraciones se relacionan con la facilidad a la hora de ofrecer información en diferentes formatos (braile, caracteres ampliados, lectura fácil...) y a la aceptación en el vehículo de perros-guía y de asistencia que estén debidamente identificados.
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