Un TAC certifica el "perfecto" estado de la Virgen de La Bella

La imagen llevaba 32 años sin ser examinada, tras la restauración de 1982 Se prepara un recibimiento especial para el último fin de semana de este mes

La imagen de La Bella procesiona poco después de salir de la Iglesia.
La imagen de La Bella procesiona poco después de salir de la Iglesia.
Dani Gómez Lepe

14 de noviembre 2013 - 05:01

Tal es la devoción que los leperos sienten por su Patrona, la Virgen de la Bella, que en su afán de cuidar, conservar y mimar al máximo su venerada imagen, la actual junta de gobierno de la hermandad decidió trasladarla el pasado jueves, 31 de octubre al Centro Nacional de Aceleradores (CNA), ubicado en la Isla de la Cartuja de Sevilla, donde se le ha practicado una Tomografía Axial Computarizada (TAC), una técnica de imagen médica que utiliza radiación X para obtener cortes o secciones de objetos anatómicos con fines diagnósticos. El resultado de la prueba, que se solicitó de froma preventiva: La Bella goza de prefecto estado de salud

Según relató a Huelva Información el actual hermano mayor de la Muy Ilustre, Fervorosa y Franciscana Hermandad de Nuestra Señora de la Bella, José Manuel Rodríguez, que accedió al cargo hace ahora justo un año, la imagen de La Bella llevaba ya 32 años sin ser examinada a fondo desde la última restauración que se le practicó en 1982.

No obstante y como a cualquier paciente, la venerada imagen, según destacó Rodríguez Lagos, es sometida cada dos años a una revisión exterior y superficial con el objetivo de llevar un mantenimiento constante de la misma "sobre todo para poder detectar y arreglar posibles daños derivados de los cultos que protagoniza a lo largo del año" como traslados y procesiones, la romería en su honor o la entronización que se celebra cada verano en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán previa a las fiestas patronales del municipio.

Pero el principal objetivo de esta iniciativa es "conocer cómo está la imagen por dentro después de 32 años, y qué mejor forma que someterla a un TAC, que nos da una prueba mucho más definitiva y concluyente del estado de su interior", detalló el hermano mayor. Además, dijo, "aprovechamos de paso las posibilidades que nos ofrece la implantación de nuevas tecnologías ya que antes no existía este centro en Sevilla". También se ha aprovechado para hacer un examen y una revisión mucho más completa del actual estado de su policromía con el objeto de corregir posibles desperfectos.

Por lo pronto, y según la hermandad, las valoraciones efectuadas tras las pruebas radiológicas del escáner por el profesor Francisco Arquillo Torres y su equipo de trabajo, responsables de este estudio, así como de la última restauración que se practicó en 1982 a la imagen, han determinado que ésta se encuentra en un "excelente estado de conservación".

No obstante, y aprovechando la ocasión, se ha efectuado una limpieza superficial de su policromía destinada a devolverle su viveza y tonalidad perdidas por el paso del tiempo y la exposición al culto. Según las indicaciones que el grupo de expertos han trasladado a la hermandad, estos últimos trabajos "siguen el ritmo programado".

Tal es la alegría que estas noticias están provocando entre los leperos en general, y entre los miembros de la junta de gobierno de la hermandad en particular, que ya se está preparando en Lepe un recibimiento de la imagen por todo lo alto. Se prevé que tendrá lugar el último fin de semana de este mes.

Para informar de todos los detalles de tal acontecimiento, la hermandad tiene previsto presentar todas las actividades que se están programando en la ciudad con motivo del recibimiento de la Patrona, para los cuales esperan contar con la participación de todo el pueblo de Lepe, así como de numerosas personas de todas las localidades de la comarca para mostrar su devoción hacia la Bella.

La historia de la imagen de la Virgen de la Bella está directamente relacionada con los monjes franciscanos que se establecieron en el convento de San Francisco del Monte, en las cercanías de la Torre del Catalán, desde el año 1430, gracias al noble don Francisco Luján. Los frailes tuvieron posteriormente que trasladarse a la cercana ermita de Nuestra Señora de los Remedios, para poder realizar un nuevo convento que, tras la aparición de la imagen mariana, fue nombrado como Convento de Nuestra Señora de la Bella.

La leyenda sobre el hallazgo de la imagen está narrada por primera vez en un escrito del fraile Fernando de San José, residente del convento, en el año 1673. La misma narra que el 15 de agosto, alrededor del año 1484, mientras paseaban los frailes por las orillas de El Terrón, una embarcación tripulada por tres marineros se paró junto a ellos para bajar de dicha embarcación junto con una caja de madera, rogando a los frailes que la custodiasen en el convento hasta el momento en que pudiesen volver a por ella.

Los franciscanos aceptaron tal tarea, y durante unos años estuvo guardada bajo la protección del cenobio, hasta que un día un fraile de la Orden Tercera de San Francisco pidió abrir la caja en presencia de todos los hermanos. Tras ser favorablemente resuelta su petición, ésta fue abierta apareciendo en su interior la Sagrada Imagen. Decidieron colocarla en el retablo mayor de su iglesia y al extenderse la noticia comenzaron a llegar para visitarla fieles procedentes de todos los puntos de la comarca.

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