La Hermandad de Santa María de España quiso honrar en la tarde del miércoles la fiesta de la Inmaculada por primera vez en la Ermita de Sotiel Coronada, una de las ermitas más antiguas de la Península Ibérica. Como dijo el oficiante, “no hay mejor lugar para celebrar a la Patrona de España, la Inmaculada, que en una ermita donde se venera a la Virgen con el nombre de nuestro país".

Se cuenta que en dicha ermita está enterrado don Rodrigo, el último rey visigodo, malherido y masacrado tras la cruenta guerra frente a los musulmanes en Guadalete. Así rezaba una lápida de mármol en la ermita (hoy desaparecida): “Hic requiesctie Rudericus rex gothorum”. La lapida se conservó hasta 1.936.

En una tarde lluviosa fueron muy numerosos los devotos de esta advocación que se desplazaron desde Beas y desde Sotiel Coronada, encabezados por su alcaldesa pedánea, para la celebración litúrgica. Es el pueblo de Beas el que se ocupa de esta ermita, a pesar de estar en el término de Sotiel (Calañas), pues cuenta la leyenda que fue un cazador de Beas el que la encontró.

Así lo narra un documento de 1770: “Y en la perdida de España se fue ocultando con el bosque de dichos montes y no se supo de tal ermita hasta que la casualidad la descubrió porque está en paraje muy escusado y oculto por la eminencia de los montes y cabezos peñascosos que la circundan en sus faldas. Los cazadores eran naturales de Beas y por lo tanto observan en la costumbre de venir el primer domingo de septiembre de cada año una hermandad que conserva la devoción a nuestra Señora a trazarle la fiesta de iglesia con la solemnidad que cabe...”

Dada la rareza de esta advocación mariana, es posible vincular esta ermita con la Orden de Santa María de España o de la Estrella. Tras la celebración litúrgica, oficiada por el fraile del monasterio de La Rábida, José Luis Millán Romero, se bendijo el Belén, que es una reproducción en miniatura de la Ermita realizada por Francisco Mateo Sayago y Juan Domínguez (directores artísticos del Belén Viviente de Beas).

Dicho Belén hace las delicias de propios y extraños, sobre todo de los niños, ya que son muchos los visitantes que en estos días se acercan al templo por su singular historia y tradición, la mayoría de ellos senderistas que en sus rutas por los bellos parajes de Sotiel se detienen en el lugar.

Por último la Hermandad de Santa María de España obsequió a los numerosos asistentes con un café con dulces, donde se terminó cantando villancicos para inaugurar oficialmente la Navidad en Sotiel Coronada.