Sólo dos de los cinco grandes hoteles se arriesgan a abrir todo el año
La oferta invernal y el golf son incapaces de romper la estacionalidad en el sector turístico · Las plantillas quedan reducidas al mínimo aunque los establecimientos mantienen la calidad del servicio
La temporada invernal amenaza la estabilidad hotelera de Islantilla. Uno de los más claros ejemplos de la lucha por evitar la estacionalidad ha sido la inquietud de los establecimientos en anteriores inviernos, trayendo a la zona a grupos de turistas para intentar dar vida a un lugar que se encuentra abarrotado en verano pero queda desierto después de la temporada estival. Pero el resultado no ha sido el esperado y prueba de ello es que, de los 5 establecimientos de gran capacidad de la zona, sólo 2 van a mantener actividad todo el año. Los otros tres tienen previsto cerrar en el periodo entre diciembre y enero.
El primero que ha puesto en marcha el anuncio del cierre ha sido el Confortel Islantilla, que ha llegado a un acuerdo para aplicar un expediente de regulación de empleo que afecta a todos los contratos indefinidos del establecimiento, un total de 43 trabajadores. El ERE afectará a la plantilla del hotel durante los próximos cuatro meses y además existe la opción de ampliarlo durante dos meses más, en función de las necesidades "y siempre de acuerdo con el comité de empresa".
Los 43 trabajadores son el grueso de los contratos indefinidos de la empresa, que tiene una plantilla media de 85 trabajadores, que en verano, por las necesidades especiales de la zona vacacional, asciende a más de 100 personas. Desde la empresa apuntan que se intentará ajustar la actividad del hotel a la estacionalidad. El hotel Confortel de Islantilla es el más grande de la cadena, con 344 habitaciones, y fue el primero que abrió en el complejo turístico que gestionan los ayuntamientos de Lepe e Isla Cristina.
El que apuesta por continuar de forma estable es el hotel Oasis. Este establecimiento va a seguir abierto porque fundamentalmente acogerá a grupos de jubilados dentro del programa gubernamental del IMSERSO. Fuentes del hotel señalan que los turistas de este colectivo, además de la estancia en el hotel, se dispersan por la comarca haciendo turismo y compras. Se nota que van incrementando su poder adquisitivo, porque gastan más y hacen más compras. Con esta afluencia de turistas mayores procedentes de otros lugares de España el hotel conseguirá tener abiertas sus instalaciones y ofrecer servicio tanto a los grupos organizados como a las personas que quieran utilizar el establecimiento en otoño. El Oasis se vende también como destino a los jugadores de Golf de los países del Norte de Europa, cuyos campos se encuentran congelados en invierno. Aquí se oferta el campo de Golf de Islantilla. A pesar de ello, el Oasis no contará con el mismo personal que en verano porque la ocupación será mucho menor. Permanecerá sólo con el personal fijo, mientras en el estío se recurre a contratación temporal para atender la alta demanda.
El golf es el motor principal del hotel Islantilla Golf Resort, ya que este establecimiento situado en el mismo campo es el responsable de su funcionamiento y organización. Por este motivo mantiene la actividad todo el año sobre todo para poder seguir dando el servicio de golf a abonados y usuarios. Desde el hotel se indica que el turismo de golf es estable y, aunque hace años cerraba en invierno, ahora apuesta por seguir abierto todo el año. Para ello tienen que hacer muchos ajustes y utilizar la plantilla en función de la demanda reduciendo ésta al mínimo, sobre todo en periodos en que la ocupación alcanza un 8% de la capacidad total del establecimiento. Eso sí, los ajustes de plantilla se dimensionan teniendo en cuenta que no se puede bajar la calidad del servicio. En cambio la apuesta por el turismo de golf tiene la ventaja de que se trata de unos usuarios muy fieles y que hacen casi toda su actividad entre el campo de golf y el hotel. Son clientes que gastan y consumen casi exclusivamente dentro de las instalaciones porque su deseo principal es jugar al golf.
El hotel Puerto Antilla tiene previsto mantener la actividad hasta pasado el puente de la Inmaculada. Estiman que la actividad se concentrará, sobre todo, en las escapadas de fin de semana. Este establecimiento es el centro hotelero que cuenta con mejores instalaciones para actividades de congresos y exposiciones, así que los clientes durante los meses de otoño también están relacionados con este tipo de eventos. En cuanto, a la situación laboral, en este periodo invernal la plantilla se reduce a lo que se denomina fija, buscando refuerzos individuales en la medida que se haga necesario atender la demanda. Tras el periodo invernal el hotel Puerto Antilla espera abrir sus puertas de cara a la nueva temporada en torno al día de San Valentín.
Sobre mediados de febrero, concretamente el día 12, está previsto que abra de nuevo el hotel Iberostar de Islantilla que tiene previsto cerrar sus puertas el próximo 11 de noviembre. Este hotel de 4 estrellas es probablemente uno de los que antes clausure sus instalaciones en un otoño en el que resulta difícil rentabilizar la actividad por la baja ocupación. Fuentes de la empresa aseguran que prefieren cerrar las instalaciones por la poca actividad que se prevé. Además creen que determinadas áreas de negocio, como el hospedaje de grupos del IMSERSO, no son actividades muy interesantes por la baja inversión que generan estos grupos. Desde la empresa destacan que el verano fue bueno con unos índices de ocupación muy altos pese a que se presentaba como una mala temporada. De momento el otoño se aprovecha para dar descansos y días libres al personal fijo del Iberostar.
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