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Aparece un centenario símbolo masón en el mercado municipal de Nerva

  • El hallazgo reafirma el origen de una población emancipada y construida sobre la estética y la simbología las logias locales

Símbolo masón encontrado en el mercado de abastos de Nerva.

Símbolo masón encontrado en el mercado de abastos de Nerva. / Juan A. Hipólito

‘La Escuadra y el Compás y El Ojo que Todo lo Ve’ han sido localizadas, unidas en un solo símbolo, enterradas por el tiempo y las manos de pintura, sobre los cerrojos del mercado municipal de abastos de Nerva. El Guardia Civil Diego Rodríguez, gran aficionado a la historia, ha sido la persona encargada de comunicar el hallazgo que se suma a los numerosos indicios que constatan los orígenes masónicos de la localidad minera.

En el trabajo de investigación realizado sobre este descubrimiento por José Luis Lozano Álbez se apunta a que “esta simbología proviene del arquitecto municipal Moisés Serrano y Mora, que dejó su significativa huella en Nerva, pues además de ser el autor del mercado de abastos local en 1909, también diseñó y realizó el Teatro Victoria en 1910”.

En lo que al significado de los emblemas encontrados se refiere, Lozano destaca que “la escuadra y el compás conforman el símbolo más distintivo de la masonería, pues ambos son instrumentos de medida imprescindibles para los arquitectos, siendo interpretados como la representación de la dualidad entre el mundo terrenal y el mundo espiritual. Mientras la escuadra encarna el equilibrio de la medida justa, la estabilidad, el instrumento que permite medir las propias acciones en consonancia con los principios de la masonería; el compás, en cambio, traza el círculo que simboliza los límites de las propias acciones. Representa la frontera entre las limitaciones de los humanos y la eternidad.

Por otra parte, ‘El Ojo que Todo lo Ve’ es utilizado para representar al Gran Arquitecto del Universo, ocupando siempre la parte central, el ansiado equilibrio entre el Sol y la Luna. Suele utilizarse para reforzar su carácter de omnipresencia y observación de los actos de los humanos. Ambos, juntos, implantados por un arquitecto en una edificación, representan su firma y con ella el sello inconfundible que encarnaba el progreso civilizado que conllevaba la construcción de un mercado que unificase los abastos con la mejora de las circunstancias sanitarias de los mismos”.

El investigador local recuerda que “la primera logia que se constituye en Huelva es ‘El Triángulo’ en 1870; la primera en la Cuenca Minera es la ‘Diógenes Nº 184’ de Minas de Riotinto en 1884; y la primera que lo hace en Nerva es la ‘Copérnico Nº 210’ en 1886. A esta última le seguirían la ‘Triángulo Emancipación Nº 52’ en 1897 y, sobre todo, por su importancia, la ‘Fraternidad Nº 245’ en 1899”, aclara Lozano.

Entrada al mercado de la localidad minera. Entrada al mercado de la localidad minera.

Entrada al mercado de la localidad minera. / Juan A. Hipólito

Centrándose en la localidad minera, Lozano destaca la importancia que la Copérnico presentaba por su aspecto diferenciador con las demás logias que se constituyeron en la zona: “Mientras los miembros de las otras Asambleas Masónicas pertenecían a profesionales de sectores primarios (maquinistas, mecánicos, ajustadores), la que nos ocupa estaba conformada por la elite del pueblo, entre ellos, industriales, propietarios, médicos, farmacéuticos, el secretario del Consistorio, Miguel Domínguez, y el teniente de alcalde, Andrés Domínguez de León, posteriormente alcalde por dos mandatos, el primero de ellos sustituyendo a Domingo Gil Vélez.

Ambos serían comitentes de algunas de las principales obras civiles de nuestro pueblo, dejando multitud de símbolos masónicos en algunas de ellas, como en la fuente de La Reú (en forma de Templo Griego, al igual que el resto de las fuentes de la localidad, pues simbolizaban el avance que conllevaba traer el agua a Nerva) o en el conjunto formado en el centro de la población por el Ayuntamiento, la Torre (con su esfera azul en homenaje a Copérnico), el Triángulo (que ingiere al punto de encuentro en el que han de encontrarse las tres cualidades del ser humano: moral, física e intelectual, los tres estados: nacimiento, vida y muerte y las tres legítimas aspiraciones: equilibrio, perfección y rectitud) o el ya desaparecido Paseo de las Acacias (árbol masón por excelencia, arrancadas tras la entrada de las tropas golpistas, pues sabían su significado, siendo sustituidas por los actuales naranjos)”.

Para el investigador local, “sin duda alguna, los componentes de esta logia, jugaron un papel fundamental en la Nerva que afronta la independencia municipal y en la que aborda todos los cambios que este proceso origina y aunque es muy difícil concretar cuantos concejales del primer Ayuntamiento nervense eran masones, existen multitud de indicios que pueden aseverar que esta condición era un rasgo de la elite que concretó la identidad municipal nervense”.

Lozano tiene fundadas sospechas de la existencia de la masonería en Nerva antes de lograr su emancipación de Zalamea la Real en 1885, cuando se produce el proceso constituyente conocido como Villa de La Libertad, nombre muy ligado a los principales ideales francmasónicos de libertad, igualdad y fraternidad, impulsado por los masones que inspiraron la Revolución Francesa. “Por otra parte, se sabe que la consecución de la emancipación fue mérito de un grupo de hombres muy cercanos en ideales y planteamientos a aquellos que promulgaron el intento fallido de la Villa de la Libertad. Es, por tanto, muy probable que el proceso liberador de nuestro pueblo no dependiese de actuaciones particulares sino de una elite que compartía planteamientos y filiación en la Logia Copérnico”, aclara el autor de la investigación.

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