El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha solicitado al Consistorio palermo, a la Diputación Provincial y a la empresa adjudicataria información sobre los pormenores de la tala de los 54 pinos y 11 eucaliptos que se produjo el pasado martes detrás de la Casita de Zenobia en La Rábida para dilucidar sobre la polémica actuación y comprobar si ésta ha contravenido alguna normativa.

La Guardia Civil se personó en el espacio rabideño tras la denuncia verbal de algunos vecinos de Palos, que se dirigieron al cuartel de la Benemérita alarmados por el impacto visual de la tala del pinar. El Ayuntamiento palermo, por su parte, paralizaba la indiscreta actuación, ante los ojos atónitos de algunos vecinos, al comprobar que la Diputación no había solicitado la licencia de obras pertinente e iniciaba de forma inmediata una tasación para evaluar los daños ocasionados en árboles que pueden ser centenarios.

La actuación promovida por la Diputación requería en todo caso el visto bueno del Ayuntamiento de Palos, ya que son los entes provinciales los encargados de salvaguardar el cumplimiento de la ley en su terreno. De esta forma, son los municipios los que requieren en el momento oportuno los permisos pertinentes por parte de otras administraciones que puedan verse involucradas o que tengan algo que decir en la materia.

Fuentes de la Delegación de Medio Ambiente explicaron ayer que para realizar una actuación como la acometida el pasado martes detrás de la Casa de Zenobia, en suelo urbano, "no es necesario pedir la licencia oportuna" ante esta administración, ya que no es la competente en la materia y, además, la arboleda afectada por la tala "no ocupa monte público ni espacio natural alguno".

En este sentido, las mismas fuentes precisaron que el único competente en la materia es el Ayuntamiento. Otra cosa bien distinta ocurriría si la zona tocara el estero Domingo Rubio, el Río Tinto, alguna vía pecuaria catalogada o si formara parte de una zona de Dominio Público Marítimo Terrestre (las marismas), caso este último en el que el competente sería el Ministerio de Medio Ambiente.

Ocurre lo mismo con la Delegación de Cultura, ya que aunque la arboleda forma parte de un espacio protegido (un Conjunto Histórico-Artístico declarado por el Estado en marzo de 1963, lo que a día de hoy se traduce en una figura similar a la de Sitio Histórico protegido por la Junta de Andalucía) cualquier obra que se ejecute en suelo urbano requiere, en un principio, la licencia municipal.

A la espera de conocer los detalles del proyecto que el ente provincial entrega al Ayuntamiento, todo apunta a que éste no se adecuaría a la actuación desarrollada el martes, ya que el alcalde palermo, Carmelo Romero -miembro del jurado del concurso de ideas y asistente, hace apenas un mes, al acto de la puesta de la primera piedra del proyecto Redescubir- asegura que en ningún momento se le trasladó que las obras incluyesen una actuación como la desarrollada por la adjudicataria.

Del mismo modo, llama la atención que un amplio jurado y una comisión técnica haya velado por la adecuación del proyecto, al tiempo que uno de los arquitectos asegurara que la actuación en la flora sería "mínima" durante la simbólica inauguración de las obras.

El caso es que cualquier informe pertinente de la Junta respecto a las obras de remodelación tendría que haber sido requerida por el Ayuntamiento, un extremo del todo imposible al no haber presentado la Diputación la solicitud de obras necesaria. El trámite fue iniciado el pasado jueves, tras la paralización de las obras, y el Ayuntamiento de Palos ya ha advertido que la remodelación no saldrá adelante si no se respeta el pinar.

Mientras llega el veredicto definitivo, el revuelo político no es baladí. Así, el PSOE se ha limitado a comparar la eliminación de los árboles con la sustitución, por parte del Ayuntamiento, de algunos ejemplares de la ciudad debido a la plaga del picudo rojo, mientras IU ha desplegado toda su contundencia contra la actuación promovida por la Diputación y ejecutada por la empresa adjudicataria.

No en vano, el coordinador provincial de esta formación, Pedro Jiménez, anunció ayer que defenderá una moción en la Diputación para que "se paralicen los trabajos" hasta que se consensue "una solución" para el uso de La Rábida entre los distintos grupos políticos, agentes sociales y asociaciones como la Asociación de Estudios Iberoamericanos La Rábida, entre otras.

Apuntó, además, que IU trasladará una pregunta al Parlamento de Andalucía para la Consejería de Cultura al objeto de conocer si este departamento "no ha dicho nada al respecto porque no conocía lo que se iba a hacer, o bien porque está de acuerdo".

Jiménez, que hizo hincapié en la importancia de que "se depuren" las responsabilidades correspondientes por lo que ha calificado como "una barbaridad", reprochó a la presidenta de la Diputación, Petronila Guerrero, que actúe "de forma unilateral y sin respetar la legislación vigente". Por ello, pidió que "se abra un proceso de diálogo y se dé a conocer el proyecto", ya que, como ha recordado Jiménez, éste se aprobó cuando en el ente provincial el PSOE contaba con mayoría absoluta.

La reacción de la Real Sociedad Palosófila Pinzoniana tampoco ha pasado desapercibida. Después de que su presidente, José Ortiz Monroy, criticase la actuación y pidiera a la administración provincial "que no continúe con el propósito de desvalijar La Rábida de una de sus señas de identidad", ahora ha convocado a sus afiliados y a todos los vecinos de Palos y La Rábida a una marcha reivindicativa "en contra de la tala indiscriminada de pinos" en el recinto rabideño mañana a las 11:15 desde la Plaza Pilar Pulgar hasta el Monasterio de La Rábida.