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Sandra Becerra, agricultora de Cartaya: "el temporal lo ha arrasado todo"

Sandra Becerra retira plásticos destrozados por el viento en su plantación de arándanos

Sandra Becerra retira plásticos destrozados por el viento en su plantación de arándanos / Jordi Landero (Cartaya)

Su nombre es Sandra Becerra González, regenta una pequeña empresa agrícola de carácter familiar en el término de Cartaya y afirma que el fuerte viento del domingo "lo arrasó todo en apenas un par de horas".

Y cuando dice "todo", es "todo", incide, y no solo en su caso, sino también en el de la mayoría de agricultores de dicha comarca costera.

Así, con la "autoestima muy baja y totalmente desanimada", Sandra ha relatado este lunes a Huelva Información que, en una de sus fincas, donde cultiva tres hectáreas de arándano, el viento "se lo ha llevado absolutamente todo, los 29 macrotúneles han quedado arrasados"; y que en otra, donde cultiva frambuesa, "nos ha echado abajo varios invernaderos".

Los principales daños, añade, están en las estructuras metálicas y en los plásticos, donde "no ha quedado nada en pie", así como en las plantas, que han sido en muchos casos "completamente arrancadas de cuajo", especialmente en el caso del arándano, quedando el resto "muy afectadas tras caerle encima los plásticos y los hierros, estando como estaban en plena floración".

A pesar de todo se muestra confiada en que, "tras la tormenta, llegue la calma", afirmando con resignación que "no nos queda otra porque sabemos que el campo es muy sufrido", de lo que "verdaderamente no nos damos cuenta hasta que nos toca de lleno algo así".

"Y en esta ocasión -añade- nos ha tocado a todos, no solo a mí. A unos más y a otros menos, pero en definitiva a todos", por lo que considera que "esto es una auténtica ruina para el sector de los frutos rojos de la provincia".

También a pesar de los daños que han sufrido sus explotaciones agrícolas, Sandra Becerra no da por perdida la campaña, sobre todo en el caso del arándano, aunque asegura que "a muchos nos va a suponer un retraso de al menos un mes", que es el tiempo que calcula que poder tardarse en reponer todo lo destruido y en recuperar la normalidad. Y es que, "ahora tenemos que reponerlo todo, tanto lo material, como las plantas, muchas de las cuales tendremos que volver a replantar".

"Esto ha sido una pesadilla muy grande que jamás quisiéramos para nadie", concluye, ya que "otras veces los daños han afectado a pocas fincas o a partes de algunas fincas, sobre todo en el caso de los tornados que nos han afectado en los últimos años, pero en esta ocasión ha sido todo".

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