Provincia

Sanciones para salvar vidas

  • Desde la aplicación de la ordenanza municipal del Ayuntamiento de Almonte que multa los saltos hasta con 6.000 euros, no ha habido ningún accidente grave en la Piedra de Matalascañas

Los saltos desde los restos de Torre la Higuera, conocida también como la Piedra de Matalascañas, suponen un grave peligro que en más de una ocasión ha costado caro a quienes se lanzaron al mar desde allí. Hasta hace tres años había registrados dos accidentes importantes, el más grave de ellos dejó parapléjico a un joven y, además, muchos otros resultaban heridos al caer al agua o, incluso, por los filos cortantes de la propia torre. Por este motivo, en 2011, el Ayuntamiento de Almonte puso en marcha una ordenanza municipal que prohíbe el acceso a la antigua torre vigía y cuyo incumplimiento conlleva expedientes sancionadores de hasta 6.000 euros.

Desde entonces, la Policía Local de Almonte ha interpuesto tres sanciones máximas por los temerarios saltos, dos a lo largo del verano de 2011, el primer año de aplicación de la ordenanza, y una hace tan sólo unos días, a mediados de este mismo mes de agosto.

Estas cifras indican que el dispositivo de vigilancia y la ordenanza no han erradicado el problema completamente, pero apuntan a que aumentó la concienciación y ha disminuido el número de personas que ponen en riesgo su vida al lanzarse desde la torre, un salto especialmente peligroso cuando la marea está baja, la profundidad es menor y hay más posibilidades de golpearse con las rocas del fondo.

Las medidas disuasorias, que incluyen balizamiento para dificultar el acceso, señalización de peligro e información del dispositivo de socorristas antes de llegar a la multa, no han conseguido terminar definitivamente con las subidas a la torre y los saltos al vacío, pero sí lograron disminuir los intentos, con lo que sí se ha conseguido el principal objetivo de evitar accidentes.

"Desde el comienzo de la aplicación de la ordenanza municipal para evitar los saltos, no se ha producido ningún otro accidente grave, con lo que hay que considerar que esta medida está dando resultados satisfactorios", asegura el coordinador de la Policía Local de Almonte, Diego José Espina, quien destaca especialmente que "no existe ningún afán recaudatorio, sino disuasorio, el objetivo último es mejorar la concienciación y evitar que nadie se ponga en riesgo".

Para ello, el dispositivo de socorristas de la playa de Matalascañas vigila cada día y se acerca en zodiac a las inmediaciones de la torre para evitar que nadie suba y si encuentra a alguien intentándolo, avisa por megafonía, se le pide que baje y se le informa de los riesgos, "solamente si la persona es reincidente, se le ha advertido anteriormente y se niega a seguir las instrucciones, se llama a la Policía y se toma la medida de interponer la multa máxima", explica Espina.

Y no es tarea fácil. El perfil de las personas que intentan el salto desde la Piedra de Matalascañas es el de varones, con alrededor de 15 o 16 años, una edad en la que se confunde la valentía con el riesgo, por lo que atreverse a realizar el peligroso salto desde la torre al mar se considera una muestra de burla al peligro y hay quien intenta culminarlo a toda costa. Así, el trabajo de concienciación continúa cada verano para que la amenaza de la multa evite que se pague un precio mucho más caro.

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