Nos conocemos desde bien pequeñitos porque estudiamos juntos en el Colegio Francés, aunque entonces las niñas y los niños estábamos separados. Pero nos conocíamos porque su hermano Alonso era mi amigo y estaba en mi clase, igual que conocía a sus otros hermanos: Vitín, Antonio y Paco, todos ellos fallecidos antes de que le correspondiera, dejándola a ella sola sin hermanos. Conozco a toda la familia, especialmente Alonsito, que tenía mi edad y jugábamos juntos al fútbol. Además se casó con otra buena amiga mía: Lucy Vizcaya. Y Rosi también se casó con otro amigo mío: José María Gutiérrez, a la vez hermano de mi querido Pedro, conocido como El Guti. Desde siempre todos nos hemos tenido mucho cariño y cada vez que nos vemos nos da una alegría inmensa.

Pero esta fraternal amistad no es lo que me hace traer a Rosi a estas páginas. La traigo hasta aquí porque tiene unos grandes valores como onubense y como la gran cocinera de prestigio que es con varios libros publicados sobre cocina y recetarios.

No en balde ella viene de una familia dedicada a la restauración. Su padre Víctor y su madre Rosa regentaron bares y restaurantes como Casa Calvo y Restaurante Víctor. Su hermano Alonso fue profesor de Cocina en el Instituto de Punta Umbría, donde formó a muchos jóvenes que querían tener una profesión alternativa a embarcarse en un barco de pesca. Algunos de estos jóvenes triunfan como buenos cocineros por el mundo.

Rosi Calvo con uno de sus libros de cocina.

Rosi, de la que digo al principio que es más choquera que un choco y no miento, dice que está enamorada de su tierra. Huelva y Punta Umbría son toda su vida. Estos lugares constituyen para ella un paraíso natural, una perla al sur de España donde Dios derramó todo lo mejor que tuvo en el momento de la Creación. La paleta de los colores, la escala de los sonidos y la gama de los sabores. Es decir, una tierra la nuestra, única e irrepetible. A mí me llamó para que fuese a dar una conferencia sobre los valores naturales de Punta Umbría al hogar del pensionista de Huelva, el Palacio de Mora Claros, donde invitó a todas las socias de la Asociación Amas de Casa Virgen de la Cinta de Huelva y a todas las personas asiduas del bonito Hogar. Ella deseaba que se diera a conocer las maravillas de Punta Umbría, ya que era sabedora de que aquel público solo conocía la playa, pero Punta Umbría es mucho más: marismas, lagunas, dunas, pinar, flora, fauna… Efectivamente los asistentes, con la magnífica introducción que ella hizo y con lo que yo aporté, quedaron más que satisfechos.

Rosi ha sido profesora de Cocina en múltiples cursos. Solo voy a citar algunos para no cansar a los lectores. Impartió uno, por ejemplo, sobre cocina tradicional de Huelva, otro sobre cocina navideña, otro de cocina para discapacitados, otro sobre cocina propia de Semana Santa, otro sobre la gastronomía de nuestra provincia, y muchos de ellos repetidos por los diferentes pueblos onubenses. También ha impartido en muchas ocasiones conferencias sobre varios temas gastronómicos, entre ellas yo destacaría una de las que yo asistí sobre la historia de la cocina que me encantó por su sencillez hablando y por lo bien documentada que está siempre.

Se presentó a innumerables concursos de cocina, ganando el primer premio en muchos de ellos. Algunos eran de comidas típicas, otros de postres, de venenciadores o de cortadores de jamón. Y no solo en Huelva capital, también en la Sierra, en el Andévalo y hasta en Madrid. Además, también enseñaba cocina y recetas muy exquisitas en las emisoras de televisión local como Atlántico televisión, Teleonuba y otras, y por supuesto en emisoras de radio de Huelva.

La autora con otro trabajo de cocina tradicional onubense.

Y como era y es una persona incansable, también pinta acuarelas, hace fotografías muy bonitas y con mucha técnica y también ganó varios premios. Y se administra tan bien el tiempo que nunca faltó en su casa ni un solo detalle. Sus dos hijos y su marido la ponen siempre por las nubes encantados de la madre y esposa que les tocó. Y encima de todo es recreativista de pro, ella y toda su familia, a pesar de los malos momentos que nos está haciendo pasar últimamente el equipo de nuestros corazones.

Y ustedes, queridos lectores, dirán que qué cariño le tiene Fernando a Rosi. Y es que ocurrió un hecho en nuestras vidas que nos marcó para siempre. Nuestros queridos padres pasaron mucho tiempo juntos en el Hospital Juan Ramón Jiménez en el ocaso de sus vidas. Y ellos nunca estuvieron solos, ya que sus hijos los acompañamos siempre. Hacíamos turnos entre los hermanos y les dábamos compañía, conversación y cariño. A Rosi y a mí nos tocó en muchas ocasiones estar juntos haciendo de enfermeros y en estos casos se ve perfectamente, y yo lo vi en ella, lo buena que es. Por tanto, despido estas letras con mi cariño hacia ella y mi admiración por todo. Rosi es una mujer que es todo un ejemplo, un espejo donde mirarse.