A falta solo de unos flecos, y si todo marcha según lo previsto, a lo largo del próximo mes de mayo podría estar aprobado de forma definitiva el nuevo Plan Hidrológico de la demarcación Tinto-Odiel-Piedras (TOP) para el periodo 2022-2027.

Un documento que se renueva cada seis años y que nace del diálogo entre las distintas administraciones con competencia en materia hidráulica, y de las entidades y colectivos con intereses en los distintos usos del agua en la provincia de Huelva.

Los planes hidrológicos son documentos importantes para la gestión hídrica de una cuenca, en este caso la del Tinto-Odiel-Piedras, que abarca buena parte de la provincia de Huelva, porque en ellos se marcan las directrices de lo que se puede hacer y lo que hay que hacer en materia de agua, y por tanto fundamental para las relaciones durante los próximos seis años entre las administraciones y los usuarios del agua.

El documento ya ha sido aprobado por unanimidad por el comité que integran las distintas administraciones competentes en materia de políticas hídricas de la Demarcación Tinto-Odiel-Piedras. También ha sido aprobado con solo dos votos en contra, 26 a favor y cuatro abstenciones, por el Consejo de la Demarcación TOP; así como prácticamente por unanimidad por el Consejo Andaluz del Agua. Si todo marcha según lo previsto, a lo largo del presente mes de marzo será aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, que dará traslado del mismo al Gobierno de España para ser llevado al Consejo Nacional del Agua –un órgano solo consultivo y no vinculante- antes de su publicación definitiva en el Boletín Oficial del Estado (BOE) presumiblemente a lo largo del próximo mes de mayo.

Según expertos consultados por esta redacción, algunas de sus principales características pasan por el incremento de la dotación de agua gracias al aumento de los recursos hídricos reutilizados procedentes de las depuradoras de la provincia de Huelva. Así, para el horizonte 2027, se estima un volumen potencialmente reutilizable de 14 hectómetros cúbicos adicionales, lo cual será fundamental para afrontar con mayor resiliencia los efectos del cambio climático.

Sobre las demandas agrarias -las que de mayor dotación de agua siempre cuentan-, el nuevo Plan Hidrológico hace una revisión de las seis Unidades de Demanda Agraria (UDA) en que se divide la provincia onubense, por lo que se han recalculado las asignaciones y proyecciones de crecimiento de cada una de ellas, priorizando la consolidación de los regadíos ya existentes, y por tanto mejorando la posición competitiva de los regadíos establecidos en toda la Demarcación.

En relación a las Unidades de Demanda Industrial (UDI), el nuevo documento incrementa los recursos para algunas de las ya existentes, y crea otras nuevas tanto para el sector industrial convencional, como para las nuevas iniciativas de generación de hidrógeno verde.

Obras de la presa de Alcolea, en Gibraleón

Por otra parte, el nuevo Plan Hidrológico para la demarcación TOP actualiza el programa de medidas a adoptar para aumentar los recursos hídricos con respecto al anterior, incorporando un nuevo apéndice con aquellas acciones cuya ejecución se estima con un horizonte temporal más allá del año 2027. Asimismo, entre los cambios realizados en el denominado Programa de Medidas, se han incluido algunas nuevas, así como eliminado o reorganizado otras. Así, en este nuevo Apéndice se incluyen, entre otras medidas, obras declaradas de Interés General del Estado, así como otras de Interés de la Comunidad Autónoma, y medidas no ejecutadas y heredadas de anteriores ciclos del Plan Hidrológico de la Demarcación.

El plan también revisa los objetivos medioambientales y las actuales exenciones de las masas de agua superficiales de las cuencas del Tinto y el Odiel. Para ello toma como referencia la situación actual de dichas masas; la envergadura e intensidad de la contaminación de ambas cuencas, sobre todo la derivada del drenaje ácido de minas abandonadas; y la experiencia de los anteriores ciclos del Plan. En base a todo lo anterior, se define una estrategia de intervención e incorpora medidas dirigidas a la recuperación de la cuenca del Odiel, así como al estudio de la del Tinto.

Por último, destacar que se han hecho cambios en la normativa del Plan, sobre todo mediante la redacción de determinados preceptos de la misma, con el objeto de aumentar su claridad y seguridad jurídica; así como se ha mejorado la regulación de determinados aspectos relacionados con el Dominio Público Hidráulico, los usos energéticos, el suministro de información con las Comunidades de Regantes o la sustitución de sondeos deteriorados, entre otras cuestiones. Igualmente se revisan las dotaciones netas de agua para varios cultivos a petición del sector, así como crea una dotación específica para el arándano y otros berries, se establecen dotaciones distintas según el sistema de cultivo del olivar y se permite que el almendro pueda considerarse como frutal.

Los regantes onubenses hacen una valoración "positiva" del nuevo Plan

Para Juan Antonio Millán, presidente de la Asociación de Promotores de Regadíos de Huelva (Coprehu) y de la Asociación de Comunidades de Regantes de Huelva (Corehu), este nuevo ciclo del Plan Hidrológico de la demarcación Tinto-Odiel-Piedras para 2022-2027 es "satisfactorio", en primer lugar por el "clima de diálogo" entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía del que ha nacido, lo cual "es positivo"; y también porque "recoge las inquietudes de todos los usos, atendiendo y respetando, por tanto, el equilibrio entre la oferta y la demanda del agua".

Bombeos de Bocachanza, en El Granado

Además, según Millán, el nuevo ciclo "cierra un largo periodo de planificación hidrológica que se inició en 1998, apoyada en un completo estudio realizado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) del año 1995". Dicho estudio "recogía todos los recursos hídricos de la provincia onubense, cuya media histórica de precipitaciones está en unos 1.261 litros por metro cuadrado al año". En base a dichos recursos, y a las posibilidades de la provincia para embalsar agua, el estudio puso las bases sobre las necesarias infraestructuras hidráulicas en función de la demanda, "y eso es lo que se ha venido desarrollando hasta ahora".

Desde entonces -prosigue Millán- se han venido ejecutando algunas de las medidas contempladas en dicho planteamiento inicial, que "se cierra ahora con este nuevo ciclo del Plan Hidrológico, que además recoge todas las recomendaciones del Ministerio para la Transición Ecológica teniendo en cuenta el cambio climático".

Para Millán, tres son los elementos más importantes que recoge el Plan. En primer lugar el "problema histórico" de los pasivos mineros, que "está sin resolver y que se aborda en el nuevo ciclo". Se trata de la contaminación difusa por aguas ácidas procedentes de minas abandonadas en la Faja Pirítica Ibérica.

Y es que según añade, el documento incluye un plan para la restauración ambiental de la cuenca alta del río Odiel en base a un estudio realizado por la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya), donde se hace una identificación de los lugares donde se producen lixiviados, proponiendo medidas ambientales y soluciones para su restauración. Se estima un coste para dichos trabajos de más de 332 millones de euros.

Dicho plan de restauración tendría los mismos objetivos que el que impulsa actualmente la Diputación de Huelva en el marco de la Mesa Provincial para el Plan de Restauración de las zonas mineras abandonadas que preside la presidenta de la institución provincial, María Eugenia Limón, y en la que participan representantes de AMINER, AIQB, COREHU, COPREHU, MAS y GIAHSA, Aguas de Huelva y CETAQUA.

El segundo elemento destacado por Juan Antonio Millán es que el nuevo ciclo "afronta el aprovechamiento de todas las aguas posibles en la provincia de Huelva". En este sentido aborda la conclusión de las infraestructuras hidráulicas de reserva ya previstas, y además declaradas de Interés General del Estado en el actual Plan Hidrológico Nacional. Algunas de ellas ya están concluidas como las presas del Chanza, Andévalo u Olivargas, y otras están aún pendientes como las de Alcolea -cuyas obras están iniciadas y ejecutadas al 22%- y Coronada, ambas en el Odiel; la del Cormujoso, un complemento a la del Corumbel en la Palma del Condado, en un afluente del Tinto; la de Pedro Arco, un complemento de la del Piedras; y la ampliación de la del Andévalo.

Asimismo incluye la ampliación de los bombeos de Bocachanza previa normalización de los actuales 75 hectómetros cúbicos al año que se aprobaron temporalmente en el marco del Convenio de Albufeira entre España y Portugal.

El tercer elemento importante para el presidente de Corehu y Coprehu es que el nuevo Plan Hidrológico "afronta los usos del agua en función de las disponibilidades", en cuyo marco contempla el aprovechamiento de 14 hectómetros cúbicos de agua depurada procedente de depuradoras de toda la demarcación, así como la necesidad de aprovechar todas las aguas depuradas.

En este sentido destaca que también se hace una actualización de todas las unidades de demanda de la provincia: urbana, agrícola, industrial y turística, contemplando para 2027 un total de 474 hectómetros cúbicos al año: 50,11 para abastecimiento urbano, 360,6 para regadíos, 53,67 para industria, 2,95 para usos turísticos y recreativos, 4,31 para ganadería y 2,5 de reserva.

Es importante significar que en Huelva hay aprovechamiento de agua de pozos, especialmente en la Campiña y del acuífero Niebla, del que actualmente se extrae agua para riego con autorizaciones. No obstante, según Millán, el nuevo Plan Hidrológico "se preocupa del buen estado de los acuíferos y de que no sean sobreexplotados, para lo que contempla inyectar agua superficial que permita cerrar dichos pozos". En este marco, añade, el Plan prevé el trasvase de agua al Condado de 19,99 hectómetros cúbicos al año. Pero para que esto sea posible, se establece que "debe concluirse la presa de Alcolea, acometerse el desdoble del Túnel de San Silvestre -ya en proceso-, y normalizar los bombeos de Bocachanza.

Por último, concluye Millán, el documento se complementa con un plan de actuaciones frente a la sequía dotado con 4.047 millones de euros, de los que 1.500 "se nos garantiza que van destinados al Plan Hidrológico TOP".