Huelva vivió como se inmovilizaba una buena parte de su ganado hace hoy exactamente 22 años. El 15 de octubre de 2004 saltó una alerta debido a la propagación de la 'lengua azul' entre los animales de toda la provincia, siendo la más afectada la comarca del Condado. Este virus se trata de una enfermedad vírica muy contagiosa que se propaga por insectos entre rumiantes domésticos y salvajes, por ello la Junta de Andalucía anunció que Almonte, Bollullos Par del Condado y La Palma permanecían en zona de vigilancia para evitar que la enfermedad se extendiese por toda la provincia. 

La inmovilización ocupó un rango de 150 kilómetros, desde Algeciras en Cádiz, pasando por todas las provincias andaluzas excepto Almería y Jaén. Una enfermedad que puso en vilo a todo un sector productivo a nivel andaluz que repercutió significativamente a la economía pero que, por suerte, no afectaba a la salud humana. 

En lo que respecta a las medidas, se prohibieron los envíos y la venta exterior de especies susceptibles de contraer la enfermedad, que eran ovejas, cabras, ternera y rumiantes salvajes, después de que se confirmara un foco en la localidad gaditana de Jimena de la Frontera. Bruselas ofreció a España un millón de dosis de vacunas con el objetivo de parar la propagación. Un acontecimiento que por suerte no se extendió hasta la zona del Andévalo, que cuenta con la mayor parte del ganado de la provincia de Huelva.