Provincia

Nueva Umbría: lucha por el último Real de Almadraba

  • Los vecinos de El Rompido se movilizan para reclamar que se recupere este patrimonio En el espacio, clausurado en 1963, llegaron a convivir 900 personas

Desde el año 1963, el Real de la Almadraba de Nueva Umbría, ubicado en pleno Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido, languidece. Fue ese el último año en que el Consorcio Almadrabero, empresa que gestionaba numerosas instalaciones de este tipo por toda la costa andaluza, caló esta almadraba onubense. Ahora sus restos ya no son ni la sombra de lo que en un tiempo supuso un espacio a la vez de trabajo y a la vez residencial, en el que durante varios meses al año, coincidiendo con el paso de los atunes por el Estrecho de Gibraltar en sus migraciones hacia o desde el Mediterráneo, llegaban a convivir hasta 900 personas, en muchos casos familias completas, muchas de ellas procedentes de las localidades cercanas de Cartaya, Lepe, Isla Cristina.

No obstante por su ubicación geográfica frente al núcleo de pescadores de El Rompido, que también aportaba muchos trabajadores a dicha almadraba, las gentes de este enclave siguen sintiendo una especial vinculación con unos edificios como la casa del Capitán, el alquitranadero, los almacenes, o las viviendas tanto de los casados como de los solteros. Están conectados con un espacio que, sobre todo a aquellos que la conocieron a pleno rendimiento o que incluso trabajaron en ella, cincuenta años después aún les produce cierto cosquilleo sólo nombrarlo por suponer un fuerte lazo con el pasado de una población que, de vivir enteramente de la pesca, vuelca ahora todo su engranaje económico hacia el turismo.

Por tal motivo, y gracias a la iniciativa de la Asociación de Vecinos de El Rompido y del experto en esta tradicional arte de pesca y profesor del IES Rafael Reyes de Cartaya, Juan Ruiz Acevedo, aproximadamente medio centenar de personas se dio cita ayer en otro lugar emblemático, el Faro Viejo de El Rompido, para constituir una plataforma cuyo principal cometido será a partir de ahora luchar no sólo porque no se pierda del todo una parte muy importante de la historia de la pesca en la provincia de Huelva, y por ende de toda Andalucía, sino además por su recuperación para el disfrute y aprendizaje de generaciones futuras.

No en vano el de Nueva Umbría es el único Real de Almadraba que, aunque a duras penas y resistiendo estoicamente los envites del tiempo en el durísimo entorno en el que se ubica, sigue en pie en todo el litoral español. Es por ello, y por muchas razones más, por las que esta plataforma, de la que forman parte vecinos a título personal, empresarios y colectivos ciudadanos de todo tipo, está dispuesta a llegar hasta donde haga falta para dar un toque de atención a las administraciones que algo tienen que decir al respecto y que, según los integrantes de la plataforma, son muchas: ayuntamientos de Lepe y Cartaya, Junta de Andalucía y Gobierno central.

Durante la celebración de la asamblea constituyente se propuso también poner el asunto en conocimiento del Defensor del Pueblo Andaluz, o incluso denunciar a las administraciones competentes en la materia por dejación de funciones al permitir que un elemento patrimonial de primer orden como consideran al Real de la Almadraba de Nueva Umbría, se encuentre hoy día al borde de la total destrucción.

Entre las propuestas concretas, la asamblea aprobó instar a las administraciones públicas a distintos niveles (desde el municipal al europeo) a emprender medidas "urgentes" destinadas a "frenar este deterioro y preservar este conjunto de construcciones único en el litoral del Golfo de Cádiz, restaurarlo y darlo a conocer con usos públicos, recreativos y educativos, de acuerdo con la normativa general y, especialmente con el Plan de Ordenación del Territorio del Litoral Occidental de Huelva y con el Plan General de Ordenación Urbana de Lepe, en cuyo término municipal se enclava". En este último documento "se prohíben además las actividades turísticas y particularmente en la Flecha de Nueva Umbría aquellas que impliquen construcciones o instalaciones de playa, permanentes o no, cualquiera que sea su finalidad, aunque se admite la rehabilitación de la antigua almadraba con fines exclusivamente educativos y de interpretación".

Los primeros pasos de la plataforma serán proponer una serie de actuaciones iniciales concretas "encaminadas a que no tengamos que lamentar o mirar con nostalgia inoperante la pérdida definitiva de este importante legado", y centradas en primer lugar en que el Real de la Almadraba de Nueva Umbría sea inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz "dado que nos consta que la documentación técnica para dicha catalogación fue ya redactada y presentada en 2010".

En segundo lugar proponen que se "profundice en la preservación del espacio natural que da acogida al enclave patrimonial; y en tercer lugar que se "proteja, consolide y restaure los edificios e instalaciones de dicho real (casa del capitán, almacenes, alquitranadero, embarcadero y viviendas de los almadraberos)". La cuarta propuesta es que "sea recreado el ambiente de trabajo, de relaciones sociolaborales y familiares y de funcionamiento en dicho real"; en quinto lugar que "se cree un centro de interpretación de la Flecha de El Rompido y del río Piedras"; y en sexto y último lugar que se "cree un museo de las almadrabas y de otras artes tradicionales de pesca en la provincia de Huelva en el que a través de planos, dibujos, fotografías, documentos, maquetas, anclas, redes, barcos y otros enseres de pesca se dé a conocer de manera plástica y visual la tradición pesquera de nuestras costas". Al mismo tiempo, reclaman "centros de recepción externa que canalicen y ordenen visitas guiadas y controladas al real y a su entorno natural".

Los integrantes de la plataforma se muestran convencidos de que "la restauración y el uso público del Real de Nueva Umbría, con las precauciones debidas y el respeto que merece el paraje natural que lo rodea, a partir del conjunto de actuaciones propuestas y de cuantas otras sean necesarias, puede llegar a ser un símbolo de la conservación del patrimonio natural y cultural de la costa onubense", así como un atractivo turístico de primer orden.

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