Los trabajadores de Polisur y el pueblo de Lepe no olvidarán con facilidad aquel 26 de noviembre de 1997. A las 12:15 del mediodía, varias naves del polígono El Corchito de Lepe salieron ardiendo a causa de una chispa en una de ellas, extendiéndose a un total de siete naves que se encontraban a su alrededor. 

Como consecuencia del incendio, hasta 40 trabajadores y trabajadoras de las naves, cuya empresa responsable era Polisur, tuvieron que ser evacuados a causa de la virulencia de las llamas. Las naves estaban dedicadas al polietileno, un material que arde con mucha rapidez y que es especialmente tóxico, y que no permitió que los trabajadores pudieran alcanzar los extintores para sofocar las llamas. 

Durante varias horas, se temió que las llamas pudieran alcanzar al pueblo, que se encontraba por aquel entonces a unos 100 metros de distancia. La importante columna de humo negro provocó el pánico entre los vecinos que salieron de sus casas. Gracias a que el viento no soplaba aquella jornada de otoño en Lepe, los bomberos del Consorcio Provincial lograron intervenir y controlar de forma rápida las llamas. La Policía llevo a cabo un cordón de seguridad y evacuó un instituto de bachillerato que se encontraba en las inmediaciones. 

Al resto de vecinos se les pidió por radio y televisión que cerrasen los conductos de aire acondicionado, así como puertas y ventanas aunque este tipo de medidas finalmente no fue necesaria. 

El incendio quedó controlado a las 15:30 de la tarde dejando las ocho naves completamente destruidas. En total, el fuego se cobró más de mil millones de las antiguas pesetas en daños materiales y, afortunadamente, ninguna vida humana.