Noche de angustia en Ayamonte por la nueva crecida del Guadiana
Un grupo de 16 holandeses tuvo que ser evacuado del camping Giralda de Isla Cristina· Los daños en las playas se extienden por todo el litoral, desde Isla Canela, Islantilla, La Antilla hasta Matalascañas
El Guadiana volvió a inundar Ayamonte durante la madrugada del martes al miércoles. Pero esta vez el pueblo estaba prevenido y alerta. Además del barrio de pescadores, el agua llegó otra vez a la zona portuaria, el recinto ferial, Punta del Moral, San Francisco y la urbanización de Isla Canela, que ha perdido casi al completo la arena.
La noche y la madrugada fueron largas y angustiosas en Ayamonte y los vecinos estuvieron mirando el nivel del río desde las 4.30 hasta que el mar comenzó a bajar después de inundar varios negocios como el kiosko Mari Pili y amenazar la marmolera Gámez. Según explicó el Ayuntamiento, una de las zonas más afectadas fue Canela, donde el caño, muy próximo al río Guadiana, se desbordó anegando algunas calles adyacentes.
En Punta del Moral, el agua entró en los cuartillos que tienen los marineros junto al caño de la Moharra.
A juicio del Consistorio, el dispositivo montado funcionó "a la perfección" y Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Parque Comarcal de Bomberos, así como el alcalde, Antonio Rodríguez Castillo, y miembros del equipo de Gobierno, estuvieron toda la tarde y la madrugada patrullando aquellas zonas que presentaban un mayor riesgo de inundaciones.
El primer edil explicó que a las mayores mareas de los últimos años se unieron rachas de viento, que provocaron "mar gruesa y que han hecho que suba el Guadiana hasta niveles históricos". A pesar de ello, Rodríguez Castillo lanzó un mensaje de tranquilidad y manifestó que el dispositivo del Plan de Emergencia estará operativo las 24 horas. En cuanto al estado de las playas, el edil ayamontino destacó que en cuanto las inclemencias meteorológicas lo permitan, actuarán los servicios de limpieza para retirar cañas y demás restos.
El temporal también ha afectado gravemente a las playas de Urbasur, Islantilla y La Antilla. Fueron muchos los propietarios de viviendas que vivieron momentos de agobio al ver entrar el agua en sus casas, sobre todo las ubicadas en primera línea de playa. El fuerte oleaje se llevó gran parte de la arena dejando al aire un gran escalón que hace a la playa lepera prácticamente inaccesible a los usuarios. También las olas dañaron gravemente la cimentación de algunas construcciones, incluidos los chiringuitos.
El alcalde de Lepe, el popular Manuel Andrés González, visitó ayer la zona afectada y se mostró pesimista sobre la recuperación de las playas para la temporada de Semana Santa aunque aseguró que "haremos todo lo posible y confiamos en que nos presten la ayuda necesaria para recuperarlas".
González recorrió el litoral acompañado por un grupo de empresarios turísticos que mostraron sus mismos temores al comprobar la pérdida de arena, la afección de las viviendas y el mobiliario playero, escalerillas, torretas de vigilancia y parques infantiles.
Uno de los empresarios que acompañó al alcalde en su periplo, reconoció que "estamos muy preocupados porque a la crisis hay que unir ahora los daños causados por el temporal".
La peor parte de la madrugada del miércoles se la llevó un grupo de turistas holandeses. El gerente del camping Giralda de Isla Cristina tuvo que intervenir ante la insistente llamada de un grupo de campistas que estaban alojados y a las cinco de la madrugada se vio obligado por la subida de la marea a evacuar a 16 ocupantes de autocaravanas que se vieron desbordadas por la entrada de agua en su interior. Los turistas fueron trasladados a un hotel de la zona. Ayer, el camping recobraba poco a poco la normalidad después del susto nocturno.
El Ayuntamiento de Isla Cristina activó el plan de emergencia municipal y mantuvo la alerta por fuertes rachas de viento, lo que provocó a la postre la inundación del paseo marítimo de la playa central de la localidad costera.
Según el concejal de Urbanismo, Enrique Vázquez (PSOE), quedaron anegadas por la subida de la marea viviendas en la zona de Pozo del Camino al estar cercanas de las marismas, las cuales "ya no pueden absorber más agua". Vázquez aseguró que "lo más preocupante, además de los daños, es que el temporal se ha comido mucha arena, y desde el mes de noviembre la flota pesquera ha salido a faenar 20 días, lo que supone una gran pérdida para una localidad marinera como Isla".
El técnico de playas en el Ayuntamiento de Palos de la Frontera, Ignacio Quintero, señaló que el agua en Mazagón "llegó a los chalés ubicados en la primera línea de playa ubicados en la zona del Remo hasta el antiguo club náutico, aunque no hubo que lamentar daños personales, ya que la mayoría están vacíos".
En Punta Umbría, la concejala de Playas, Antonia Hernández, señaló que el temporal causó daños en el paseo Almirante Pérez de Guzmán, desde la plaza Pérez Pastor hasta la altura del club marítimo, así como en pasarelas y vallas de chalés, siendo la más afectada la playa de El Portil.
Mientras, la flota pesquera del Golfo de Cádiz sigue amarrada a puerto durante esta semana a causa del temporal y los armadores "aguantan el chaparrón" como pueden, porque "ya es imposible cubrir los gastos", según explicó el presidente de la Asociación de Armadores de Lepe, Antonio Carro. El armador indicó que la situación es "extrema porque los pescadores, aunque no salen a faenar por las condiciones metereológicas, siguen dados de alta y no cobran el desempleo, motivo por el cual la tripulación está nerviosa".
Si se mira al cielo, tal y como señaló Carro, las previsiones son "malas porque no dejan de entrar borrascas y ya llega otra el viernes".
En cuanto a la petición de ayudas a la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Carro indicó que "aún no han obtenido respuestas ni buenas ni malas".
A su vez, Antonio Carro criticó que la Junta "no les diera permiso para faenar el pasado lunes, festivo por el día de Andalucía, ya que aunque era día de fiesta y no se podía, las condiciones de este año son especiales y excepcionales", e indicó además que la situación es "muy complicada para afrontar los pagos a los proveedores", así como los gastos de la Seguridad Social.
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