El Museo del Vino y sus dos millones de euros aguardan a su inauguración

Los cerca de dos millones de euros que ha costado levantar el Museo del Mundo del vino continúan sin brindar rendimiento al sector después de que aún no haya abierto sus puertas al público. La que es la inversión económica más importante de los últimos años en la comarca, financiada íntegramente con los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER), no tiene todavía fecha definida para su inauguración oficial, según reconocen los propios trabajadores de la Cooperativa Vitivinícola que acoge las instalaciones.

En su día, la presidenta de la Diputación Provincial, Petronila Guerrero, garantizó que el Museo estaría operativo en el verano de 2011. Los carteles de la propia obra vinieron a desmentir los optimistas plazos de ejecución que manejaba la líder socialista. El edificio multifuncional para la dinamización del sector vitivinícola conlleva un presupuesto de 1.296.606 euros. A este montante económico se suman los 243.465 correspondientes al cerramiento, acceso y adecuación del entorno del edificio, así como las obras anexas a éste, que ascienden a otros 241.997 euros más. Estas dos últimas actuaciones finalizaron en enero de 2013, por lo que, en cuanto a la obra civil, nada dilataría su apertura.

El edificio lleva la firma de la arquitecta Fátima Romero, que resultó ganadora de un concurso de ideas impulsado por el Colegio de Arquitectos de Huelva y la Diputación. El proyecto se caracteriza por estar construido en base a una malla romboidal que da cuerpo a la estructura exterior de forma convexa, definiendo los espacios interiores y llenando de luz el interior del recinto. El objetivo es que desde el interior se divise la explanada exterior donde estarán plantados viñedos de la variedad zalema, santo y seña del Condado.

Ya en el interior, la primera planta goza de zonas de recepción, proyección, degustación y ventas. Mientras, en la primera planta, cuenta con una zona administrativa, sala de juntas, despacho general, otro enólogo y un laboratorio.

Precisamente éste ha sido uno de los ejes que más controversia suscitó y motivó la denuncia que presentó en Bruselas la Asociación Provincial de Empresarios, Criadores y Exportadores de Vino de Huelva, al entender que se han desviado unos fondos europeos para favorecer a una entidad privada a la que se le dota de una infraestructura de dos millones de euros, diseñándole el edificio a la carta de las necesidades de la sociedad, con salas de junta, laboratorio etc. No hay que olvidar, inciden, que una vez pasado los diez años, el museo pasará a titularidad y control de Vinícola del Condado.

La asociación elevó en un primer momento una denuncia en la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía, que se declaró incompetente para resolver conflictos relacionados con fondos europeos y no con precios de mercado. Tras ello se elevó la denuncia a los organismos europeos, justificando que el emplazamiento genera un agravio comparativo y, por ende, "una competencia desleal al primar con el dinero de todos los ciudadanos a una empresa privada".

Por otra parte, fuentes de la Asociación de Criadores consideran que estos retrasos en la apertura del museo obedecen a que la Diputación ha tenido dificultades por encontrar quien se hiciera cargo de su explotación frente a "la falta de expectativas económicas". Algo que desmienten desde el organismo supramunicipal, que achaca a los "trámites administrativos" el hecho de que aún no hayan abierto sus puertas.

En cuanto al curso de las denuncias en los organismos europeos, la Diputación ha optado por guardar silencio, si bien en su día su presidente, Ignacio Caraballo, justificó la implantación del museo en los terrenos que poseía la cooperativa en el hecho de que "ningún Ayuntamiento del Condado, y por consiguiente tampoco el de Bollullos, ofreció en su momento terrenos para la construcción" en un solar público.

En cualquier caso, el líder socialista mantuvo que el edificio beneficiaría a todo el sector, tanto a los agricultores como a los bodegueros", con lo que descartaba el trato de favor a una entidad privada.