Las furgonetas camperizadas, y por tanto reconvertidas de vehículos industriales a furgones vivienda, son un medio de transporte cada vez más utilizado para viajar en vacaciones. Y es que estas 'casas rodantes', confieren al usuario una mayor libertad a la hora de visitar y conocer un destino, sobre todo por no tener que estar sujetos a los horarios del transporte público o de los establecimientos hoteleros.

Pero a muchos, especialmente a quienes se están iniciando o se lo están planteando como opción de futuro para sus viajes, suele atragantárseles la complicada burocracia necesaria para homologar dicha transformación, para lo cual es necesario realizar una serie de trámites que requieren una encomienda a profesionales especializados en la materia.

Con el objeto de arrojar un poco de luz en este aparentemente complicado proceso de homologar una furgoneta, el portal especializado 'viajandonuestravida' (https://viajandonuestravida.com), ha elaborado una completa guía con todos los detalles.

Lo primero que hay que tener claro es que, al adquirir una furgoneta como furgón de carga que después se somete a un proceso de camperización, se está otorgando a dicho vehículo industrial otra consideración distinta, ya que pasa de ser un furgón de carga a un furgón vivienda por sus características interiores.

En este sentido, al igual que el resto de vehículos, ésta también tendrá que pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), y las reformas realizadas deberán constar en la ficha técnica.

Pero antes de empezar la camperización hay que tener claro si el vehículo va a ser homologado como furgón vivienda o como autocaravana, debiendo hacerlo en la clasificación que más convenga a cada usuario.

Interior de una furgoneta gran volumen con los primeros trabajos de camperización realizados

Y es que una furgoneta puede estar clasificada en distintos tipos. Puede ser una furgoneta de carga, un vehículo mixto adaptable, un furgón vivienda o incluso una autocaravana. La diferencia viene marcada por las características de su interior y por como transporta mercancías o personas. Este aspecto también supondrá diferencias evidentes en cuanto a la velocidad máxima permitida en carretera, la periodicidad en que deberá pasar la ITV, la limitación de plazas para pasajeros o el precio a pagar en concepto de impuesto de circulación.

Dicha clasificación viene detallada en la ficha técnica del vehículo y rige las características que debe tener una furgoneta. Si se desea cambiar su clasificación hay que modificar parte de su interior.

Según prosigue el portal 'viajandonuestravida' en su guía, para homologar una furgoneta en furgón vivienda el vehículo debe tener unos requisitos obligatorios como tener instalada una cama o asiento convertible en cama y un mueble para almacenaje anclado fijamente. Por otra parte, y aunque no existe una normativa específica para este tipo de legalización, lo que a fin de cuentas hay que demostrar es que tiene un mínimo de habitabilidad, para lo cual debe contar con ventilación mediante claraboya o rejilla, cajetín con protecciones para instalación eléctrica a 220V, pequeña instalación de agua, fijación firme del mobiliario, un módulo de cocona o algún tipo de armario o mobiliario adicional. Además, dichos elementos no deben tener cantos ni aristas vivas.

Por otra parte, teniendo en cuenta que la homologación es el último paso de todo el proceso de camperización, este trabajo debe estar completamente acabado antes de iniciar los trámites para homologar. También es posible ir homologándose poco a poco, a medida que se van haciendo reformas a la furgoneta, pero es importante saber que cada vez que se homologa un cambio hay que pagar por ello.

Así, para lograr la homologación, hay que reflejar todas las reformas realizadas en el vehículo en un informe, para lo cual hay que saber con exactitud qué materiales se han usado y las medidas de los elementos, haciendo fotografías de todo ello.

La camperización incluye numerosos trabajos en el interior del furgón

Finalmente, la furgoneta tendrá que ser homologada por la ITV. Así, una vez camperizada y con todo el papeleo necesario obtenido, hay que acudir a una Inspección Técnica de Vehículos, tramitar una cita y acudir a la misma. Un ingeniero verificará que se  cumplen las normativas necesarias para homologar la furgoneta camper como furgón vivienda o como autocaravana.

Para pasar esta revisión sin problema, es necesario aportar una serie de documentos y certificados, sin los que es imposible pasar la Inspección Técnica de Vehículos para la reforma de la furgoneta.

Dichos documentos son, en primer lugar un proyecto técnico que recoge la reforma al completo del vehículo, el cual debe realizar un Ingeniero Industrial colegiado. En dicho documento se describen con detalle las modificaciones que se van a realizar en el vehículo y sus características generales una vez acometida la reforma. El proyecto normalmente está compuesto por una memoria y descripción de la reforma, cálculos justificativos, pliego de condiciones, planos y presupuesto.

El segundo documento es un certificado de dirección final de obra, el cual acredita los trabajos realizados para los que se solicita una licencia están concluidos y debe de ir firmado por el director de obra y el director de ejecución de obra, que suele ser el mismo ingeniero.

El tercer documento es un informe de conformidad, que acredita y garantiza el cumplimiento de las normas que exige la ley en el ámbito europeo de las homologaciones. Este informe lo emite exclusivamente el laboratorio fabricante del vehículo.

El cuarto documento es un certificado de taller, donde figuran los datos del taller donde se ha realizado la reforma de la furgoneta. Aunque se haya realizado la reforma por parte del propio propietario de la furgoneta, este certificado es necesario, y debe llevar el número de registro industrial del taller en cuestión.

El boletín de electricidad es el quinto documento, y certifica que la instalación eléctrica está en buen estado y es segura. Es solo necesario en caso de haber instalado a 220 v y debe emitirlo y firmarlo un instalador autorizado. Como en el anterior caso, aunque dicha instalación haya sido realizada por el propietario del vehículo por su cuenta, necesita la firma de un instalador autorizado.

Por último se necesita un boletín de gas, que certifica que esta instalación está en buen estado y es segura, y que es solo necesario si se ha incorporado instalación de gas fija en la furgoneta. Este documento, como los dos anteriores debe emitirlo un instalador autorizado pese haber hecho la instalación el propietario del vehículo por su cuenta.

Instalación de un asiento doble para pasajeros en el interior de un futuro furgón vivienda

Es también importante saber que, a la hora de llevar el vehículo a pasar la ITV, dependiendo de la comunidad autónoma donde se solicite, el procedimiento puede que sea diferente.

Sobre el coste que supone llevar a cabo la homologación, el portal 'viajandonuestravida' habla de una media de 756 euros, que desglosada por apartados son 485 euros el certificado de final de obra y el informe de conformidad, 90 euros el certificado de taller, 75 euros el boletín eléctrico, 55 euros la inspección en la ITV,  41 euros la reforma de la ITV y 10 euros el ticket de pesaje.