Multitudinario traslado de la Virgen de la Peña
La procesión, que se celebra cada seis años, recorrió tras bajar del Cerro del Águila las calles y plazas del pueblo, adornadas con flores y guirnaldas





Miles de devotos procedentes de todo el Andévalo y de un gran número de municipios de la provincia acompañaron en la tarde de ayer a la Virgen de la Peña en su tradicional bajada desde su santuario ubicado en el Cerro del Águila hasta la iglesia parroquial de la Santa Cruz de Puebla de Guzmán, en una procesión solemne que recorrió las calles y plazas de la localidad decoradas con flores de papel, guirnaldas y arcos, llenando de luz y color todo el municipio.
Seis años de espera han marcado el calendario de los puebleños para volver a disfrutar de la presencia de la Reina del Andévalo en las calles de la localidad, de la que es Alcaldesa Perpetua, siendo la primera vez que se traslada desde que fue coronada canónicamente el día 4 de julio de 2009. Con una emoción solemne y después de meses de preparativos, la Virgen de la Peña descansa ya en el altar de la iglesia parroquial después del programa de actos con los que se ha querido conmemorar esta tradicional visita.
Tras el rezo del santo rosario, que tuvo lugar sobre las 18:00, se inició el recorrido desde el Cerro del Águila, después que la lluvia hiciera acto de presencia antes de la salida de la Virgen, por caminos forestales de gran belleza paisajística, entre las coplas y las tradicionales tonás que se cantan en honor de la Virgen. Cuatro kilómetros que separan el paraje andevaleño del municipio portando en andas el paso de la sagrada Imagen entre encinas, eucaliptos, jaras y matorrales de hierbas aromáticas en los que se sucedieron los vivas a la Virgen, las plegarias y las oraciones.
Niños y adultos de todas las edades acompañaron el paso de la Virgen abarrotando los caminos serpenteantes que conducen a La Puebla y, ya en la entrada a la misma, disfrutaron de la tradicional parada en el enclave conocido como Pozo de Beber. A la caída de la tarde, cuando el sol declinaba y se empezaban a encender las farolas, la Peña se adentró en las callejas de La Puebla en una algarabía de cantos y vivas que pusieron de manifiesto, una vez más, la profunda devoción que sienten sus fieles.
Miles de flores de papel, arcos y guirnaldas la esperaban adornando cada una de las calles, de las plazas y de las fachadas de las casas por las que ha ido pasando la procesión, en una espiral de emociones que iba en aumento cada vez que la sagrada Imagen se iba parando delante de los domicilios de los vecinos más ancianos o enfermos para bendecirlos.
Ya en la Plaza de la Coronación, en la zona del Paseo, y precedida por la tradicional Danza de las Espadas, que interpretan sus danzadores al ritmo de flauta y tamboril, la Virgen de la Peña, colocada bajo una bóveda adornada de flores de papel que los vecinos han ido decorando durante las últimas semanas, recibió un acto de homenaje en la voz de sus paisanos.
Con las voces del Coro de la Virgen de la Peña y las canciones del Grupo Andévalo, formado por músicos puebleños, se desgranaron frente a Imagen sevillanas, fandangos y rumbas dedicadas a su devoción y que hacen referencia a las costumbres de su romería, que pusieron una nota añadida de entusiasmo y de alegría en la noche andevaleña. La joven cantaora local Paula Carrasco y otros aficionados ofrecieron su particular homenaje en esta noche de fervor y de oración en el que el pueblo ha lucido más hermoso que nunca, engalanado para la ocasión con miles de flores blancas y celestes, que representan los colores tradicionales de la Virgen María.
Ya entrada la noche, la Virgen de la Peña continuó el recorrido por el resto de las calles de la localidad hasta que, ya en la calle Serpa, en la puerta del Ayuntamiento realizó una singular parada como Alcaldesa Perpetua del municipio, así como en la entrada de las sedes de sus tres hermandades filiales: Madrid, Huelva y la matriz de Puebla de Guzmán. En el templo, una vez finalizada la procesión, la emoción volvió a desbordarse y las tonás y las coplas se sucedieron en su honor, mientras la Virgen era depositada en el altar.
Así, durante más de un mes la Reina del Andévalo presidirá el altar de la iglesia parroquial, en la que tendrá lugar la Novena, que se iniciará el día 24 de septiembre y que contará, cada noche, con la predicación de un sacerdote de la provincia, entre los que se encuentran Francisco Echeverría, Diego Capado o Santiago Santaolalla. La cita religiosa será clausurada por el obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco el 2 de octubre.
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