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Mujeres emprendedoras rurales reclaman formación, información y visibilización

  • Arroyomolinos de León acoge 'Gira Mujeres', un programa de Coca-Cola

Sierra de Huelva.

Sierra de Huelva. / Rafa del Barrio

Mujeres emprendedoras rurales reunidas por Gira Mujeres, el programa de formación en emprendimiento de Coca-Cola destinado a mujeres, reclamaron formación, información y visibilización en el marco de un encuentro organizado para hablar de emprendimiento rural femenino por el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, que se celebra este 19 de noviembre. 

En este encuentro -que tuvo lugar en el Espacio de Alma Natura en Arroyomolinos de León, un molino de aceite de más de 150 años, símbolo de identidad de la comunidad rural- se relataron casos de éxito de la mano de Ana María Lus Santisteban, ganadora de la III edición de Gira Mujeres; Beli Casillas, creadora de Micotime; o Ana Belén Herrero, impulsora de Sepúlveda Viva. 

"No se ha parido nada mejor que la mujer rural", bromeó en su intervención Ana María, impulsora de Alpacana, "una manera de enseñar a la gente a vestir de manera sostenible y saludable" desde su granja de Guriezo, en Cantabria, donde desarrolla todo el proceso, desde la cría de las alpacas para la obtención de esta fibra a la elaboración de prendas de ropa de manera artesanal. También está poniendo en marcha la creación de una línea de bolsos ecológicos. 

Sobre el impacto de Gira Mujeres en su negocio -una iniciativa que nació hace seis años y que hasta la fecha ha contado con 19.925 participantes en 465 pueblos y 155 ciudades-, reconoció que pasó de ser "algo pequeñito a ir más allá", además de darse cuenta de todo lo que podía llegar a ser. "Me dí cuenta de que no tenía límites", aseveró, poniendo en valor la importancia de la formación y el asesoramiento a la hora de emprender. 

Por su parte, Beli relató cómo puso en marcha Micotime, una iniciativa que busca fomentar el autocultivo de setas comestibles a través de un kit para el hogar y talleres educativos. De este modo, Micotime es una empresa rural que enseña a vivir experiencias únicas entre parques naturales y descubrir el mundo de las setas de un modo atractivo, un proyecto que Casillas define "como un hijo" y con el que asegura, aunque no vaya a hacerse "millonaria", ayuda a cuidar el planeta, al tiempo que apuesta por la importancia de trabajar "en red y con sinergias".

Mientras, Ana Belén señaló que el fin de Sepúlveda Viva es "tocar la fibra" ya que consiste en una experiencia envolvente en la que, a través de visitas teatralizadas, pone en valor y permite descubrir la riqueza de la tierra a través de la historia, cultura y patrimonio de este municipio segoviano. "Además, me permite criar a mi hijo donde quiero", destacó, sin olvidar a sus dos abuelas que, en su caso, fueron referentes para ella. "El impacto social que va a ser una de las herramientas claves del propio emprendimiento", añadió. 

En declaraciones a Europa Press, la responsable de proyectos de Red Española de Desarrollo Rural, Irene Martín, insistió en la importancia de estas iniciativas de emprendimiento "para diversificar la economía del medio rural y generar valor añadido e incrementar el sentimiento de arraigo en el territorio, tengan o no sus orígenes, además de permitir comenzar un proyecto sobre todo para los jóvenes". 

Por ello, lanzó un mensaje a todas aquellas mujeres que quieran poner en marcha un proyecto en el mundo rural: "compartir su idea con sus círculos de confianza, profundizar y ponerse en contacto con aquellas entidades que les pueden ayudar a financiarlo". 

El encuentro estuvo amenizado por la música de Her Itage (en alusión al juego de palabras entre her (ella) y heritage (patrimonio), un dúo compuesto por Marta Aparicio (guitarra) y Elena Martínez (voz) que trabaja por la recuperación y divulgación del patrimonio musical en el que las mujeres son protagonistas como compositoras e intérpretes. De este modo, a través de conciertos, talleres y conferencias, especialmente en el ámbito rural, el grupo visibiliza las diversas voces de la música para fomentar comunidades más equitativas e inclusivas. 

"Ambas nos dedicamos a la música, nos conocimos en Cuenca -de donde somos- y decidimos apostar por un proyecto así, que aunara mujeres rurales y feminismo. Además, somos pocas mujeres las que estamos en los escenarios. No solo nos centramos en un estilo, partimos de la música de nuestras raíces, pasando por el jazz o la clásica, para visibilizar el papel de la mujer en el mundo de la música", relataron a Europa Press. 

Precisamente, este proyecto vio la luz hace año y medio y no han parado "a pesar de la pandemia", rememoraron. "Pensamos que tener un proyecto tan marcadamente feminista en un mundo rural a lo mejor costaría pero al contrario, estamos teniendo una gran aceptación y la gente se va a su casa pensando en personajes e historias que no conocían, como la de la compositora Claudia Montero. No somos un dúo sin más, también elegimos lugares estratégicos para comunicar nuestro mensaje", subrayaron.

"YO NO CAIGO EN OTRA CRISIS" 

En el contexto de este encuentro, se presentó el Informe Emprendedoras Rurales en España. Análisis con datos GEM 2021-2022 que, entre otros datos, arroja que el 20% de las mujeres de entornos rurales con edades comprendidas entre 18 y 64 años se encuentran inmersas en alguna de las fases del proceso emprendedor. Este porcentaje supone que para una de cada cinco mujeres el emprendimiento es una buena forma de desarrollar un proyecto profesional para enraizarse en su territorio. 

Una de estas mujeres es María Jesús Rodríguez Cerqueira, que está al frente de Quesos Monte Robledo Aracena y que desarrolla su actividad en esta localidad onubense, ubicada en la serranía en la que da nombre. Junto a su marido Rafael, en un encuentro con los medios, recuerda que puso el negocio en marcha en el año 1994 con la idea de recuperar la tradición ancestral de hacer queso como lo hacía su madre. Para ello, usa la leche de sus cabras que pastan en ganadería extensiva en su propia finca y bajo certificación ecológica. 

"Yo lo que quería era hacer el queso que hacía mi madre, sin productos químicos, con leche, cuajo y sal. Así empezamos y hemos tenido baches pero hemos salido adelante y también hemos sobrevivido al Covid, con grupos de difusión en WhatsApp que fueron mi salvación ya que hemos acabado vendiendo más que en la tienda", relata. 

"Yo no caigo en otra crisis", afirma con fortaleza, al tiempo que explica que ha diversificado el negocio con visitas a la finca o un salón de talleres donde los visitantes pueden hacer su propio queso. 

María Jesús, que participó en uno de los grupos de Gira Mujeres, defiende que "la mujer tiene mucho que hacer en el mundo rural y antes estaban invisibilizadas". Recuerda con emoción cómo su madre ha visto su triunfo, ya que falleció el año pasado, y augura la continuidad de las tradición, ya que su hijo y su nuera llevan la vaquería, y los otros dos hijos también trabajan en el pueblo. "No me quiero jubilar, yo quiero seguir y aunque estoy cansada, quiero seguir", concluye. 

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