Desde hace meses se oye hablar de La Magdalena, un yacimiento ubicado en un cerro del que toma el nombre, junto a Cueva de la Mora. La empresa Mina de Aguas Teñidas (Matsa) posee las concesiones de explotación de este depósito y el año pasado descubrió una masa de sulfuros metálicos masivos sirviéndose de un sistema geofísico (a través de un helicóptero) que determinó anomalías en el terreno. Más tarde, un taladro de perforación tocaría mineral a 220 metros de la superficie, si bien el proyecto Magdalena, abierto a la zona Este, alcanza los 600, lo que corrobora el potencial minero de la Faja Pirítica.

Según explicó ayer el director general de Matsa, Alonso Luján, tras la prevaluación acometida con métodos de perforación -que requirió una inversión de cerca de siete millones de euros este año-, la compañía ha presentando a la Junta un proyecto para poder ejecutar una obra minera que permita cuantificar las reservas de cobre, cinc, plomo y plata, y llegar así a un proyecto de viabilidad integrado en un sistema de explotación. Según las previsiones que baraja la compañía, en cuatro meses la Junta emitirá la Autorización Ambiental Unificada (AAU) y los trabajos podrán arrancar a continuación.

Será una primera etapa de investigación que constará de una inversión de 28 millones (uno de ellos destinado a un plan de restauración) y durante la misma, que se prolongará unos diez meses, se alzará toda la infraestructura necesaria para poder desarrollar una rampa, obra que permitirá a los técnicos acercarse a la masa de sulfuros metálicos masivos para poder cuantificarla y desarrollar las pruebas metalúrgicas oportunas.

La inversión también irá destinada a construir un camino independiente de seis kilómetros que unirá la zona industrial de Matsa con Mina Magdalena, un puente con un claro de 50 metros, una planta de tratamiento de agua capaz de procesar unos 150 metros cúbicos de agua (aunque los técnicos han cuantificado a través de sondeos que La Magdalena sólo tiene ocho litros por segundo), una zona de vestuarios, talleres, almacenes y una escombrera.

En esta primera etapa de investigación, Luján prevé que se creen 70 empleos directos y 140 indirectos, si bien advirtió de que la mano de obra se incrementará una vez que se inicie la etapa de producción.

Lo que sí está cuantificado ya es que el proyecto de investigación de este depósito "abierto" y "virgen" tiene el 80% de futuro asegurado. No en vano, Matsa ha determinado en alguna zona un potencial de seis millones de toneladas. De cumplirse todas las expectativas con el desarrollo del proyecto de investigación, la inversión final de la compañía en este yacimiento rondaría un total de 90 millones de euros.

"Tenemos el mineral a 600 metros en la parte más profunda. Esto, pues, demanda muchos retos: hay que hacer una mina profunda y compleja, pero Matsa cuenta con el conocimiento suficiente para desarrollar minas que sean realmente seguras y productivas", aseguró el director general.

El presidente de la Diputación Provincial, Ignacio Caraballo, destacó la inversión de Matsa, compañía a la que se refirió como "referente en la minería sostenible social y medioambiental y que está creando riqueza y empleo".

Por su parte, el delegado de la Junta, José Fiscal, subrayó el apoyo "decidido" del Gobierno andaluz a cualquier proyecto en el ámbito de la minería" siempre que sea del siglo XXI", extremo en el que coincidió con el delegado de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Eduardo Muñoz, quien apuntó una previsión total de empleo entre los 7.000 y 8.000 puestos de trabajo cuando se vaya avanzando en la explotación de la Faja Pirítica.