Gentes de aquí y de allá

Manuel Hidalgo Pascual: Valverdeño y puntaumbrieño ilustre

  • Además de una eminencia en el campo de la cirugía, el doctor Hidalgo Pascual es un apasionado de Punta Umbría

El doctor Manuel Hidalgo Pascual.

El doctor Manuel Hidalgo Pascual.

Un buen amigo común, Pepe Orozco, me presentó a Manolo un día en Punta Umbría. Pepe era para mí como un hermano más y tristemente se fue para siempre al poco de presentarnos. De Manolo Hidalgo me habló maravillas, como persona y como profesional, y cuando ya empecé a tratarlo reconocí que el bueno de Pepe se había quedado corto. Manolo es una persona tan entrañable y cercana que nadie diría al conocerlo que tiene la gran categoría profesional que tiene, reconocida mundialmente.

Manolo nació en Valverde del Camino recién terminada la Guerra Civil, en 1940, y allí estudió sus primeras letras. El bachiller no lo llegó a terminar en su pueblo porque sus padres, Nicolás y Dolores, viendo que su hijo apuntaba maneras, lo llevaron interno al Colegio Menor y en el Instituto Rábida de Huelva terminó el bachiller y el Preu para irse a Madrid a estudiar Medicina en la Universidad Complutense, donde acabó con sobresaliente y matrícula de honor. Además, hizo el doctorado obteniendo cum laude en el año 1965.

Hizo varias especialidades: cirugía general, cirugía del aparato digestivo, cirugía torácica y cirugía cardiovascular. Y enseguida la Universidad Complutense lo fichó como profesor, primero como adjunto, y luego como profesor encargado de cátedra y también asociado, hasta que llegó a ser el director del Instituto de Cirugía del Hospital 12 de octubre de Madrid. A todo esto, él operaba varias veces al día y no dejaba nunca de aprender porque asistía a congresos por todo el mundo descubriendo nuevas técnicas. Pronto los congresos ya los organizaba él, porque su prestigio iba creciendo y cirujanos de todo el mundo querían aprender de él. De hecho, fue presidente en dos congresos mundiales.

El bueno de Manolo Pascual, que es como lo conocen en su pueblo por ser el apellido de su madre, no paraba de investigar. Pero no voy a contar aquí todo lo que hizo en su vida profesional porque no tengo el suficiente espacio y porque habría que escribir un libro entero sobre él. Aunque algo sí que voy a resaltar: Tiene realizados más de 260 trabajos científicos, 26 libros publicados, 14 de ellos de carácter docente, además de colaboraciones en muchos libros y muchos capítulos científicos junto a otros cirujanos de varios países. Y de comunicaciones en congresos ni hablar, porque perdí la cuenta. En el Hospital 12 de octubre ha sido toda una referencia, ya que estuvo casi 40 años llegando a ser jefe del servicio de Cirugía.

Manuel Hidalgo Pascual llegó a ser jefe de Cirugía del hospital Doce de Octubre. Manuel Hidalgo Pascual llegó a ser jefe de Cirugía del hospital Doce de Octubre.

Manuel Hidalgo Pascual llegó a ser jefe de Cirugía del hospital Doce de Octubre.

Pero me voy a apartar un poco de su vida profesional y voy a contar algo de su vida privada. Manolo Hidalgo ama a Punta Umbría, a donde lleva viniendo toda la vida, incluso en su época de más trabajo. Todos los viernes se monta en el Ave a medio día, donde come, y al llegar a Sevilla tiene aparcado su coche y se viene a Punta Umbría, donde sus amigos Antonio Álvarez, Ángel Diez y otros le tienen organizadas sus partidas de tenis, que no las perdona porque, además, es un magnífico tenista, según me dicen nuestros amigos comunes. También aprovecha para verse con su encantadora hermana Cristina y su cuñado Pepe Sánchez, a quien casualmente conozco del colegio Francés. Pero no por eso deja de ejercer la medicina el bueno de

Manolo, porque muchos de sus amigos, abusando de su bondad infinita, le hacemos consultas. Y además, a muchos puntaumbrieños que él opera en Madrid, cuando viene a pasar su fin de semana de relax, los visita y los atiende. Y no son ni uno ni dos, sino bastantes más, porque muchos de ellos son amigos míos a los que yo recomendé, sabiendo que Manolo atiende a todo el que se lo pide. Porque él es un médico de vocación y siempre trata de ayudar a todo el que lo necesite. Yo mismo tengo miembros de mi familia a los que él atendió. Recuerdo que mi propia esposa necesitó de su ayuda en el quirófano y quién mejor que él para aquella operación tan difícil que la mantuvo con vida varios años más.

Y como muestra de su carácter bondadoso contaré una anécdota. Mientras mi mujer estaba en la UCI después de ser operada, una noche sin darse cuenta mientras dormía se quitó sin querer uno de los tubos que tenía en la boca. Entonces las enfermeras vinieron inmediatamente todas muy exaltadas diciéndole que por qué había hecho eso, que la iban a tener que operar de nuevo. Y llamaron al doctor Hidalgo para que viniera y él simplemente le dijo: “No te preocupes, un cacharro menos. Mira qué cara te ha quedado tan guapa, estás como una rosa”. Así es Manolo Hidalgo, todo sencillez y bondad.

El doctor Hidalgo Pascual. El doctor Hidalgo Pascual.

El doctor Hidalgo Pascual.

Como docente fue tutor de cerca de 100 médicos residentes de cirugía con responsabilidad directa en su formación desde 1973. Es profesor honorario en cuatro universidades internacionales: L’Aquila en Italia, Universidad Nacional de Córdoba en Argentina, Universidad San Salvador en Buenos Aires y Universidad de Perú. Y también es académico en varias academias de ciencias médicas como la de Roma, Venezuela, Chile y otros países.

Pero termino con estas distinciones para no cansar al lector. Además, el propio Manolo, cuando lea esto, me va a reñir. Porque su modestia y humildad no le deja presumir de títulos, premios y distinciones. Pero la verdad, querido Manolo, que te pido que no te molestes conmigo por haber escrito este pequeño bosquejo sobre tu persona. Sabes que te lo debía porque me has demostrado muchas veces tu amistad y tu cariño y me siento siempre en deuda contigo y no sé cómo pagarte y devolverte mi cariño.

Manuel Hidalgo Pascual ama tanto a Punta Umbría que organizó aquí, en el Hotel Barceló de nuestra localidad, un congreso internacional de cirugía al que me invitó para que yo les diese una charla sobre la historia, el medio ambiente y algunas anécdotas sobre Punta Umbría, a lo que acepté encantado, porque todo lo que sea dar difusión a esta tierra es para mí disfrutar y nunca digo que no. Y sobre todo en este caso, con gente que venía aquí por primera vez. Todos terminaron encantados con nuestro pueblo, nuestra playa, nuestro clima y, como no, nuestra gastronomía. Y todos quedaron en volver más de una vez. Manolo hizo “pueblo” una vez más.

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