Gentes de aquí y de allá

Luis García-Valdecasas y García-Valdecasas; Magistrado, hijo, nieto y biznieto de juristas

  • Llegó para un año a Huelva y lleva más de 30 ejerciendo su labor en la Audiencia

Luis García-Valdecasas y García-Valdecasas.

Luis García-Valdecasas y García-Valdecasas.

Luis vino a Huelva recién ascendido a magistrado. Lo hizo solo por un año y ya van para 30. Y es que Huelva engancha y, además, teniendo Punta Umbría al lado… Desde que la conoció, no falta ningún verano.Él nació en Granada en 1961, pero se siente jiennense por haber transcurrido allí toda su infancia y juventud. No obstante, después de tantos años en Huelva, ya es un onubense más. Además sus dos hijos nacieron aquí y desde muy pequeños se venían al fútbol a ver el Recre conmigo y con mis hijos. Por tanto, los colores blanco y azul forman ya parte de sus vidas.

El padre de Luis García-Valdecasas y García-Valdecasas ejerció como juez durante 44 años y se jubiló en 1999 como presidente de la Audiencia de Jaén. Por eso Luis estudió Derecho en la Universidad de Granada y al terminar preparó oposiciones de acceso a la carrera judicial. Él había visto el afán y la vocación de su padre desde pequeño y quedó tan prendado de tanto amor por esta profesión que se impregnó de ella. Y es que además su abuelo y su bisabuelo tenían la misma pasión por este oficio. Por tanto, podemos afirmar que él es lo que es por tradición y por vocación.

Y por las cosas de la vida su primer destino fue en la provincia de Córdoba, concretamente en el bonito y hospitalario pueblo de Posadas, donde conoció a la que más tarde se convertiría en su esposa, Mariló Romero Viana, que estudiaba en Sevilla y tenía una compañera de piso, Montse Toscano, que era de Posadas y con ella se iba a pasar muchos fines de semana, fiestas del pueblo y eventos familiares, porque ella era una más de la familia. Montse sacó las oposiciones a secretaria judicial y su primer destino fue precisamente su pueblo. Y Mariló, que seguía yendo por allí, conoció al nuevo juez. Y lo que en un primer momento fue una bonita amistad e intercambio de pareceres y opiniones, porque ella había estudiado también derecho, pronto se convirtió en enamoramiento. Tanto es así que en el verano de 1993 se casaron en el pueblo natal de ella, La Puebla del Río.

Ya en Huelva nacieron sus hijos y durante once años vivieron en un edificio de la Gran Vía donde tuvieron como vecinos a Pily y Enrique, que tienen un patio muy bonito donde se hacen unas interesantes tertulias en las cuales yo participaba habitualmente ya que Pily es mi hermana y Enrique mi cuñado casi hermano y me invitaban a formar parte de aquellos ratos tan agradables. Y así es como Luis, Mariló y yo hacemos una entrañable amistad que hoy por hoy continúa igual que perdura su amistad con los amigos de Posadas.

Luis García-Valdecasas y García-Valdecasas. Luis García-Valdecasas y García-Valdecasas.

Luis García-Valdecasas y García-Valdecasas.

Luis llegó a Huelva y su primer destino fue en el Juzgado de lo Penal número 3 y después en la Audiencia Provincial, donde ejerce en la actualidad desde el año 2000. Hay una anécdota muy reconfortante para él de una carta que recibió de un recluso desde la cárcel, donde estaba por haber sido condenado por él, que como todos los jueces es persona, ante todo. Aunque la forma de tratar a los enjuiciados difiere mucho unos de otros y este encarcelado le escribió dándole las gracias por el trato recibido. Consideraba justa la sentencia y además le agradecía mucho que lo hubiera tratado como a una persona, con un trato exquisito, algo a lo que no estaba acostumbrado según le contaba el propio presidiario. Luis conserva esa carta entre sus recuerdos profesionales como algo muy bonito.

Cuando llegó a nuestra ciudad, Luis alquiló el piso del que ya hemos hablado, pero se resistía a firmar el contrato por dos años, ya que él iba a estar solo uno. Eso era lo que él pensaba, pero cuando ya llevaba once años aquí y vio que ya no se iba a mover de Huelva fue cuando decidió adquirir una vivienda en propiedad. Entonces todos los funcionarios que trabajaban con él en el Palacio de Justicia se volcaron con él buscándole casa. Fue un bonito detalle que tuvieron, ya que todos los días le ofrecían pisos que habían visto para él hasta que por fin dieron con el que reunía todas las condiciones que ellos necesitaban. Él siempre quedó muy agradecido con esa ayuda recibida.

A todo esto, sus hijos se hicieron mayores y se marcharon a estudiar sus carreras. Luis se fue a Sevilla a estudiar ADE y Guillermo a Madrid, donde está ultimando sus estudios de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Complutense. Con esto parece que se rompe la tradición de su padre y antepasados, pero Luis y Mariló están muy contentos porque sus hijos han estudiado lo que a ellos les gustaba. Ambos se sienten muy a gusto en Huelva, donde fueron acogidos muy bien por los onubenses y no entra en sus planes marcharse de esta ciudad a la que vinieron solo por un año.

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