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El mar tiñe de luto Lepe 33 años después

Las publicaciones que recogen las informaciones del Sanlúcar I

Las publicaciones que recogen las informaciones del Sanlúcar I / Archivo HI

Lepe vuelve a estar de luto por el mar. La muerte del marinero y patrón de pesca Juan Antonio Cordero en el barco 'Villa de Pitanxo’ frente a la isla de Terranova (Canadá) tiñe de negro a la localidad, donde hacía 33 años que nadie perdía la vida trabajando en alta mar desde que naufragó el 'Sanlúcar I'.

'Tragedia al naufragar un barco de Lepe' era el titular de la edición del 31 de marzo de 1989 de Huelva Información, cuando se conoció la noticia ocurrida unas horas antes. Fue el día cuando se dejaron la vida Cipriano Martín Conde, de 54 años, casado y padre de tres hijos; Diego Tenorio, de 40, también casado; y el hijo del armador Juan González Bernal, de 30 años, casado y con dos hijos. Tres décadas después vuelven las lágrimas a Lepe por el marinero y patrón Juan Antonio Cordero.

Los tres fallecidos en 1989 formaban parte de la tripulación del Sanlúcar I, que naufragó en la noche del martes al miércoles frente a las costas de Kenitra (Marruecos), a unos 40 kilómetros de Rabat, un suceso en el que sobrevivieron Rafael Santana y los hermanos Tomás y Joaquín Fuentes. Los marineros que salvaron la vida lograron lanzarse al agua con una balsa, pero ésta también naufragó a unos 200 metros de la costa, a la que llegaron a nado.

En el momento del naufragio no se encontraba en el barco el joven Manuel Santos Cordero, ya que había sido trasladado a otro pesquero a causa de un accidente anterior. El octavo tripulante era Mauricio Rosa Infante, cuyo cuerpo nunca fue encontrado, y fue declarado oficialmente muerto el 8 de julio de 1994.

La crónica de aquellos días relata la falta de información que tenía los familiares de las víctimas y el malestar por el retraso en la repatriación de los cadáveres. Imágenes de dolor y angustia en la puerta de los domicilios a la espera de noticias y el recuerdo de tragedias anteriores como la del Islamar III, cuatro años antes, o el Purita Pérez. El mar golpeaba con fuerza a sus hijos en Huelva. Eran años duros, sin los medidas de seguridad actuales ni los sistemas tecnológicos, pero el mar es el mar. Han pasado más de tres décadas desde entonces. 

Fueron días durísimos para Lepe. Los supervivientes llegaron a Lepe el 1 de abril, donde fueron recibidos por sus familiares en un mitad del duelo general de todo el pueblo. Una vez en casa confirmaron que fue el temporal la causa del hundimiento. Los cuerpos de los fallecidos todavía tardaron varios días en regresar tras las oportunas gestiones para la repatriación. La cruel historia se ha vuelto a repetir. 

Con el paso de las jornadas y tras la llegada de los supervivientes se conocieron algunos detalles como que los seis tripulantes lograron alcanzar una balsa de salvamento con capacidad para 12 personas, pero el mismo temporal que provocó el naufragio acabó con la embarcación de emergencias a 200 metros de la costa marroquí. Dos de los tres fallecidos no sabían nadar. El viernes 7 de abril llegaron los cadáveres. 'Lepe recibió a las tres víctimas del naufragio del barco Sanlúcar I entre muestras de dolor y tensión' relataba Huelva Información. Todo el pueblo acompañó a las familias. Al día siguiente fue el entierro. 

El Sanlúcar I era un arrastrero de 55 toneladas de registro bruto, que había salido del puerto onubense el 2 de marzo, tras cumplir la parada biológica que establecía el acuerdo de entonces con Marruecos en los caladeros del norte de Cabo Nunn.

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