Cientos de personas se han adelantado 48 horas este viernes en Lepe a los festejos de Fin de Año, en una intensa tarde-noche festiva celebrada en las principales calles del centro de la localidad, donde no ha faltado la diversión y donde un año más se ha celebrado el cierre del 2023, a la vez que se ha dado la bienvenida al 2024, con las doce berries de la suerte.

Se trata de una de las tradiciones navideñas más singulares de Lepe, para la que el Ayuntamiento costero ha distribuido entre los vecinos, desde primera hora de la tarde, un total de 2.000 pequeñas tarrinas con una docena de frutos rojos, distribuidos entre fresas, frambuesas, arándanos y moras, las cuales han sido facilitadas por la empresa agrícola local 'Plus Berries'.

El primer edil lepero, Juan Manuel González, junto con el resto de miembros del equipo de Gobierno local, han sido los encargados de distribuir directamente dichas tarrinas en la misma puerta del Ayuntamiento entre los cientos de familias que se han dado cita para disfrutar del adelanto de las campanadas de Fin de Año.

Posteriormente, en el porche de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, justo bajo la espadaña de dicho templo, tuvo lugar el sorteo de la paga extraordinaria de 1.200 euros que la Asociación General de Empresarios de Lepe (Agelepe) ofrece cada año entre los participantes en su campaña comercial de Navidad.

Animación, música, ambiente y participación ciudadana siguieron amenizando la animada tarde, hasta que pasadas las ocho, el primer edil felicitó el Año Nuevo a los vecinos desde el mismo lugar, deseando a todos un próspero Año Nuevo cargado de felicidad, salud y paz, al tiempo que se procedió a las campanadas adelantadas con los frutos rojos. Para ello se realizó una conexión en directo con un reloj programado para el ensayo general proyectado en la espadaña de la parroquia lepera.

A continuación se proyectó sobre las paredes del mismo templo un espectacular videomapping que hizo bailar, emocionarse y reír a las numerosas personas congregadas para disfrutar del espectáculo, que culminó con una de las intensas y ya tradicionales nevadas que caracterizan la Navidad lepera desde el año 2006, siendo dicha localidad costera pionera en la provincia de Huelva en la puesta en marcha de esta actividad.