Provincia

Tres condenados por asaltar una pollería en Isla Cristina y llevarse 12.475 euros

  • El familiar de uno de los cacos entregó la caja registradora sustraída a la Guardia Civil

  • La Audiencia Provincial impone 3 años de prisión al cabecilla y dos años al resto

Fachada del negocio que fue saqueado por los ladrones en agosto de 2017.

Fachada del negocio que fue saqueado por los ladrones en agosto de 2017. / Google Maps (Isla Cristina)

La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado por robo con fuerza en local abierto al público fuera de horas de apertura a tres hombres por el asalto que perpetraron el 27 de agosto de 2017 en una pollería de la localidad de Isla Cristina.

La Sección Tercera da por probado en la sentencia a la que ha accedido Huelva Información que el cabecilla y otros dos compinches accedieron al interior del negocio "entre las cinco y las seis de la madrugada". Para ello, "rompieron los cierres de la puerta exterior del establecimiento comercial de Isla Cristina" y localizaron dos cajas fuertes que contenían "un total de 11.500 euros" que consiguieron saquear. Además, se llevaron a pulso la caja registradora, que contenía "unos trescientos euros; una botella de licor de marca desconocida y diez billetes de lotería nacional".

El considerado el ideólogo del delito tenía incontables condenas por robo en negocios. "El valor de las cajas fuertes ha sido tasado en 250 euros cada una de ellas, y el de la caja registradora en 300, no habiéndose recuperado ni las cajas ni el dinero que contenían", hace constar la Sala en su resolución.

Aunque no dejaron vestigios probatorios de su paso por el asador de pollos isleño, lo cierto es que cometieron errores que llevan al tribunal a alcanzar una conclusión condenatoria que acarrea dos años de prisión para dos de los cacos y que se eleva a tres años para el líder por su reincidencia.

En primer lugar, este vivía en una casa ocupada. Pero en un edificio que tiene cámaras de seguridad en sus instalaciones. Así que la Guardia Civil pudo aportar el vídeo. Las imágenes fueron tomadas entre las 5:00 y las 6:00 de aquel 27 de agosto "y se corresponden a dos momentos diferentes, mediando un lapso temporal de unos 45 minutos entre ellas".

En las tomadas sobre las 5:17, los tres acusados "salen del edificio sin portar objeto alguno, mientras que en las tomadas sobre las 6:00 se les puede ver de vuelta portando diferentes objetos, uno de los cuales parece ser una caja registradora".

La Sala subraya que una de las defensas alegó en el juicio que se desconoce la hora a la que se produjo el delito, ya que su propietario no se dio cuenta hasta por la mañana, "pero parece completamente lógica al tribunal la tesis de la Fiscalía de que hubo de producirse entre las 5:17 y las 6:00".

Es más, un hermano del cabecilla (también sobrino político de otro de los ladrones), testificó en el juicio de forma "completamente contundente" que se enteró del robo por su mujer, que se fue a la casa de su hermano y que al entrar encontró "la caja registradora que llevó a la Guardia Civil". Los guardia civiles indicaron en el plenario que dicha caja "contenía propaganda" de la pollería en cuestión, lo cual a juicio de la Audiencia "es un indicio más que relaciona todos estos hechos".

La terna de magistrados subraya que pese a que uno de los encausados negó durante el juicio "saber nada de los hechos", aunque sí lo había reconocido en parte ante el juez de Instrucción, otro sí había admitido parcialmente su participación en el cuartel de la Benemérita. Y con estos mimbres, dice la Sala que "no podemos tomar en consideración tales declaraciones judiciales pero sí la testifical de referencia de la Guardia Civil en juicio, recordando que los acusados admitieron su participación en el robo".

En este sentido, como consta en el atestado policial, "no es que uno de los acusados admitiera explícitamente su participación, más bien expresó que se encontró a los otros dos saliendo de la pollería y llevando una caja registradora, y que se dirigieron los tres al domicilio" del líder.

La Sección Tercera remarca que "es cierto que la casa donde vivía era una casa ocupada que tenía la puerta abierta y que, en teoría, cualquiera pudo entrar allí, pero el sumatorio de todos estos indicios desbarata esa hipótesis alternativa, por otro lado carente de sentido, de que otra persona cometiera el robo y dejara en tal piso los efectos sustraídos".

Los hechos "revisten gravedad, habida cuenta de la cantidad de dinero sustraída, de la energía desplegada en la depredación, con rompimiento de cierres y remoción de hasta tres cajas, dos de ellas fuertes y otra registradora; siendo todo lo anterior desarrollado en un breve lapso de tiempo, lo que también sugiere una planificación y grado de coordinación notables entre los tres".

El trío tendrá que indemnizar conjunta y solidariamente al propietario con 11.975 euros más intereses, puesto que el damnificado ya percibió 500 euros del seguro. Además, los condenados asumirán las costas procesales.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios