La Junta sustituirá la limitación horaria por la de la tara de captura

La Junta de Andalucía está dispuesta a revisar algunas de las exigencias del sector pesquero de la chirla del Golfo de Cádiz, tras un mes de amarre y dos encierros en los municipios pesqueros de Isla Cristina y Punta Umbría. Según comunicó la consejera de Agricultura y Pesca de la Junta, Clara Aguilera, a los nuevos representantes de las cofradías de pescadores de la región (Facope), el Gobierno andaluz revisará la orden que regula el marisqueo en el Golfo de Cádiz, aunque lo hará "respetando los aspectos fundamentales del informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO), que alertó sobre la situación crítica y recomienda de forma explícita que no se aumenten las capturas de chirla para garantizar su subsistencia.

Aguilera detalló que la modificación consistirá en sustituir la limitación horaria establecida en la orden actual por una limitación en la tara de captura, que no especificó de momento. La tara actual es de 200 kilos por barco y día. El objetivo es "ofrecer más alternativas y poder velar por la sostenibilidad del caladero", subrayó la consejera. Su departamento insiste, una vez más, en la oferta que se hizo al sector sobre las autorizaciones temporales para otras modalidades de pesca.

El sector acogió ayer la medida de forma favorable y ve en la oferta de la Junta "un gesto de buena voluntad" para avanzar en la negociación. Sin embargo el portavoz del colectivo de la chirla en Huelva, Rafael Núñez, insistió en que es fundamental la apertura de las zonas de veda del Levante, fundamentalmente, la de Doñana "para empezar a regenerar el caladero y dar más vida a las especies. Es necesario remover los fondos de forma urgente porque las chirlas se nos están muriendo", justificó una vez más el armador de Punta Umbría. Este reiteró que los coquineros que faenan en la playa del parque nacional se encuentran todos los días multitud de chirla pequeña muy cerca de la orilla, "mucho nos tememos que la falta de movimiento de fondos marinos ha endurecido el terreno e impide a la chirla poder utilizar su hábitat natural en la arena porque los fondos están muy duros", explicó.

El sector de la chirla amarró la flota, cerca de un centenar de barcos, ante la falta de rentabilidad de las empresas. Armadores y marineros tienen tres reivindicaciones: ampliar el horario de 5 a 7, la apertura de todas las zonas de pesca del caladero y fundamentalmente la de Doñana y rebajar la talla mínima de captura de 25 a 24 milímetros.