El Anillo Hídrico de la Sierra regresa a la primera línea política justo el año antes de varias citas electorales previstas en 2019 y tras casi quince años de espera. Un proyecto que se anunció, primero, a bombo y platillo en 2004, entonces con una inversión prevista de 49 millones de euros, se volvió a recordar en 2008 con un total en ese momento de 51 millones de euros, y finalmente la tercera oportunidad, esperando que sea la definitiva, fue ayer viernes por la mañana en Higuera de la Sierra, curiosamente uno de los pueblos más afectados por los problemas con el abastecimiento de agua en los últimos años.

Para esta ocasión el proyecto no tiene ningún nombre asignado, pero el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el onubense José Fiscal, reconoció a Huelva Información que se trata de la recuperación del Anillo Hídrico, aunque el proyecto está adaptado a las circunstancias y necesidades actuales.

El Anillo Hídrico se irá desarrollando de forma progresiva por la comarca serrana en distintas fases. Ayer se presentó la primera, que tiene un presupuesto de 4,4 millones de euros, y cuyo comienzo está previsto para el primer trimestre de 2019. Esta primera fase sería para la zona de influencia de los municipios de Higuera de la Sierra, Puerto Moral y Aracena, con sus tres alcaldes allí presentes, junto a las aldeas aracenenses de Carboneras, Jabuguillo, Valdezufre y La Umbría. En total una población directa de 9.100 habitantes y que sumarían unos 800 más de forma indirecta mediante futuras obras de conexión a Corteconcepción (más la zona de Puerto Gil en esta localidad) y Puerto Moral. Además se anunció que la segunda fase, aún no definida completamente, tendrá un presupuesto de 6 millones de euros y afectaría a la zona central de la Sierra.

El proyecto del Anillo Hídrico de la Sierra ha sido presentado entre Giahsa, bajo la empresa Ayesa y cuyos técnicos presentaron el proyecto en el Salón Municipal de Higuera de la Sierra, y contará con el respaldo de la Junta de Andalucía, que aportará financiación a través de fondos de la Unión Europea.

Las obras contarían con una arteria general de fundición dúctil de casi 9 kilómetros de longitud y con dos sondeos próximos al término municipal de Aracena. De los ramales que llevarían el agua a la arteria principal harán falta casi 7 kilómetros más de conducción.

El consejero reconoció que se "trata de un acto de justicia con una comarca que necesita mejorar las conducciones para atender a la poblaciones". De hecho ha habido problemas importantes en los últimos meses en esta zona con el agua (roturas, fugas, ausencia de agua y calidad de la misma) y que se suman a los de otros puntos de la Sierra y de forma reiterada con el paso de los años.